Su estilo era imitado, sus gestos, analizados al milímetro y su muerte, llorada por ciudadanos de todo el mundo. Sucedió el 31 de agosto de 1997, cuando el coche en el que viajaba se estrelló en el Tunel del Alma en París. Con ella murieron sus sueños, pero nació una leyenda que todavía permanece viva en los corazones de sus dos hijos, Guillermo y Harry, y de muchísima gente