Adolescentes

En qué consiste ‘la caja de arena’, la técnica psicológica que sana adolescentes con problemas emocionales


Hablamos con el psicólogo José Luis Gonzalo y con el terapeuta Iván Rodríguez, que llevan años aplicando en su consulta esta técnica, que permite acceder al inconsciente


Adolescente© Getty Images
22 de septiembre de 2025 - 12:14 CEST

Los adolescentes se encierran, a menudo, en sí mismos, lo que implica que no expresan lo que sienten ni a sus iguales ni, mucho menos, a los adultos. Cuando atraviesan, además, por problemas emocionales de diversa índole, esa introspección propia de la edad puede ser una dificultad añadida. Por eso, José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo clínico, psicoterapeuta y traumaterapeuta sistémico, e Iván Rodríguez Ibarra, trabajador social, orientador familiar y terapeuta de jóvenes, recurren en muchos casos a la técnica de la caja de arena cuando trabajan con adolescentes.

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Juntos han escrito el libro El lenguaje silencioso. La técnica de la caja de arena en la adolescencia (Ed. Desclée De Brouwer),  donde dan a conocer esta técnica psicológica y donde exponen casos reales en los que se ha aplicado. Hemos hablado con ellos sobre esta sorprendente y eficaz herramienta para ayudar a los adolescentes.

Para sentirse libre y seguro y poder expresar vivencias, muchas veces dolorosas, es necesario contar con la seguridad y confianza en la persona que está a tu lado

José Luis Gonzalo Marrodán e Iván Rodríguez Ibarra, terapeutas

¿Qué es el lenguaje silencioso?

Es un libro sobre adolescencia y la técnica de la caja de arena. Por un parte damos algunas claves para entender esta etapa del desarrollo, con sus cambios y oportunidades, y. por otra. introducimos al lector en el proceso de construcción de la técnica con adolescentes. El título evoca la posibilidad de expresar sin necesidad de utilizar lo verbal, recuerdos de situaciones y vivencias difíciles y en ocasiones traumáticas de los pacientes.

¿En qué consiste la técnica de la caja de arena y por qué es eficaz en adolescentes?

Dora Kalff, quien aplicó y usó la técnica dentro del psicoanálisis propuesto por Carl Jung, dice que es el método que se utiliza en terapia tanto con niños y adolescentes como con adultos para acceder a los contenidos del inconsciente. Como su nombre lo sugiere, consiste en jugar en una caja de madera especialmente proporcionada. Se ofrece así mismo la arena seca y húmeda. 

Los pacientes también tienen a su disposición un número de pequeñas figuras con las cuales ellos dan realización formal a sus mundos internos. Las figuras que pueden elegir deben ofrecer de la manera más completa posible, una muestra representativa de todos los seres animados e inanimados que podemos encontrar en el mundo externo, así como en el mundo imaginativo interno. 

Como técnica, se utiliza cuando se ha hecho una evaluación rigurosa sobre lo que le ocurre al paciente, sus síntomas y por qué aparecen estos, su personalidad, recursos psicológicos, entorno de vida sociofamiliar y sus redes de apoyo. Hay que valorar también si es adecuada para el tipo de problema emocional que presenta y si el paciente se siente cómodo con este método de expresión. 

Normalmente, es mejor usarla cuando se tiene claro qué objetivos terapéuticos queremos conseguir y cuando el paciente entiende qué pretendemos al utilizarla. Es necesario que la persona lo haga de manera libre y voluntaria y sepa por qué y en qué le puede ayudar. No es una manera más “divertida” y “atractiva” de “forzar” a que paciente exprese aquello que no quiere contar o no se siente aún preparado.

En el caso de los adolescentes, a menudo tan cerrados en su propio mundo y lenguaje, puede ser eficaz ya que les permite expresar sin palabras emociones, situaciones y vivencias dolorosas sintiéndose no juzgados y con la libertad de realizar historias y mundos con la suficiente distancia emocional para no desregularse .

En el libro, presentáis la caja de arena como refugio para el adolescente. ¿Cómo se logra transmitir esa sensación de seguridad?

Todo proceso terapéutico, a nuestro entender, seria ineficaz sin una buena vinculación previa paciente-terapeuta. El adolescente debe sentirse seguro en la que denominamos “sala de valientes” (así le llamamos a la sala de terapia infanto-juvenil, diseñada como un espacio adaptado a ellos y a sus necesidades). Tenemos que procurarle un lugar donde pueda expresarse sin ser juzgado, desculpabilizarle en caso de que sea necesario y trasmitirle nosotros mismos con nuestra relación terapéutica y autenticidad esa seguridad de la que hablamos.

Dora Kalff, una de las autoras de la caja de arena, decía que solamente puedes crear si eres completamente libre, pero a la par te sientes en seguridad. La caja de arena ofrece ambas, por un lado, la libertad de hacer lo que quieras, representar lo que desees; pero, a la vez, necesitas la seguridad de hacerlo dentro de los límites de la caja, que es más que un contenedor de las miniaturas, es un contenedor de la propia psique simbolizada en la caja mediante estas. Y la seguridad que sientes con tu psicoterapeuta y con las personas con las que te vinculas en tu vida cotidiana, por supuesto.

© Getty Images/Maskot

¿Qué beneficios aporta la caja de arena frente a otras técnicas?

Es una técnica compleja para ser sometida a los estándares de la investigación. Aun así, los estudios que se han hecho han revelado que resulta eficaz en el tratamiento de diferentes tipos de problemas y trastornos psicológicos, es decir, es una técnica basada en la evidencia. La psicóloga Nerea Benito ha hecho una revisión de todos los estudios que demuestran esta evidencia científica, y la mencionamos en el libro.

Es efectiva porque el tratamiento de las cuestiones que tienen que ver con nuestra salud mental no debe hacerse sólo mediante la palabra. Hay que implicar al cuerpo y a los aspectos sensoriales de las experiencias, porque estas quedan grabadas también a este nivel. De este modo, se actúa sobre todos los componentes (imagen, pensamiento, emoción y cuerpo) y se integran mejor los problemas psicológicos

Se ha comprobado que la mera racionalización o comprensión cognitiva no soluciona estos. Hay que estar en contacto con la emoción que suscitan (y cuando decimos emoción, decimos también cuerpo) para una resolución. Y hay que estar en la emoción sin sentirse desbordado por ella. En este sentido, la caja de arena ayuda a los pacientes a mantenerse en niveles óptimos de activación emocional, por lo que el paciente no se siente abrumado. 

En el caso de los niños y adolescentes, el trabajo psicoterapéutico con los padres es fundamental e insustituible

José Luis Gonzalo Marrodán e Iván Rodríguez Ibarra, terapeutas

La caja de arena ayuda a liberarse emocionalmente. Al expresarse mediante las metáforas y las historias que suceden en el mundo imaginario, el paciente consigue un alivio emocional. Sin embargo, suceden más cosas. Según Dora Kalff, la caja de arena consigue llegar a la capa más profunda de la psique (inconsciente). Al elegir miniaturas, elegimos poderosos símbolos universales que tienen el mismo valor para toda la humanidad (por ejemplo, lo mismo para un español que para un chino) y nos ayudan a encontrar una comprensión profunda de nuestros problemas

Jung decía que existen arquetipos para cada persona, lugar, objeto o situación que hayan tenido una fuerza emocional para un gran número de personas a lo largo de un extenso período de tiempo. Es lo mismo que ocurre con la literatura, las series o el cine: tienen el mismo valor para todos y nos atraen poderosamente y nos ayudan a comprendernos a nosotros mismos. Es lo que el psiquiatra Jung llamó el “inconsciente colectivo”, poblado por símbolos que tienen un valor universal.

Queremos también destacar que es una técnica que utilizamos dentro del modelo de traumaterapia sistémica desarrollado por el Dr Jorge Barudy y la psicóloga Maryorie Dantagnan junto con otras técnicas bajo una mirada bio-psico-social.

En el caso de los niños y adolescentes, el trabajo psicoterapéutico con los padres es fundamental e insustituible, así como con el contexto psicosocial donde estos se desenvuelven (tutor del centro escolar, por ejemplo)

Explicáis la importancia de presentar de manera adecuada la caja de arena para que la técnica funcione. ¿Cómo ha de presentarse y por qué?

Uno de los aspectos que hacen que la caja de arena sea un método tan interesante terapéuticamente es que el paciente no debe saber hacer nada ni se requieren habilidades especiales. Nunca se juzga lo que este haga. Tiene total libertad de hacer lo que desee. Como hemos dicho, “no puedes crear nada si no eres completamente libre”, decía Dora Kalff. Pero tampoco funcionaría una libertad sin ningún límite ni ninguna protección. Por eso, aunque la persona puede construir la caja como desee, debe de cumplir solo dos reglas: no arrojar la arena fuera y ceñirse al espacio de la caja para construir la escena que haga, no se puede salir de esta. Libertad con seguridad. 

A partir de ahí, la persona frente a la estantería selecciona (sin pensar mucho, dejándose llevar, permitiendo que las miniaturas o muñequitos “le elijan”), lo que quiera, y construye dentro de la caja lo que desee: una escena, un mundo imaginario, lo que hay en su interior, una historia… Se guarda silencio (este es fundamental para conectar con el interior) y cuando el paciente ha terminado, este, junto con el terapeuta, caminan juntos alrededor de la escena creada, mirándola, en silencio, desde diferentes ángulos. Esta fase es importante porque los dos hemisferios del cerebro empiezan a interconectarse y la persona comienza a ser consciente y a darse cuenta de lo que ha creado. A partir de ahí, el paciente expresa con palabras, espontáneamente, lo que le venga a la mente, y el terapeuta valida lo que aquella verbaliza -si quiere verbalizar- y le ayuda con preguntas que susciten la curiosidad y el interés por conocer su mundo en la arena: los personales, los elementos… qué piensan, hacen, sienten… qué relaciones tienen entre sí, qué necesitan… Suele haber zonas o elementos en oposición. La caja de arena ayuda a integrar vivencias opuestas. 

Se hacen pocas verbalizaciones por parte del terapeuta, se trata de no contaminar e intervenir lo menos posible. Suelen expresarse muchas metáforas y estas hablan por sí solas. 

La conexión emocional con la caja y el terapeuta es lo más importante, porque se llega a una comunicación afectiva y no a una mera racionalización. Resulta fascinante cómo el paciente descubre que lo que ha colocado espontáneamente, sin pensar mucho, al final cobra un sentido. “Las manos resuelven aquello con lo que la mente ha estado luchando en vano”, decía el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. 

A los adolescentes en particular es importante ir familiarizándoles con la técnica desde la primera sesión. Entran en una sala con alguna estantería y alrededor de 250 miniaturas que representan el mundo interno y externo de las personas. En un primer momento pueden sentir que es algo “demasiado infantil” para ellos y suelen asombrase de tan diversos personajes. Se les suele decir que es algo que nos puede ayudar más adelante a trabajar algunas cuestiones. 

En las sesiones posteriores -y ya familiarizados visualmente con las miniaturas- se les indica si les parece bien explicarles para qué sirve la caja de arena. En ese momento -y tras las indicaciones descritas en el libro- comienza la aventura de la creación de historias y mundos. Tras dicha creación, solemos señalar que, a veces, las personas no podemos por diversas circunstancias -o porque nos es más fácil- expresar cosas que nos han ocurrido con palabras y que esto nos puede ayudar a hacerlo de otra forma. Pensamos que el adolescente necesita sinceridad y tranquilidad (no cuestionarse si se le va a analizar o juzgar). Por ello, hablar claro es necesario.

© Editorial Desclée de Brouwer

¿Por qué es tan importante la confianza del adolescente con el terapeuta para que sea eficaz la técnica de la caja de arena?

Como hemos apuntado, para sentirse libre y seguro y poder expresar vivencias, muchas veces dolorosas, es necesario contar con la seguridad y confianza en la persona que está a tu lado. La relación terapéutica es el punto de partida para que el adolescente pueda explorar su mundo interior y exterior. Esto es imprescindible hacerlo desde la vinculación, ya que la elaboración o resolución de los traumas solo es posible en el marco de una relación interpersonal que ofrezca una envoltura afectiva.

¿Cómo conectar con el adolescente para poder aplicarla?

Para nosotros y tal como lo explicamos en el libro, la autenticidad en la relación es importante. Los adolescentes “nos pillan” si tenemos dobles intenciones y por ello ser honestos desde el primer momento nos parece importante.

Consideramos que las especificidades propias de los adolescentes precisan de una adaptación de la técnica de la caja de arena a sus necesidades y no a la inversa. Por ello tanto el lenguaje que debemos adoptar para acercarnos a ellos suscitando confianza, la manera de presentar la técnica y la adaptación de las fases de construcción de la caja de arena deben amoldarse a ellos. Nuestro conocimiento del mundo adolescente y la experiencia clínica con ellos nos refrenda en la importancia de aplicar esta de un modo que resulte amable, respetuoso, afectuoso y libre y, al mismo tiempo, muy protector.

El adolescente no es un niño y no quiere que le asemejen a uno

José Luis Gonzalo Marrodán e Iván Rodríguez Ibarra, terapeutas

El adolescente no es un niño y no quiere que le asemejen a uno. Al mismo tiempo, sus intereses se centran en el mundo de lo real (sus amigos, sus relaciones de pareja, sus problemas, la necesidad de comprenderse, sus series y músicas...), por lo que llevarlos al terreno de las miniaturas de la arena y al mundo de lo imaginario puede suscitarles rechazo. Así pues, es importante evitar enfoques interpretativos, confrontadores y que usen la caja de arena para hablar de sus intimidades (cuando no quieren o no están preparados para ello). Una vez tenido en cuenta todo lo anterior, nos queda confiar en los recursos del adolescente y dejarle crear libremente esos mundos comentados.

¿En qué casos es más eficaz esta técnica?

Es muy efectiva y segura cuando se hace muy complicado poner en palabras las experiencias traumáticas almacenadas en forma de recuerdos explícitos (conscientes) o implícitos (inconscientes). Recurrir a los símbolos en la arena para escenificar los contenidos traumáticos ayuda a manejarlos emocionalmente, porque se externalizan, se ponen fuera. Además, el paciente, al tener libertad de hacer lo que desee, desarrolla sentimientos de control sobre el trauma y recupera parte del poder perdido. Esto es fundamental. ¿Cómo una persona, un niño, puede contar con palabras que ha sido violado, vejado, humillado o ha visto o sido testigo de situaciones violentas o víctima de atrocidades de todo tipo? 

Es muy duro, y expresarlo con las palabras puede ser re-traumatizante. El utilizar las miniaturas con libertad, pero con seguridad (todo sucede en el mundo dentro de la caja con arena, que es más que una superficie para colocar las miniaturas, sirve para contener la experiencia porque lo que allí se construye son contenidos de la propia psique proyectados y simbolizados) es la clave de todo el proceso. El papel del terapeuta y el vínculo de confianza y seguridad que se crea entre ambos es fundamental, porque también sostienen y apoyan. 

¿En cuáles no debería aplicarse?

Hay algunos casos en los que debemos valorar cuidadosamente su uso, pues puede estar contraindicada. Hemos de tener precauciones en estas situaciones: los pacientes con trastorno mental grave que no estén tratados y estables y su afectación implique pérdida de contacto con la realidad, aunque hay que ver cada caso. Las personas del espectro autista, si no conservan la teoría de la mente, es decir, que no son capaces de darse cuenta de que lo que se expresa en la caja es un producto mental y lo llevan a la literalidad. 

Pacientes con adicciones que no tengan ninguna red de apoyo, es importante antes estabilizarse y tratar otros temas. Personas que tengan problemas que requieran una intervención que es prioritaria en el mundo real (estar en paro, violencia de género…) Aquellos que tienen una hipersensibilidad táctil y la arena les excita, tampoco es adecuado.  Y cualquier persona que por cualquier motivo no se sienta cómoda con este método y prefiera las sesiones de terapia tradicionales.

© José Luis Gonzalo Marrodán e Iván Rodríguez Ibarra
José Luis Gonzalo Marrodán e Iván Rodríguez Ibarra, autores de El lenguaje silencioso. La técnica de la caja de arena en la adolescencia

Advertís en el libro sobre la psicoterapia en general (no específicamente sobre la caja de arena) que, en algunos casos, la psicoterapia puede estar contraindicada. ¿En cuáles y por qué?

Nos alegra que nos lo preguntes porque es algo que puede chocar a priori, pero que en realidad tiene mucho sentido. En los casos en los que se vulneran los derechos de los niños y adolescentes y se llega a maltratarles, descuidarles, abusarles o a hacerles víctimas de negligencia afectiva, los niños suelen desarrollar mecanismos de defensa (desconectarse del mundo exterior, mostrarse agresivo, etc.). La psicoterapia trata de desmontar o suavizar los mecanismos de defensa para llegar al interior (a las emociones dolorosas) y poder así elaborar lo vivido y recuperarse y mejorar desde el punto de vista psicológico. Un niño o joven en un contexto familiar adverso o traumático necesita estas defensas para sobrevivir. Por ello, postpondremos la psicoterapia individual con el niño o joven y pondremos el foco en proteger a la persona menor de edad y en centrarnos en el trabajo con los padres o cuidadores de esta. 

Además, proponer una terapia individual cuando el problema está en la familia será inútil. Los niños para hacer psicoterapia necesitan, además, de la ayuda y la colaboración de sus padres o cuidadores, que apoyen el trabajo del profesional. Un psicoterapeuta con una hora a la semana en un contexto caótico o desprotector poco puede hacer, salvo acompañar en el dolor al niño o adolescente. Por eso, nosotros proponemos un uso de la caja de arena responsable. Un psicoterapeuta no es alguien que sólo use herramientas psicológicas. Es decir, hay que utilizar las técnicas de psicoterapia basándose antes en una valoración sistémica (la persona dentro de un sistema familiar y social) de la persona menor de edad. Por eso, como hemos dicho, trabajamos dentro de un modelo más global llamado Traumaterapia sistémica (traumaterapiayresiliencia.com) desarrollado por el psiquiatra Jorge Barudy y la psicóloga Maryorie Dantagnan.

¿La técnica de la caja de arena debe emplearse únicamente en terapia, por un profesional, o pueden aplicarla en casa los padres con sus hijos adolescentes?

Debe ser un profesional formado en esta técnica quien la aplique para que su uso sea el correcto. Como hemos explicado no es un “juego” para hacer en casa, ya que requiere de un espacio y contexto adecuado.

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