Hay pocos alimentos tan representativos de la despensa de otoñal como la calabaza. Un tesoro hortícola, perteneciente a la familia de las curcubitáceas (la misma que el pepino, el melón, la sandía…), que podemos usar tanto en recetas saladas como dulces gracias a su gran versatilidad.
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Sin olvidar, claro, sus grandes propiedades nutricionales, entre ellas:
- Es baja en calorías (entre 25 y 30 kcal por cada 100 gramos, por lo que es ideal en dietas de control de peso).
- Su alto contenido en agua y fibra nos ayuda a estar saciados.
- Es rica en betacarotenos que el cuerpo transforma en vitamina A. Esta vitamina protege la vista, mejora la salud de la piel y refuerza el sistema inmunitario.
- Es buena fuente de vitamina C, contiene vitaminas del grupo B y aporta minerales esenciales (potasio, magnesio, calcio…).
En ¡HOLA! Cocina nos encanta utilizar la calabaza para todo tipo de recetas, desde la clásica crema, a otras ideas (ensaladas, platos al horno, guarniciones, postres….). Y como nunca nos cansamos de ellas también nos gusta poner la vista fuera de nuestras fronteras y ver qué recetas con calabaza son típicas en otros países.
En esa búsqueda nos hemos topado con el Risotto allá Zucca, un risotto típico del norte de Italia, sobre todo de la región de Lombardía, con la calabaza como producto estrella.
A este alimento se suman otros ingredientes propios de los risottos más clásicos: arroz de la variedad arborio o carnaroli; caldo de verduras, cebolla, vino blanco y queso rallado
El resultado es plato de textura de muy cremosa y aterciopelada, con un sabor donde se mezcla el toque dulzón de la calabaza y el salado del queso.
Las calabazas más usadas en Italia para este platos son las de la variedad Moscada o Mantovana, pero en España podemos sustituirlas por algunas más comunes aquí como la calabaza violín (butternut) o la potimarrón.
RISOTTO A LA ZUCCA, PASO A PASO
Vamos con el paso a paso para hacer en casa este plato con sabor a Italia, perfecto para los menús otoñales.
INGREDIENTES:
- 300 g de arroz tipo carnaroli o arborio
- 500 g de calabaza (tipo butternut o violín), pelada y en cubos pequeños
- 1 cebolla pequeña, finamente picada
- 1 litro de caldo de verduras caliente
- 50 g de mantequilla
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 100 ml de vino blanco seco
- 60 g de queso parmesano rallado
- Sal y pimienta negra al gusto
- Hojas de salvia o un poco de romero fresco (opcional)
ELABORACIÓN:
-Calienta el aceite y 25 g de mantequilla en una cazuela amplia.
-Añade la cebolla picada y los dados de calabaza.
-Sofríe a fuego medio durante unos 8–10 minutos, removiendo frecuentemente hasta que la cebolla esté transparente y la calabaza empiece a ablandarse. Opcional: añade un chorrito de caldo caliente si notas que los ingredientes se pegan o se doran demasiado rápido. Esto ayuda a cocerlos suavemente y potenciar el sabor.
-Incorpora el arroz directamente al sofrito. Remueve 1 o 2 minutos hasta que los granos estén brillantes y ligeramente transparentes en los bordes. Esto sella el almidón y prepara el arroz para absorber el caldo sin volverse pastoso.
-Añade el vino blanco y deja que se evapore el alcohol, unos 2 minutos, removiendo constantemente.
-Comienza a añadir el caldo caliente, poco a poco (una cazo cada vez), esperando que se absorba casi por completo antes de añadir más.
-Mantén el fuego medio-suave y remueve con frecuencia durante 18–20 minutos.
-La calabaza se deshará parcialmente, creando un color naranja uniforme y una textura cremosa.
-Retira la cazuela del fuego cuando el arroz esté al dente.
-Añade la mantequilla restante y el queso parmesano.
-Remueve hasta obtener un risotto brillante y cremoso.
-Ajusta de sal y pimienta al gusto.
-Deja reposar 1 minuto tapado.
-Sirve de inmediato, con un poco más de parmesano por encima y, si quieres, unas hojas de salvia fritas o un hilo de aceite de oliva virgen extra.