En la tarde noche del 21 de mayo de 2004, la realeza se dio cita en el Palacio de El Pardo. Allí, los actuales reyes Felipe VI y la reina Letizia celebraron una fabulosa cena de gala a modo de preboda para agasajar a familiares, amigos y representantes de las Casas Reales de todo el mundo. Ellas debían vestido de largo, a diferencia de como hicieron en la boda que aconteció a la mañana siguiente; y esto nos dejó impresionantes looks para el recuerdo como los de la innovadora Rania de Jordania, la fulgurante Carolina de Mónaco o la dramática Máxima de Países Bajos.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Estaba a punto de convertirse en princesa de Asturias, y lo cierto es que doña Letizia escogió un vestido a la altura de las circunstancias, propio de cualquier cuento de hadas. Acaparó todas las miradas con un diseño de Lorenzo Caprile confeccionado en un llamativo tejido plateado que dejaba al descubierto las clavículas, se entallaba en la cintura y agregaba una voluminosa falda decorada con una capa de encaje y pedrería. Remató con salones a juego, bolso de abalorios y pendientes y collar con colgante de perlas, joyas que eran un regalo de sus futuros suegros, la reina Sofía y el rey Juan Carlos I.
Si la futura novia se decantaba por el plateado, su suegra se coordinaba con ella y también apostaba por los metalizados, concretamente por un tono dorado suave. Escogió un vestido de Pertegaz con cuerpo bordado y falda en línea 'A'.
La princesa monegasca hizo gala de su característica elegancia con un vestidazo largo firmado por su gran amigo Karl Lagerfeld para Chanel, firma a la que sigue siendo fiel hoy en día. Concretamente, apostó por un llamativo diseño con cuerpo vaporoso de tul blanco decorado con plumas y falda negra con abertura y ligera cola que acaparó todas las miradas. Remató con pendientes XL y bolso de mano tipo sobre.
La por aquel entonces princesa de Jordania brilló con luz propia gracias a un vestido satinado en tono gris perla, una creación de silueta columna con escote familia de honor y falda con cola. El toque rompedor lo ponía la pequeña capa de pedrería, que acompañaba de pendientes colgantes, salones blancos y bolso de mano circular.
Por aquel entonces era princesa de Países Bajos, pero ya destacaba por sus looks potentes y llamativos, que no dejaban indiferente a nadie. Para la preboda de don Felipe y doña Letizia se decantó por untotal look morado compuesto por vestido envolvente de un solo tirante y volante vertical, que acompañó de pendientes colgantes en forma de lágrima y salones a tono.
La heredera al trono sueco fue una de las pocas mujeres que apostó por los pantalones aquella noche, y lo hizo mediante un original look de escote barco, tirantes y corte palazzo en color azul petróleo. Para aportar el toque teatral, agregaba una capa de gasa a juego. Como complementos, clutch tipo baguette y salones clásicos en tono oscuro.
Su hermana se decantó por un fabuloso vestido joya en azul cielo, una pieza palabra de honor con bordados de cristales. Lo acompañó de chal semitransparente, collar de pedrería y bolsito de mano satinado.
La hermana mediana de don Felipe también recurrió a Lorenzo Caprile, al igual que la futura novia. Concretamente, se decantó por un modelo de corte sirena con escote palabra de honor y voluminosa falda de volantes en tono azul petróleo con acabado satinado. Lo acompañó de chocher a conjunto y moño bajo.
La primogénita de los reyes Juan Carlos y Sofía fue a conjunto con su hermana, aunque, como es habitual en ella, quiso poner una nota goyesca a su look al escoger un diseño con cuerpo bordado, detalles de encaje y falda muy voluminosa. Además, recogió su melena con una redecilla de madroños.
La mujer de Pablo de Grecia, que por aquel entonces estaba embarazada, lució un vestido vaporoso de escote cruzado y corte imperio, ideal para disimular barriguita. Completó con collar de perlas, sandalias plateadas y bolso de grandes lentejuelas.
La actual reina de los belgas eligió un vestido fucsia de efecto corsé con detalles de volantes y efecto satinado. Le sumó discretas joyas y salones destalonados de mismo color y acabado.
La mujer del príncipe heredero Haakon optó por un vestido azul klein con tirante ancho, escote recto y falda acampanada con abertura. En cuanto a los complementos, bolso tipo sobre en tono nude y salones dorados.
,type=downsize)
