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Los expertos lo tienen claro: si tu microbiota está equilibrada, la calidad de tu descanso será mejor. Tal vez no te habías planteado nunca que el secreto de un descanso de calidad podía estar vinculado a tu salud digestiva. Nos lo confirma el doctor Miguel Ignacio López Ramiro, Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Farmacéutico especialista en Microbiología y Asesor Médico de Schwabe Farma Ibérica, quien apunta que una mayor diversidad de microorganismos en el intestino se relaciona con una mejor calidad del sueño.
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“Concretamente, los cambios en la microbiota pueden afectar a la producción de melatonina, al regular el metabolismo del triptófano y la serotonina. Así, mantener el equilibrio en la flora intestinal puede facilitar un descanso reparador al ayudar a generar estas sustancias, necesarias para un sueño profundo”, nos detalla.
Las investigaciones sugieren que un sueño deficiente o interrumpido puede estar vinculado con cambios en las bacterias intestinales
Desequilibrio de la microbiota y trastornos de sueño
Aunque influyen más factores, el experto hace hincapié en que un desequilibrio de la microbiota sí puede ser un agravante de los trastornos de sueño. “Las investigaciones sugieren que un sueño deficiente o interrumpido puede estar vinculado con cambios en las bacterias intestinales. Así mismo, sabemos que, como indicaba previamente, una microbiota diversa y equilibrada participa en la producción de neurotransmisores clave como la serotonina, que regulan el ciclo sueño-vigilia”, nos cuenta el doctor López Ramiro, que apunta que, en cambio, su disminución, se asocia con alteraciones tanto de la calidad como de la duración del descanso.
Estrés, microbiota y sueño
Hemos querido, además, vincular un tercer factor, el estrés, valorando de qué forma este afecta al equilibrio de la microbiota y, por ende, al sueño. “El estrés puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que a su vez repercute negativamente en la calidad del sueño. Bajo situaciones de tensión sostenida, el organismo libera cortisol y otras hormonas que afectan la composición de la flora intestinal reduciendo su diversidad, lo que puede alterar la producción de neurotransmisores”, nos cuenta el doctor.
Incluso cita estudios recientes que señalan que el estrés crónico modifica el eje intestino-cerebro y puede llegar a desencadenar alteraciones del sueño.
La influencia de los ritmos circadianos
Entran también en juego los ritmos circadianos. Nos planteamos qué papel juega el reloj biológico del cerebro en esta interacción entre microbiota y sueño. “El ritmo circadiano, que regula los ciclos de sueño y vigilia, está estrechamente relacionado con la microbiota intestinal. Cuando llevamos una rutina estable, la microbiota sigue ciclos regulares que ayudan a producir sustancias importantes para dormir bien y mantener el cuerpo en equilibrio. Sin embargo, si ese reloj interno se desajusta, también se altera la microbiota, lo que puede afectar la calidad del sueño”, detalla el doctor. Por eso, cambios en estos sistemas, ya sea por modificaciones en la microbiota o alteraciones en los ritmos circadianos, pueden afectar negativamente la calidad del sueño.
Cómo influyen los horarios de sueño en la microbiota
Hay que tener también en cuenta que los horarios irregulares de sueño y alimentación pueden desestabilizar el equilibrio de las bacterias intestinales. “Saltarse comidas, comer a diferentes horas cada día o tener malos hábitos de sueño pueden alterar el reloj biológico y afectar el sistema digestivo. Esto puede disminuir la diversidad de bacterias beneficiosas en el intestino y aumentar el riesgo de trastornos como el síndrome del intestino irritable, digestiones pesadas, hinchazón, estreñimiento o diarrea”, nos cuenta.
El ritmo circadiano, que regula los ciclos de sueño y vigilia, está estrechamente relacionado con la microbiota intestinal
La microbiota de las personas con insomnio
Llegados a este punto, nos planteamos si pueden, incluso, existir diferencias en la microbiota intestinal de personas con insomnio crónico frente a aquellas con un sueño saludable. El doctor confirma que así es. “Investigaciones recientes muestran que quienes padecen insomnio tienen menos diversidad microbiana, menos bacterias beneficiosas que producen ácidos grasos de cadena corta y más microorganismos potencialmente patógenos. Estos cambios en la composición microbiana se asocian con niveles elevados de inflamación y síntomas más severos de insomnio. Algunos estudios han encontrado así mismo variaciones en la presencia de ciertos géneros bacterianos entre los pacientes”, nos detalla.
¿Podría, por lo tanto, la microbiota intestinal ser un factor clave en el tratamiento de trastornos del sueño como el insomnio o la apnea del sueño? “Aunque aún quedan aspectos que seguir analizando, por ejemplo, sí que hay un estudio reciente destaca la relación bidireccional entre la microbiota y el insomnio, sugiriendo que ajustar la flora intestinal podría ser una estrategia terapéutica prometedora. En el caso de la apnea del sueño, ciertas bacterias intestinales se han relacionado con pausas respiratorias, abriendo la posibilidad de restaurar el equilibrio microbiano como parte del tratamiento”, comenta el doctor López Ramiro.
El papel de los probióticos
Para concluir, hemos querido consultar con el doctor de qué manera los probióticos pueden mejorar la calidad del sueño y si hay estudios que respalden esta relación. En su opinión, los probióticos pueden mejorar la calidad del sueño al favorecer un equilibrio saludable de las bacterias intestinales, que se comunican con el cerebro a través del eje intestino-cerebro. “Probióticos que contienen cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, que ofrecen múltiples beneficios para la salud intestinal y general. Estas bacterias contribuyen a aumentar la población de la microbiota, fortalecen la barrera intestinal y contribuyen a una buena digestión. Además, ayudan a reducir molestias como la hinchazón, el estreñimiento o la diarrea”, concluye
REFERENCIAS
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