Estar en pareja

Teresa Ouro, terapeuta de pareja: "En una relación feliz debería haber 5 gestos de apoyo por cada interacción conflictiva"


La psicóloga nos ayuda a descifrar si somos felices (o no) con nuestra pareja


pareja feliz© Getty Images
Paula MartínsColaborada de Moda y Estar Bien
30 de septiembre de 2025 - 6:00 CEST

Muchas veces damos por sentadas las relaciones y apenas nos detenemos a evaluar cómo nos sentimos día a día. Sin embargo, la felicidad en el amor no se mide por la ausencia de conflictos, sino por cómo conectas, te comunicas y creces junto a la otra persona. Observar tu relación con atención te permite reconocer los gestos que nutren el vínculo y, también, los patrones que pueden desgastarlo con el tiempo. Y a veces, esos detalles actúan de termómetro y son los que te indican si todo va bien, o por el contrario, la relación ya está estancada. Pero saber si eres feliz en una relación no es fácil. 

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Teresa Ouro, psicóloga experta en terapia de pareja y sexualidad, fundadora de Psicopareja en Murcia, y online a través de psicopareja.es, señala que en consulta es frecuente encontrarse con esta situación. "Veo como esta falta de conciencia puede hacer que se acumulen tensiones hasta llegar a situaciones difíciles de resolver que pueden acabar en ruptura”. Y, es que ser feliz en pareja no significa vivir sin problemas. Todas las relaciones atraviesan desacuerdos y discusiones,  pero, según la experta, "lo que realmente define una relación saludable es la capacidad de sostener la satisfacción, mantener la conexión emocional y superar juntos los desafíos”. 

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Cómo saber si estás feliz en tu relación

Para identificar si estás feliz o no en tu relación, hay varias señales a tener en cuenta. "Es fundamental que los momentos positivos superen a los negativos", comenta la psicóloga haciendo hincapié en esta idea: "Según el psicólogo americano John Gottman, por cada interacción conflictiva debería haber al menos cinco gestos de cariño o apoyo". La comunicación también es clave: expresar necesidades concretas en lugar de ataques personales mantiene la conexión y el respeto.

Esa conexión, de hecho, es otro indicador: pequeñas señales de atención, como miradas, comentarios o gestos afectuosos, refuerzan el vínculo a diario. Teresa Ouro apunta: "Incluso, estas parejas mantienen una conexión diaria, respondiendo a pequeñas señales de atención —una mirada, un comentario afectuoso o un gesto de cercanía— que demuestran que se buscan y se encuentran en el día a día”.

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A pesar de que estos detalles son primordiales para saber si una relación funciona, de poco servirían si la pareja no sabe reparar sus conflictos. Así lo considera la terapeuta: "Es clave tener la capacidad de reparar los conflictos y buscar soluciones. Tras una discusión una discusión, "un gesto de cariño, una disculpa o un acercamiento consciente puede restaurar el vínculo y fortalecer la relación"..

Además, aunque parece evidente, vale la pena señalar que otro factor determinando del grado de bienestar de una pareja es su modo de verse en el futuro. Planificar a largo plazo la relación juntos y expresar admiración mutua también es señal de salud emocional. Teresa Ouro señala: "Estas parejas también miran hacia el futuro de manera conjunta, usando el "nosotros" y disfrutando de proyectos compartidos. También valoran y expresan las virtudes y los fallos del otro, conscientes de que el desprecio es uno de los mayores predictores de ruptura”.

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¿Y si la relación no funciona?

Por el contrario, si predominan patrones que deterioran el vínculo, debes prestar atención. A veces resulta arduo darse cuenta de que algo no va bien, al igual que también existen comportamientos o actitudes que pasan, o haces pasar, desapercibidas ante la idea de que el peso de estar en pareja funciona. Pero este pensamiento puede, no ser más, que una idealización de algo que ya no tiene más batería. La psicóloga detalla: "Suelo ver cómo estos signos no surgen de la noche a la mañana, sino que se instalan poco a poco. La presencia poco a poco de conflictos no resueltos, combinada con actitudes como la crítica destructiva, el desprecio, la defensa, el ataque y/o el bloqueo emocional pueden desgastar el cariño y la confianza”.

La sensación de soledad dentro de la relación es otra señal de alerta. Teresa Ouro comenta: “Otro indicio frecuente es la sensación de soledad dentro de la pareja: a pesar de convivir, uno o ambos se sienten más acompañados fuera que dentro de la relación”. Además, y a diferencia de lo que ocurre cuando una relación va bien, si existe “falta de visión compartida y el futuro se vive en paralelo, no hay proyectos comunes ni ilusión por construir juntos”, junto con “la disminución del contacto físico y de los gestos de cariño, o comparaciones constantes con otras parejas”, la insatisfacción se vuelve evidente. 

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Aunque estos signos pueden aparecer de manera aislada, la señal más concluyente suele ser la incapacidad o la falta de deseo de afrontar los conflictos juntos. Si estos patrones no son identificados a tiempo, puede que la relación llegue al final. Por eso, la psicóloga aconseja que te pares a analizar cómo te encuentras y si ese vínculo está vivo. "Conocer estas señales a tiempo es fundamental. En mi experiencia, intervenir cuando los patrones apenas comienzan a aparecer permite trabajar sobre ellos antes de que el desgaste sea irreversible, evitando llegar al punto de ruptura".

Un mal momento o el final: las diferencias

No todos los problemas tienen la misma magnitud. Al igual que sucede con el resto de conexiones que te rodean (amigos, familia o, incluso, con compañeros del trabajo), que una relación pase por altibajos es normal, pues no siempre es "lineal ni permanente", como define la experta. En ocasiones, una pareja puede transitar momentos complicados que no tienen por qué llevar a la ruptura. "Muchas parejas atraviesan lo que podríamos llamar un "bache". Es decir, viven situaciones temporales causadas por factores concretos; como el estrés laboral, la falta de deseo sexual, la crianza de los hijos, un conflicto puntual que no logran resolver o problemas externos a la relación". En estos casos, conviene "reforzar la comunicación, retomar actividades compartidas y, a veces, , acudir a terapia preventiva para fortalecer la relación antes de que el problema se arraigue. Por el contrario, si la relación ya no proporciona bienestar, es fundamental reconocer la situación sin culpar, explorar la terapia de pareja o individual y tomar decisiones conscientes sobre continuar juntos o no".

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En este último caso, cuando se atraviesa una "crisis estructural" hay que tener en cuenta que se trata de una situación que "es más profunda y sostenida en el tiempo". Para diferenciarla de un simple bache, Teresa Ouro explica que "se caracteriza por patrones repetitivos de desconexión, frustración constante, falta de reparación de los conflictos y distanciamiento emocional" Aquí puede ser necesario acompañamiento profesional para encontrar soluciones funcionales, ya que, en estos casos, actuar a tiempo es clave. "Recomiendo acudir a terapia antes de que los problemas se vuelvan irreversibles, no cuando ya estamos al borde de la ruptura. La prevención emocional es, sin duda, la inversión más valiosa que podemos hacer por nuestra relación". Detectar señales de alarma a tiempo es un acto de autocuidado y de cuidado hacia la pareja.

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