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Esta es una de las recetas más tradicionales de la cocina española -de origen no muy definido-, cuya base, además del pollo, es una salsa hecha con yema de huevo, almendras, azafrán y pan. Originalmente, se hacía con gallina, pero como es una carne más dura, se suele hacer esta versión con pollo.
- 1 unidad de Pollo en trozos
- 2 dientes de Ajo
- 1 unidad de Cebolla
- 1 trozo de Pan
- 4 cs de Almendra entera tostada
- 2 ud de Huevo
- 1 vaso de Vino blanco
- 1 vaso de Caldo de pollo
- 6 hebras de Azafrán
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva virgen extra
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1.
Cocemos los huevos en agua hirviendo durante 12 minutos y cuando estén fríos los pelamos y separamos las yemas de las claras.
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2.
Pelamos y picamos la cebolla y los dientes de ajo.
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3.
Salpimentamos los trozos de pollo y los doramos bien por todos los lados en una cazuela con aceite de oliva. Retiramos y reservamos.
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4.
Quitamos un poco de aceite de la cazuela y pochamos el ajo y la cebolla aprovechando los restos que han quedado de freír el pollo.
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5.
Tostamos las hebras de azafrán en una sartén y reservamos.
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6.
Troceamos el pan y lo doramos en la sartén con un pelín de aceite.
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7.
Echamos en un mortero las almendras tostadas, el pan tostado, el azafrán y las yemas de huevo y majamos.
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8.
En la cazuela donde hemos pochado el ajo y la cebolla, incorporamos el pollo, el majado y el vino blanco y dejamos que reduzca unos minutos.
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9.
Agregamos el caldo de pollo y dejamos que se cocine a fuego medio durante unos 40 minutos.
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10.
Opcionalmente podéis picar las claras de huevo y echarlas por encima del guiso antes de servirlo.