El secreto de su espectacular recuperación no es otro que la disciplina (unida a una genética privilegiada), pues la estrella comenzó a entrenar tan solo seis semanas después del parto: "Hay días que estoy a tope y hago una hora, y otros días que a penas llego a la media hora... ¡Hay que escucharse!", aconsejaba Hiba a través de sus redes.