Salud

El Gregorio Marañón abre una unidad pionera: bebés y padres juntos las 24 h para una recuperación más rápida


El hospital madrileño estrena la única unidad en España que permite a las familias acompañar a sus recién nacidos ingresados día y noche, reduciendo el estrés y favoreciendo el vínculo afectivo


Bebé recién nacido en brazos de su madre© Adobe Stock
14 de septiembre de 2025 - 9:15 CEST

Madre e hijo juntos sin separarse las 24 horas del día y en las mejores condiciones de confort y control médico posibles: es el sentido de la nueva unidad Madre-Hijo que ha creado el Hospital General Gregorio Marañón de Madrid para solventar una necesidad que no estaba del todo cubierta.

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El Dr. Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del citado hospital, nos cuenta cómo es esta unidad y por qué es un hito importante.  

 La importancia de abrir las unidades neonatales a las familias

Hace unos años, los bebés ingresados en Neonatología solo podían ser visitados durante algunos periodos concretos al día. Eran unidades donde estaban todos los bebés juntos bajo la supervisión del personal sanitario. Pero la evidencia científica ha demostrado los beneficios de que las familias acompañen a esos niños el máximo tiempo posible. El resultado de esto son unidades abiertas donde tanto los padres como otros familiares (hermanos, abuelos...) pueden estar las 24 horas con los pequeños.

Es una manera de facilitar el piel con piel, cuyas ventajas están documentadas ampliamente en la literatura científica, y de facilitar el vínculo entre padres e hijos en una situación que no es fácil. Los progenitores deben enfrentarse a un escenario que, seguramente no es el que soñaban, con sus bebés que han nacido con alguna complicación de salud o de forma prematura, lo que requiere de una hospitalización con la que no contaban. Vincularse emocionalmente es más complejo en esta situación.

"El acompañamiento es fundamental. La falta de estimulación continua en los niños tiene graves consecuencias, por eso el contacto piel con piel es tan importante y cuando los padres no pueden hacerse cargo de ellos hay un servicio de voluntariado especializado en el hospital que lo lleva a cabo", explica el especialista. 

© UNIDAD_FOTOGRAFIA HGUGM
Habitación de la Unidad Madre-Hijo del Hospital Gregorio Marañón

Así es la unidad Madre-Hijo del Gregorio Marañón

Para dar un paso más en esa humanización de los cuidados neonatales, el Hospital Gregorio Marañón, con la ayuda de la Fundación AVA, ha puesto en marcha la Unidad Madre-Hijo de hospitalización conjunta. "Es una unidad pensada para casos en que es necesario, conveniente y posible que puedan estar juntos cómodamente 24 horas", comenta el Dr. Sánchez Luna.

De momento, la unidad, que se pone en marcha en estos próximos días, cuenta con dos habitaciones, pero se espera ir ampliando el proyecto, al igual que llevarlo a la zona de Obstetricia para que la mujer que acaba de dar a luz y tiene un puerperio inmediato con alguna complicación no sea separada de su bebé.

La diferencia principal de esta unidad con respecto a otras opciones de hospitalización es que cada detalle se ha pensado para que el confort sea máximo, con el fin de facilitar esa estancia conjunta las 24 horas. En muchas unidades abiertas, los padres pueden estar día y noche con sus hijos, pero en sillones, que no siempre son cómodos, sin baño para asearse... Todos estos factores, sobre todo cuando la hospitalización es más prolongada, acaban provocando que algunos padres renuncien a estar esas 24 horas por la situación.                

Una de las características principales que más se han buscado en esta unidad es que tenga mucha luz natural, como destaca el jefe de Neonatología. "Son habitaciones muy amplias, con ventanas con luz natural, espacios para que los padres puedan estar cómodos y dormir, baño completo dentro del propio espacio, y toda la tecnología necesaria, además de control de enfermería cada dos habitaciones". "No son habitaciones minúsculas, sino un espacio relajante", añade.

© UNIDAD_FOTOGRAFIA HGUGM
Control de enfermería de la Unidad Madre-Hijo del Hospital Gregorio Marañón

Una unidad que lleva a la reflexión

Los bebés que accederán a esta unidad Madre-Hijo son niños que no están críticos, sino que necesitan de una vigilancia médica muy estrecha, que no les permite estar en planta, pero que ya han salido de un peligro vital. Suelen ser niños de los denominados Cuidados Intermedios, el paso entre la Unidad de Cuidados Intensivos y la planta. 

Lo que se pretende, como cuenta el facultativo, es destinar estas habitaciones para "hospitalización transitoria en situaciones especiales". No son para estancias largas y, al tratarse de un centro de referencia nacional, pueden estar en ellas pacientes de otras comunidades autónomas.

"El concepto de humanización se tiene que acompañar de un trato individualizado del bebé", insiste el Dr. Sánchez Luna. "Tanto los familiares que acompañan al bebé como el bebé mismo necesita de esa luz natural que hemos procurado con los grandes ventanales de estas habitaciones", comenta. Para los padres que están en el hospital con su hijo, esa posibilidad de estar cómodos y en un entorno amable redunda en su estado emocional. Cuando un bebé está ingresado, toda la familia sufre grandes cambios, por lo que todo lo que facilite ese duro proceso es un gran avance en un nuevo concepto de atención médica.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.