Consejos que te serán muy útiles para afrontar conversaciones difíciles

La actitud y la mentalidad con la que se afronta una situación es la clave aunque luego puedan surgir emociones inesperadas, por eso es necesario prepararla, al menos psicológicamente

por Pilar Hernán
amigas conversando

Seguro que te has encontrado en alguna ocasión con esa conversación incómoda que no te apetece afrontar. Sabes que te va a generar desasosiego y puedes intentar posponerla, sine die. Pues bien, cuando llega, es importante tener herramientas para abordar de forma satisfactoria esas conversaciones difíciles, que pueden ser con un jefe, con una pareja, con un amigo, con un familiar… “La actitud y la mentalidad con la que se afronta una situación es la clave aunque luego puedan surgir emociones inesperadas, por eso es necesario prepararla, al menos psicológicamente”, nos cuenta Inma Brea, experta en comportamiento humano, coach y mentora para directivos y líderes organizacionales, que añade que si entramos en la conversación asumiendo que tenemos el 100% de la razón o en términos de ‘ganar o perder’, se sentirá como una batalla y eso no beneficia a nadie.

“Más bien necesitamos una actitud de ‘estoy aquí para entender tu punto de vista y que tú entiendas el mío’ e intentar llegar a puntos en común donde poder crear o construir algo y, en caso de no llegar a ese punto, al menos no dañar más la relación, dañar a otras personas y, sobre todo, no hacernos más daño a nosotros mismos”, sugiere.

Lee también: ¿Seguro que te comunicas bien? Este test te lo dirá

¿Por qué nos cuesta tanto abordar ciertas conversaciones?

Le planteamos a la experta cuáles son las causas que pueden estar detrás del hecho de que nos cueste tanto abordar determinadas conversaciones y nos las resume en tres:

  • “Puede estar relacionado con nuestra propia historia de vida y las experiencias previas que hayamos tenido en situaciones similares. Si hemos experimentado conflictos, rechazo o dolor en el pasado, puede que tengamos miedo de volver a pasar por esas situaciones y, por tanto, evitemos las conversaciones que podrían llevarnos allí.
  • “Otro factor que influye es el nivel de confianza y seguridad en nosotros mismos o en la relación con la otra persona. Si no confiamos en nuestra capacidad para abordar la conversación de manera efectiva o si no confiamos en la capacidad de la otra persona para escucharnos y entender nuestro punto de vista, es posible que evitemos la conversación por miedo a fracasar”, nos dice.
  • “Por último, creo que el miedo al cambio y a la pérdida de la estabilidad también puede ser un factor que nos impide abordar ciertas conversaciones, como en el caso de una pareja o incluso un jefe. Si tenemos una situación en la que estamos cómodos y estables, aunque sea incómodamente cómodo o no saludable, puede que tengamos miedo de abordar el tema por miedo a perder lo que ya conocemos y enfrentarnos a lo desconocido. En definitiva tiene que ver con nuestra propia retórica interna”.

Lee también: Tu manera de comunicarte con los demás dice mucho de ti

Estrategias que pueden sernos de utilidad

Tal y como nos explica la experta, hay muchas estrategias que podemos aplicar para salir airosos en conversaciones incómodas o complejas:

  • No califiques a la otra persona y céntrate en los hechos, no es lo mismo decir “eres egoísta” que “te estás comportando de manera egoísta” o “siento que no estás siendo justo o generoso conmigo”.
  • Habla de ti más que de la otra persona, cómo te sientes, qué necesitas o cómo te afecta una situación. En el momento que tú hables, el objetivo es que la otra persona entienda tu punto.
  • Pide disculpas por tus errores si los has cometido, será una invitación para que la otra persona lo haga. Pero no lo hagas para que la otra persona se disculpe, hazlo solamente si crees que es lo más adecuado.
  • Cuando hay algún punto en común házselo saber para que la otra parte entienda que tu intención es buena.
  • Asertividad ante todo, “tan suave como puedas y tan firme como sea necesario”.
  • Enfócate en buscar soluciones y evita dar vueltas al problema una y otra vez.
  • No te apresures a responder, recuerda que parte de la resolución del conflicto tiene que ver con haber comprendido el enfoque de la otra persona y empatizar”.

Cuando apreciamos a la persona con la que tenemos que hablar

Se puede dar una situación compleja cuando se trata de afrontar una conversación difícil si es con personas a las que apreciamos especialmente. “A veces, cuando tienes personas muy cercanas o que aprecias mucho, puedes querer evitar tener una conversación incómoda y eso puede ser un error. En lugar de eso, es necesario poner un extra de amabilidad y delicadeza en la conversación. A veces pensamos que por tener una relación estrecha, podemos pasar por alto ciertas dinámicas o comportamientos, pero no debería ser así”, nos cuenta la experta, y añade que, eso sí, nunca debes utilizar información dolorosa para atacar a la otra persona, ni siquiera para defenderte. Si la conversación se sale de control, es mejor retirarse y hablar en otro momento.

“Debes tener presente que tú y la otra persona tenéis una historia en común que se merece honra y respeto. Las palabras que utilices durante la conversación contienen información y energía y, una vez dichas, no se pueden retractar. El impacto que tienen en la relación puede ser irreparable. Por eso, es importante que tengas claro tu objetivo y te enfoques en la situación que atañe la conversación, para evitar que otros temas se cuelen y desvíen la atención de lo que realmente importa”, puntualiza.