1. No existe ninguna dieta que cure el cáncer. Y, en general, un paciente oncológico puede comer de todo. Pero sí hay ciertas indicaciones dietéticas que hay que tener en cuenta cuando se sufre esta enfermedad. Por varios motivos: porque los alimentos que se consumen y los métodos de cocción influyen en el estado de salud y porque hay alimentos que pueden interactuar con los tratamientos de quimioterapia u hormonales.
Por ello, la Dra. Carolina Ortega, oncóloga del Severo Ochoa y la nutricionista Cristina Cruces, del Hospital Infanta Elena, con la colaboración de Merck, la Universidad Autónoma de Madrid, el director de la cátedra Jesús García-Foncillas, la Dra. Clotilde Vázquez, han publicado la Guía de alimentación y hábitos de vida para el paciente oncológico, un manual que explica cómo y qué comer. Así como qué hacer para controlar el peso corporal, ya que los tratamientos que se administran en cáncer pueden engordar.
Cáncer y aumento de peso
En este sentido, la Dra.Ortega y la dietitista y nutricionista Cristina Cruces, a las que hemos consultado, nos explican que en algunos casos, el incremento de peso se produce en la fase de tratamiento activo de la enfermedad por efecto del tratamiento con quimioterapia y otros fármacos, también puede ser derivado de la inactividad por cirugías, etc.
En muchos de los casos es un problema crónico por malos hábitos alimentarios, al existir un aporte excesivo de calorías en relación con las necesidades energéticas y gasto, o por llevar una alimentación desequilibrada, asociado habitualmente a poca actividad física.
Las recomendaciones y pautas alimentarias en las personas con cáncer y exceso de peso dependen de la situación clínica y del tratamiento que estén llevando en ese momento.
Obesidad con desnutrición
Se puede dar la paradoja de que exista al mismo tiempo exceso de peso y desnutrición, es decir, que exista un incremento del compartimento graso corporal al mismo tiempo que un descenso de la masa muscular, o déficits de nutrientes esenciales, como vitaminas o minerales.
Esto puede ser debido a múltiples razones, que incluyen el efecto de la propia enfermedad, los tratamientos, la inactividad y una alimentación inadecuada, que no aporte los nutrientes necesarios en cada fase de la enfermedad. Por tanto, no sólo hay que evitar la ingesta excesiva de calorías, sino que es necesario elegir bien los alimentos.
La clave, la buena selección de los alimentos
La sensación de hambre, de apetito no es algo malo, es como la de sed, calor, sueño, etc. El problema principal es la mala selección de alimentos, la forma de prepararlos y combinarlos y el mal reparto de estos a lo largo del día.
Para poder adaptarnos mejor a las recomendaciones nutricionales y facilitar nuestro cambio de hábitos es necesario identificar los hábitos equivocados y las situaciones que los provocan, lo que nos puede llevar a comer cuando no debemos y lo que no debemos, para ser capaces de cambiarlos.
A continuación, resumimos los consejos que nos dan las expertas, recomendaciones dietéticas para el paciente oncológico, que se pueden extender a la población general, y que ayudarán a que su bienestar mejore a pesar del cáncer.
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