El posado, con la torre Eiffel de fondo, confirma la creciente autoestima de Camila, quien hace apenas un año hacía frente a las críticas que recibía por su físico: "Estoy agradecida por este cuerpo que me permite hacer lo que necesito hacer. Somos mujeres reales con curvas y celulitis. Y estrías. Y grasa. ¡Y tenemos que querernos, chicas!", exclamaba la artista.