En casi todos los estudios que se realizan en España sobre cuáles son nuestros platos favoritos, las croquetas siempre se encuentran entre los primeros puestos del podio -junto a la paella, la tortilla de patatas, el gazpacho, el cocido y el cordero asado-. Y son las de jamón el sabor preferido por todos -después le siguen las de cocido, las de trufa, las de pollo y las de bacalao-. Rescatamos la receta clásica, la de toda la vida, la que ya hacían nuestras abuelas, heredaron nuestras madres y ahora nosotros te invitamos a seguir con este maravilloso y sabroso legado.
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Qué tipo de jamón podemos usar para las croquetas
En España, las croquetas se han convertido en una tapa imprescindible y se estima que cada habitante se come unas 151 unidades de ellas al año. Cuando hablamos del mejor jamón para hacer esta clásica elaboración de origen francés que hemos adoptado como nuestra, hay que decir que en sus inicios no se le daba la importancia actual, ya que era una manera de aprovechar restos -sucedía con el jamón y con otros ingredientes, pues no olvidemos que las croquetas nacieron como 'cocina de restos'-.
Pero hoy buscamos darle protagonismo al sabor -tanto que podemos infusionar la leche de la bechamel con huesos de jamón de bellota o añadir un poco de caldo casero -. No hay que ir tan lejos, aunque está claro que si utilizamos un jamón ibérico de bellota, el resultado será sublime y su grasa le aportará una gran cremosidad. Pero también quedan buenísimas con un jamón de cebo, que tiene algo menos de potencia que el primero.
Cómo congelar las croquetas
Te recomendamos que cuando hagas croquetas, prepares más cantidad y las congeles, porque se puede hacer perfectamente y así siempre que te apetezcan, las tendrás disponibles en un momento. Aquí van nuestras recomendaciones.
- Una vez que tengas lista la masa y la dejes enfriar, deja que repose en la nevera.
- Dales forma y pasa por harina, huevo batido y pan rallado para que queden bien selladas y no se abran al freírlas.
- Colócalas separadas dentro de una bandeja y congélalas durante 1 hora.
- Cuando se hayan endurecido, introduce las croquetas en bolsas de autocierre o recipientes herméticos.
- Etiqueta con la fecha y con el sabor que tengan. Duran hasta 3 meses en perfecto estado.
- No hace falta que las descongeles, puedes freír directamente las croquetas en aceite bien caliente o cocinarlas en el horno.