Hay distintas formas de portear, pero en todas el bebé va pegado a ti, algo que tiene muchos beneficios, como la calma y la seguridad que les induce. Hay distintos métodos de porteo y conviene saber la manera correcta de llevar al niño.

Para ello, hemos hablado con Alicia Orce, psicóloga y formada como asesora de porteo ergonómico profesional, especializada en prematuros y bebés o familias con necesidades especiales y responsable de www.yoporteotuporteas.es.

¿Desde qué peso o edad se puede portear a un niño?

“El porteo ergonómico implica llevar a nuestros bebés cerca de nuestro corazón, con un portabebé que nos deje las manos libres, así que desde su nacimiento con el portabebé adecuado a su peso podremos empezar a colocarlo por ejemplo en un fular de tejido o en una bandolera de anillas”, indica la experto.

Al principio, en los primeros meses de vida del bebé habrá mucho porteo, pero a medida que el pequeño comience a adquirir algunos logros, como gatear y luego andar, habrá menos momentos de porteo. Suele llegar a su fin “cuando el niño prefiera estar más tiempo andando que siendo porteado; no obstante, siempre pedirá brazos aunque tenga tres años, con un portabebé adecuado podremos llevarle en nuestra espalda con una mochila adecuada o en la cadera con una bandolera de anillas”.

¿Hay alguna condición médica o de salud que desaconseje el porteo?

No todas las recuperaciones posparto son iguales, por eso, en caso de que haya habido una cesárea, hay que esperar a que la madre se recupere completamente para empezar a portear. En estos casos, sería su pareja quien se haría cargo del porteo.

En otras ocasiones no es posible el porteo, como cuando la madre tiene algún problema diagnosticado por un traumatólogo o cuando un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico dictamina que no puede coger peso. De cualquier forma, como comenta Alicia Orce, “la realidad es que las mamás siempre cogemos a nuestros hijos en brazos; en este caso siendo conscientes que poquito rato y con el portabebé apropiado”. Además, insiste en la importancia de acudir siempre a una asesora de porteo profesional para atender sus necesidades.

¿Qué método de porteo es más adecuado según las circunstancias de cada familia?

“El portabebé más adecuado será aquel que le ayude a llevar a su bebé junto a ella dejándole las manos libres, y ofreciéndole el contacto que el bebé siempre necesita para sentirse menos estresado y amado”, apunta la especialista.

En el mercado hay muchos tipos de portabebés. La familia debe elegirlo en función de sus necesidades concretas en el día a día y teniendo en cuenta el peso del bebé y cuántos meses de vida tenga. Hay fulares de tejido, bandoleras, mochilas... Como el porteo suele ser compartido con la pareja, hay que elegirlo en función del que resulte más cómodo para ambos. Eso sí, siempre un modelo ergonómico.

¿Qué hay que tener en cuenta para portear con seguridad y ergonomía a un bebé?

Los beneficios del porteo pueden no disfrutarse cuando no se hace de forma correcta. Estas son las recomendaciones de la especialista para portear con ergonomía y seguridad:

• El bebé debe tener las vías respiratorias despejadas, y para eso ha de mirar hacia un lado.
• El niño debe ir vientre con vientre, en la cadera o en la espalda, “jamás de cara al mundo, aunque el portabebé lo permita o así lo haya permitido la opinión del vendedor”. Y explica: “Si le colocamos de cara al mundo recibe una sobreestimación que no puede digerir así como que le deja la espalda totalmente recta y las piernas colgando, pudiendo perjudicarle al caer todo el peso sobre sus genitales”.
• Los pies deben ir fuera del portabebé y nunca usará un reductor o cojín en la mochila aunque se indique.
• El portabebé debe permitir colocar al bebé con la espalda en C, el culito más bajo y las rodillas más altas, respetando su posición fisiológica cómo tenía dentro del útero de la mamá. “No hay que olvidar que los bebés nacen demasiado pronto y necesitan un tiempo para seguir desarrollándose fuera como si el portabebé fuera su útero pero fuera del vientre de la mamá”, señala.
• La colocación apropiada del bebé será siempre con la cabeza fuera y a un toque de un beso, apunta la experta.
• Es importante también que no pase demasiado calor dentro del portabebé y para eso hay que vestir al niño con prendas de algodón y ropa en dos partes, en lugar de una sola pieza. Es importante que no lleve ropa enteriza “que le vaya justa y le levante los piececitos al portear, así como huiremos de los buzos al portearles”.

¿Qué riesgos se pueden correr con un porteo que no sea adecuado?

Por seguridad, durante el porteo el bebé ha de estar siempre con las vías respiratorias despejadas y en posición vertical. Además, “respetaremos su posición fisiológica, porque así evitamos que las piernas de nuestro bebé se les duerman, y que la columna vertebral no se vea totalmente recta y forzada a una posición que por sí solo no adoptaría, esto pasa mucho con mochila de porteo donde el tirante va fijo a mitad del panel, y se utiliza con bebés que no se sientan aún por sí solos”, advierte la especialista.

Colocando bien sus caderas se favorece tanto el anclaje como el desarrollo de las mismas. Por otro lado, como desarrolla Alicia Orce, los bebés han nacido para ser cogidos y movidos, y esto implicará un apto desarrollo de su sistema vestibular, sistema digestivo y, a nivel cognitivo, son bebés con un apego más seguro y un vínculo mejor con la persona que le portea, además de que lloran menos, presentando menos estrés y un sistema inmunológico más fuerte; en definitiva mejora su desarrollo motórico, físico y psíquico”.

Por el contrario, “si elegimos un portabebé no adecuado pensando incluso que lo es o no sabemos utilizarlo por no contar con una asesoría de porteo profesional, al final no portearemos porque llevarlo mal nos hará daño, o no sabemos usarlo, por lo tanto no le estaremos dando todos estos beneficios que el porteo ergonómico ofrece a la familia”, alerta.