El aparador es un mueble auxiliar que hemos visto durante décadas decorando casas y que cayó algo en desuso, aunque ahora reclama de nuevo un papel principal en el comedor porque es una pieza de estética cuidada que remata un interiorismo de ‘revista’, logra aumentar la capacidad de almacenaje y, además, tiene un carácter de comodín ideal, pues puede emplearse para guardar elementos de diario o la vajilla de las ocasiones especiales, por ejemplo. En la propuesta, el aparador Avelin de Banak Importa, con seis amplios cajones y dos espacios con puertas acristaladas, divididos por un estante central, ideal como pieza de apoyo.

Si estás buscando el aparador perfecto para tu casa, no te pierdas esta completa guía. El acierto está asegurado.

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Piensa en el uso que le darás

Los aparadores son el comodín perfecto en el comedor y resultan muy versátiles y en especial, ofrecen una interesante capacidad para guardar. ¿Qué uso principal le vas a dar? Esa decisión va a definir su estética y forma.

Por ejemplo, si deseas guardar mucho contenido en su interior (platos, cubiertos, manteles), entonces selecciona un modelo con las puertas opacas en las que no se vea el interior. Por el contrario, si va a ser un aparador que muestre objetos bellos y bien ordenados, como la cristalería de las ocasiones especiales, entonces decídete por un modelo tipo vitrina o con el frente tipo calado.

En la imagen, todo es de Ikea. Fíjate en la interesante idea de decoración: como el aparador acristalado tiene por objetivo mostrar la vajilla y la cristalería, algunos platos y bandejas se exhiben en la pared conformando una original decoración mural.

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Puertas, cajones y baldas

Si el aparador va a alojar la mantelería y los cubiertos no hay duda de que resultan muy prácticos los cajones o las puertas con baldas a poca distancia. Pero si en especial va a albergar la vajilla y la cristalería, mejor que tenga una organización interior con estantes. Y el modelo, si está destinado a exhibir piezas, aparte del frente acristalado del que hablábamos antes, puede contar con zonas abiertas, a modo de expositor.

En la imagen, el aparador Yoko que combina una zona de cajones (en roble) y otra de puertas (en color terracota, como las patas). Es un diseño de Cambres Design parala firma Teulat.

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Cuando no solo cuenta la estética

Semiabierto, abierto o cerrado, todo queda a tu elección y gustos personales, aunque habrá otro condicionante importante en la toma de decisiones y en ese aspecto cuenta la practicidad y no la estética. Es una buena idea apostar por un aparador cerrado si tienes mascotas tirando a traviesas o niños de corta edad que se divierten toqueteando todo lo que tienen a su alcance. Así pondrás a resguardo la vajilla y los vasos y evitarás accidentes.

Mientras que un diseño abierto o semiabierto (el de la imagen es el modelo Pola, de Tikamoon, fabricado en roble macizo), es perfecto en comedores de pocos metros y también en aquellos ambientes en los que se quiere evitar el efecto ‘bloque’.

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El equilibrio perfecto

Como en la elección de cualquier mueble para el hogar, antes de decidirnos por un aparador tenemos que prestar atención al tamaño del comedor y, más concretamente, las dimensiones del lugar que le hemos reservado. Siempre deberemos ajustar sus medidas para no crear sensación de abigarramiento, si no sobran los metros, o por el contrario, que quede pequeño y desproporcionado si hablamos de una estancia amplia.

Por cierto, en el caso de que no dispongas de mucho espacio delante, para facilitar el uso puedes optar por estantes abiertos o incluso puertas correderas o deslizantes, como el modelo de la propuesta que pertenece a la colección 'WE CARE' by Westwing Collection, que cuenta con piezas fabricadas con materiales sostenibles.

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A debate: modelo bajo o alto

Aunque suene a tópico, lo cierto es que no hay una elección más acertada que otra y en gran parte pesará si quieres utilizar el aparador también para colocar sobre él objetos decorativos, como jarrones, esculturas, bandejas, lámparas o incluso cuadros o espejos apoyados. Si es así, debes decantarte por un modelo bajo (no suelen superar los 70-75 centímetros de altura).

En la propuesta vemos un diseño en líneas bold ideado por Patricia Urquiola para Cassina, el modelo Rondos. Se trata de una pieza más baja de lo habitual (tan solo 50 cm), por lo que en este caso cobra mucha importancia el sobre. Como puedes ver se emplea mármol, aunque también está disponible en abedul.

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Por el contrario, si lo que más te interesa es contar con una buena capacidad de almacenaje o, también, si el paño de pared disponible no es muy ancho, no hay nada mejor que un diseño alto que, de paso, tenga menor longitud. El de la imagen es el modelo Haines, de Made.com, y mide 111 x 80 x 40 cm. El hecho de que tenga patas altas lo estiliza al tiempo que ofrece una imagen más ligera visualmente.

Otra posibilidad a medio camino entre ambas es el aparador a media altura (90 cm aproximadamente), que tendrá menos peso visual que uno que supere el metro de altura.

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El toque original

Si hay una pieza especialmente indicada para que dé el contrapunto en el comedor y destaque es, sin duda, un aparador. Coordinada con el resto del mobiliario el resultado será armónico y sereno, pero en contraste ganará todo el protagonismo y resaltará por su estilo propio.

En la propuesta, el aparador de madera de mango con frontal de algodón multicolor, que ofrece un toque alegre y original, es el modelo Sedik, de venta en PortobelloStreet.es.

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Materiales estrella

Las nuevas colecciones de aparadores apuestan muy especialmente por la madera al natural o pintada, por los contrachapados de madera y, en ocasiones, por los frentes de fibras, ofreciendo una estética natural y elegante. Pero es que, además, con materiales ‘verdes’ se promueve la sostenibilidad y el bienestar en casa.

El comedor de la imagen con techo de madera se amuebla con un aparador de La Redoute Interieurs.

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Para terminar de definir estilo

Para ofrecer una imagen muy moderna y contemporánea los aparadores pueden prescindir de tiradores o que aparezcan contrastando con un material diferente, generalmente metálico, aunque asimismo hay opciones en cuero. Los aparadores clásicos y rústicos pueden contar con el tradicional tirador tipo concha, atemporal y encantador. Los de estilo nórdico, por su parte, suelen estar todos fabricados en madera.

En la imagen el modelo de tres puertas Petra, de la firma Gato Preto, combina madera y MDF y no cuenta con tirador, ofreciendo así una estética depurada, minimalista y actual.

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