Este martes, los príncipes Pablo y Marie-Chantal de Grecia cumplen 30 años casados. Un día de lo más significativo para el jefe de la Casa Real helena tras la muerte de su padre, el recordado rey Constantino, y primo carnal de Felipe VI. La pareja se ha convertido en una de las más sólidas de la realeza mundial y ha formado una numerosa familia con sus cinco hijos que ya vuelan solos. Lo suyo fue una boda en el exilio, celebrada en Londres por el rito ortodoxo, y a pesar de ser el enlace de un heredero de una monarquía no reinante, congregó a más de mil invitados, entre ellos muchos Reyes y Príncipes.
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La boda del sobrino de la reina Sofía marcó una época. El 1 de julio de 1995, la Catedral Ortodoxa de Santa Sofía de la capital británica se engalanó para acoger a numerosas Casas Reales que quisieron respaldar y apoyar al rey Constantino en este gran día para su dinastía. Tras abandonar la patria, la Familia Real pasó por Italia y Dinamarca, hasta que se instaló en Londres. El último monarca de los helenos fue un hombre de lo más respetado entre los miembros de la realeza y así se demostró en su último adiós con un funeral digno de Rey.
El heredero de la Casa Real griega se casaba con la ‘heredera’ de ascendencia ecuatoriana y estadounidense Marie-Chantal, hija del multimillonario estadounidense Robert Miller, conocido como el ‘Rey de los duty free’. De esta manera se unieron dos linajes. Se habían conocido tras un flechazo en una fiesta en Nueva Orleans y la ceremonia de su matrimonio se convirtió en una auténtica cumbre de miembros de la realeza que estuvo a la altura del estatus del heredero a pesar de estar en el exilio. Pablo y Marie-Chantal aglutinaron a 1.300 invitados, una cifra de récord. Exceptuando el enlace de Isabel II y Felipe de Edimburgo, ningún otro ‘sí, quiero’ celebrado en al capital de Támesis tuvo tantos Reyes y Príncipes. Además de la Reina de Inglaterra, de todos los príncipes herederos de la época, de la Familia Real al completo, la familia Real danesa, los Reyes de Suecia… Nadie se perdió la que fue una de las grandes bodas de la década de los 90.
Pablo de Grecia tiene el privilegio de contar con dos primeros hermanos que son monarcas por vía paterna (Constantino II y la reina Sofía eran hermanos) como materna (la reina Ana María de Grecia es hermana de Margarita de Dinamarca) y si su país no fuera una república, él mismo también habría sido soberano. Un linaje extraordinario es el que le une a estas monarquías por lazos de sangre y amistad y que se han extendido al resto de Casas Reales de Europa.
El vestido de Valentino y la tiara Corsario
El día en que Marie Chantal abandonaba para siempre la soltería, eligió un vestido de Valentino cuyo velo midió cuatro metros que coronó con la tiara Corsario, la que han usado todas las nueras de la reina Ana María en sus bodas (sus hijas ha tenido el honor de llevar la tiara nupcial de su madre).
Tres décadas después de aquel día inolvidable, Pablo y Marie-Chantal siguen tan enamorados como el primer día. Siguen muy implicados en la vida pública de Grecia y les encanta pasar tiempo con sus hijos, con los que van de vacaciones de verano, a la nieve y, por supuesto, al país natal de sus ancestros.