Cuando pregunto a las novias si consideran importante seguir tradiciones el día de su boda, muchas me responden que no. Otras, sin embargo, encuentran en estas costumbres una forma bonita de rendir homenaje a los que ya no están. Cristina, por ejemplo, además de cumplir con aquello de llevar algo nuevo (su vestido), algo viejo (el soporte de su tiara), algo prestado (los pendientes y el anillo) y algo azul (los zafiros de la tiara) quiero tener presentes a sus abuelas en el ramo, donde colgó las medallas de la virgen de Covadonga y la de Guadalupe.
En la imagen, Cristina, en el centro, junto a su madre y su hermana.