Perteneciente a una de las familias con más abolengo de Sevilla, Mercedes Valdenebro ha logrado hacer de Madrid su segundo hogar. Se trasladó con 18 años para estudiar Derecho, y aunque decidió que eso no era lo suyo, se quedó y junto a una amiga de la infancia, Mercedes Peralta, fundó el hoy exitoso estudio de interiorismo Las 2 Mercedes. Su estilo, sofisticado y lleno de personalidad, no tardó en seducir a los más exigentes, y su cartera de clientes -así como su agenda personal- se llenó de nombres conocidos.

Hoy, su propio hogar, con increíbles vistas al Retiro , es punto de encuentro para todos ellos. Y es que en su familia siempre han sido afamados anfitriones. Su abuelo, el ganadero Enrique Valdenebro, marqués de Ruchena, era íntimo amigo de un sinfín de toreros y fue el encargado de organizar un viaje a la capital hispalense para Ernest Hemingway y Orson Welles, por ejemplo. Tener la casa llena, podríamos decir, es una tradición en su familia.

“Fui colocando todo poco a poco al mudarme, sin proyectarlo... ¡Al final lo de una misma es siempre lo último!”

Así que, con Sevilla en el corazón -y El Retiro en la retina-, la aristócrata diseñó hace ahora tres años una casa en la que vivir junto a su marido, Alfonso Cebrián y Pérez-Yarza, y sus hijos, Mercedes, de seis años, Alfonso, de tres, y Luis, de cuatro meses, que sirviese para reunir a los suyos y ejemplificase a la perfección su talento como interiorista. Y ahí nos reunimos con ella para conocerla un poco más a fondo.

-¿Cómo encontraste este piso?

-Lo encontró mi marido, Alfonso, que quería algo más grande que lo que teníamos, y cuando lo vi no lo dudé. El estudio está en la calle de atrás y El Retiro delante, que además de ser una vista maravillosa, es lo mejor para los niños, que los tengo todavía pequeñísimos.

-Háblanos de la reforma. ¿Mantuviste muchos elementos originales?

-La casa estaba ya reformada, aunque conserva muchos elementos originales: suelos, vidrieras, escayolas… Yo solo pinté y decoré.

-¿Qué es lo que más te gusta de la casa?

-Lo más bonito es el salón, con los tres balcones dando al parque y la luz tan maravillosa que tiene.

-¿Cómo describirías el estilo de esta vivienda?

-Es más bien clásica, sobre todo la caja. La decoración es el resultado de piezas compradas, heredadas, algunos regalos, alguna cosa diseñada en el estudio... Fui colocando todo poco a poco al mudarme, sin proyectarlo... ¡Al final lo de una misma es siempre lo último!

“La casa estaba ya reformada, aunque conserva muchos elementos originales: suelos, vidrieras, escayolas... Yo solo pinté y decoré”

-¿Hay algún objeto al que le tengas especial apego?

-No tengo mucho apego a las cosas materiales, pero sí que compré varios de los cuadros al galerista Enrique Mariscal, que en paz descanse, por los que tengo debilidad. Mercedes y yo pasábamos tardes divertidísimas en Egam, su galería, con él, y ahora ha resultado que tenemos el estudio ahí.

-¿Qué planes te gusta hacer cuando estás en casa?

-Estar con los niños, que no paran un segundo, y cuando los acuesto me pongo a leer, que me hace desconectar muy bien.

“No puedo evitar lo que me tira Sevilla... Es otro ritmo y otro vivir. La primavera allí, ya se sabe, es imbatible”

-Mirando atrás: te instalaste en Madrid con 18 años, y, tras estudiar derecho en ICADE, decidiste cambiar de rumbo y dedicarte a la decoración. ¿Cómo fue este giro de los acontecimientos?

-Pues pienso que fueron las circunstancias. Ser abogada de despacho me parecía imposible para mí y Mercedes, mi socia, que sí es interiorista, estaba con ganas de un cambio, así que todo salió de forma natural, y ha resultado que somos muy felices juntas.

-Desde 2012 lideráis juntas el estudio Las 2 Mercedes. Cuéntanos cómo nació el proyecto.

-Como te decía, empezamos sin pensarlo demasiado, sin mucha pretensión de nada; éramos bastante jóvenes y nada fue muy intencionado. Pero resultó que confiaron en nosotras para hacer dos hoteles y así surgió el estudio. Fue poco a poco, aprendiendo mucho. Ahora estamos siempre con proyectos muy distintos entre sí, lo cual es muy divertido, y con muy buen equipo en el estudio, que también es clave.

“No tengo mucho apego por las cosas materiales, pero sí que compré varios cuadros al galerista Enrique Mariscal, que en paz descanse, por los que tengo debilidad”

-¿Qué trucos de decoración te resultan imprescindibles y extrapolables a cualquier hogar?

-La iluminación y el arte. Un espacio bien iluminado marca toda la diferencia, y una pieza de arte potente te hace el espacio.

-Sevillana de nacimiento, pero madrileña de adopción; ¿qué tal llevas eso de tener un pie en cada ciudad?

-Me encantan ambas y soy muy feliz en Madrid donde vivo, trabajo y tengo buenísimos amigos. Pero no puedo evitar lo que me tira Sevilla... Me encanta tener obras allí para poder ir más. También he tenido a los niños allí y, cada vez que hay vacaciones, me los llevo al campo. Es otro ritmo y otro vivir. La primavera allí, ya se sabe, es imbatible.

“Un espacio bien iluminado marca toda la diferencia, y una pieza de arte potente te hace el espacio”

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