La respuesta: ¡sí!, el hábito del orden puede adquirirse
Una última reflexión de Maite: “siempre he pensado que la persona que es ordenada y organizada es así porque ha aprendido que el orden y la organización es una estrategia de vida que le permite conseguir sus objetivos más fácil y rápidamente”.
Una persona que definitivamente es desordenada simplemente ha aprendido otras estrategias de vida. No obstante, la experta defiende que el hábito del orden y la organización se puede aprender, aunque a unos les costará más que a otros, y unos pueden necesitar más ayuda que otros, como todo lo que se aprende.
A pesar de que el territorio adolescente suele ser un lugar caótico, el dormitorio juvenil de la imagen (que integra un rincón de estudio), ideado por el interiorista Rober Quiñones-Her, luce muy ordenado.
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