Así acabarás con una plaga de trips en tu jardín o terraza
Son insectos amantes del calor y se reproducen rápidamente. ¡Combátelos!
Los trips son unos insectos chupadores de muy pequeño tamaño, por lo que resultan difíciles de advertir a simple vista. Lo que sí que comprobarás es los daños que causan a las plantas que se ven afectadas por su presencia. Si quieres saber cómo identificar esta plaga y, en caso de comprobar que están afectando a la salud de tus plantas, saber cómo actuar, te lo detallamos. ¿No cuentas con espacios exteriores? Pues presta atención porque a veces su presencia se da también en plantas de interior.
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¿Cómo se detectan?
Estos insectos son de tamaño pequeño y de forma alargada De adultos los trips tienen alas, respecto a su color puede variar del gris al verde, el amarillo o incluso el marrón. Se pueden ver a simple vista, aunque son realmente diminutos, así que sobre todo podrán saberse de su presencia si las hojas pierden su verdor original y se tornan grises. En otras ocasiones, se podrán observar deformaciones en brotes y flores de las plantas afectadas, causadas por ciertas sustancias tóxicas presentes en la saliva de estos moradores poco deseables.
El primer estado del ciclo vital de los trips es el de huevo, cuyo desarrollo se verá favorecido por las altas temperaturas, así que su presencia es sobre todo habitual en primavera y en verano.
Otro método muy eficaz para ver estos diminutos seres de apenas unos milímetros de tamaño (y así poder actuar rápidamente contra ellos), consiste en emplear trampas adhesivas. También puedes apostar por unas pegatinas de papel en azul, un color que les atrae.
Examina las trampas con frecuencia y, en caso de ver algunos ejemplares atrapados, hay que ponerse manos a la obra. Los trips de por sí no son muy peligrosos para las plantas, aunque sí en el caso de que traigan virus. Así que, sin demora, conviene eliminarlos.
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¿Dónde es más común su presencia?
Esta plaga se siente cómoda con los climas templados y húmedos, por lo que sobre todo tendrá presencia en la cornisa cantábrica (y menos, en el resto del litoral atlántico de Galicia, Asturias o el País Vasco).
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En interior
Ojo, porque aunque por regla general se encuentran en las plantas de exterior y el huerto, también pueden atacar a alguna de tus flores en casa, tales como las orquídeas o el ciclamen. Aparte, son también susceptibles de la infestación de trips plantas verdes, como las palmeras kentia o areca.
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¿Cómo hay que actuar contra ellos?
La solución es realmente sencilla, simplemente habrá que aplicar insecticida, te servirá uno de amplio espectro pues son muy polivalentes. Eso sí, no tengas temor por fumigar tu planta a conciencia, al contrario, debe ser rociada por completo, dado que en caso contrario los trips se refugiarán en recovecos y no lograrás acabar con ellos. Por cierto, antes de pulverizar el producto conviene que te protejas con guantes (e incluso con gafas y mascarilla).
Basta con aplicar insecticida para sanear la planta que, de lo contrario, ve muy mermado su vigor.
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Pesticidas naturales
El tratamiento también puede ser a base de productos naturales, como el jabón potásico, sin toxicidad para el ser humano y otros animales, aunque sí combate eficazmente insectos y arañas tales como los trips, la mosca blanca, el pulgón o la araña roja.
El consejo es que rocíes con este insecticida orgánico seguro para las plantas y el medio ambiente insistiendo bien en la zona de los nervios, pues es su preferida y la que estará más afectada.
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Acuden al huerto
¿Tienes huerto? Pues ten en cuenta que algunas de las frutas y hortalizas que pueden verse afectada por la presencia de trips son las sandías, los melones, los tomates, las cebollas, los pimientos, las berenjenas o el calabacín, entre otras.
Manteniendo a raya las malas hierbas conseguirás prevenir su llegada y, también, si apuestas por la rotación de cultivos.
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La mejor receta, la prevención
Para prevenir la llegada de esta molesta plaga, ten en cuenta que una forma natural es contar con la presencia de sus enemigos, como mariquitas, crisopas y bichos depredadores, que luchan también contra la mosca blanca. Y aunque una tierra abonada siempre es buena para aportar nutrientes a la planta, es mejor evitar el exceso de nitrógeno en el sustrato, que atraerá a estos pequeños insectos.
Tampoco está de más que observes periódicamente las plantas en busca de señales de plagas o enfermedades, pues cuanto antes actúes menos daños causarán. Por ejemplo, en el caso de los trips es vital la rápida detección, pues se propagan rápidamente.
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