"La felicidad nunca llegará a aquellos que no aprecian lo que ya tienen", dijo sabiamente Siddhārtha Gautam, más conocido como Buda, un asceta, eremita y sabio que fundó el budismo y que vivió entre los siglos ss. VI-V a. C. También suya es la frase "la paz viene de dentro, no la busques fuera". Y es que muchas veces nos empeñamos en buscar la felicidad fuera, en recorrer grandes distancias o soñar magníficos proyectos pensando que ahí vamos a encontrar esa dicha.
Buda, al que se le llamó 'el iluminado', fue un niño criado en el interior de un palacio al que su padre 'confinó' para alejarle del sufrimiento humano. Sin embargo, se cuenta que a los 20 años atravesó los muros de esa 'cárcel' de oro y fue testigo de miserias, pobreza, dolor y desdicha. Años más tarde, dejó el palacio, a su esposa y su hijo y se dedicó a la vida ascética y meditativa, intentando buscar una forma de aliviar la angustia en el hombre.
Sus enseñanzas, el respeto por cualquier clase de vida en la tierra, la creencia de que existe una felicidad más allá del materialismo han pervivido durante los siglos y muchos de sus seguidores han encontrado una forma de bienestar en los principios del budismo y la doctrina de Buda.
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