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Psicología

La importancia de generar sentimiento de pertenencia en los niños

¿Y si un menor no se siente querido o protegido por su familia? ¿Qué implicaciones puede tener?

Cada vez se habla más de la necesidad de cuidar y prestar atención a la salud mental de nuestros hijos desde que son pequeños, de enseñarles a gestionar de manera adecuada sus emociones. Sabemos que es la base para que todo lo demás funcione correctamente, pero para asentar unas bases sólidas es imperativo que todo niño desarrolle el sentido de pertenencia. “El sentido de pertenencia se refiere a sentirse parte de un grupo o de una sociedad. El origen del sentido de pertenencia está en la familia, ya que es al primer grupo al que pertenecemos”, señala Rebeca Cáceres, doctora en psicología, psicóloga sanitaria y directora de Tribeca Psicólogos. “Los niños, desde que nacen, necesitan pertenecer; esto es, sentirse conectados y vinculados. Que un niño sienta que es parte de la familia significa que se van a sentir tenidos en cuenta, protegidos y queridos”.

¿Puede acaso no ser así? ¿Puede un niño no sentir que forma parte de su familia? ¿O no sentirse lo suficientemente querido o tenido en cuenta por ella? “Sí, un niño podría experimentar no tener sentido de pertenencia”, asegura Cáceres. “Esto podría deberse a diversas razones, como problemas familiares, cambios frecuentes de entorno, dificultades sociales, experiencias traumáticas o falta de apoyo emocional”.

Consecuencias de la falta de sentido de pertenencia en un niño

Cuando eso ocurre, cuando no ha nacido en un niño ese sentimiento de pertenencia, hay una serie de implicaciones que van desde lo emocional y social hasta el rendimiento académico. Estas implicaciones son, tal y como señala la experta, las siguientes:

  • Niveles bajos de autoestima. La autoestima tiene mucho que ver con las relaciones establecidas, ya sea entre iguales o con la propia familia. Por eso, “la ausencia de conexión emocional con un grupo puede afectar negativamente la percepción que tiene un niño de sí mismo”.
  • Problemas emocionales. Teniendo en cuenta que el sentido de pertenencia sienta las bases para un adecuado bienestar emocional, “la falta de pertenencia puede aumentar el riesgo de problemas emocionales, como la ansiedad, el estrés y la depresión”. Así, como explica la psicóloga sanitaria, “los niños pueden llegar a experimentar sentimientos de soledad y aislamiento”.
  • Dificultades sociales. Muy relacionado con las dos consecuencias anteriores, “un sentido deficiente de pertenencia puede llevar al niño a tener dificultades para establecer relaciones significativas, colaborar con otros y participar activamente en entornos sociales”.
  • Bajo rendimiento académico. “Los niños que no tienen sentido de pertenencia podrían tener menor interés por los asuntos relacionados con la escuela e incluso mostrar problemas de concentración”.
  • Conductas problemáticas. “El niño podría intentar llamar la atención mediante comportamientos desafiantes para intentar llenar el vacío del sentimiento de pertenencia”.
En sofá©GettyImages

Cómo se forma el sentido de pertenencia en el niño

El germen del sentido de pertenencia nace, como señalábamos anteriormente, en la familia. Es ahí donde en primer lugar se debe dar y demostrar el afecto que todo niño necesita, así como hacerlos partícipes de las necesidades del propio núcleo familiar, siempre adaptando la información en función de la edad del pequeño en lo que al tratamiento de ciertas cuestiones delicadas se refiere; pero hacerlos partícipes no solo implica eso, sino también contar con ellos en, por ejemplo, la toma de decisiones relativas a planes (que puedan ser movibles) o a la realización de tareas sencillas del hogar, a medida que se van haciendo más mayorcitos.

Una vez que sí ha generado el sentimiento de pertenencia a su familia, los niños “habrán de experimentar esa sensación de conexión y vínculo en el colegio y con sus iguales” y, como indica Rebeca Cáceres, “este vínculo va más allá de la participación en el grupo: implica que el niño tenga una percepción amplia de aceptación”.

La importancia del sentido de pertenencia en un niño

“Es importante cultivar el sentido de pertenencia con los niños desde temprana edad, ya que esto contribuye al desarrollo emocional, social y cognitivo de los niños, promoviendo su autoestima y bienestar general”, subraya la psicóloga. Entender cómo el sentido de pertenencia contribuye a todo eso es sencillo si tenemos en cuenta que, “cuando los niños se sienten parte de un grupo, ya sea familiar, escolar o de iguales, experimentan aceptación, que repercute de manera positiva en la autoestima y en la seguridad emocional”. Esto, a su vez, influye a la hora de crear relaciones sociales saludables, pues “los niños que se sienten conectados a un grupo tienden a desarrollar habilidades sociales más fuertes y a establecer relaciones interpersonales positivas. Esto es esencial para su crecimiento y desarrollo, ya que les permite aprender a colaborar, comunicarse y resolver conflictos”.

También favorecerá un mejor rendimiento académico, pues “aquellos que se sienten parte de un entorno de aprendizaje positivo tienden a estar más comprometidos y motivados en sus estudios” Y, por supuesto, un mayor bienestar general de los niños, ya que “el apoyo social que experimentan aquellos que se sienten parte de un grupo, contribuye a la reducción del estrés y la ansiedad, promoviendo así la salud mental”.

Así, un niño que ha desarrollado sentido de pertenencia mostraría una serie de características:

  • Confianza: “el niño mostrará confianza en sí mismo y en sus interacciones con los demás”.
  • Proactividad: “se involucrará en actividades escolares, familiares y sociales, buscando contribuir, ya que se siente parte del entorno”.
  • Relaciones saludables: “establece relaciones positivas y saludables con compañeros, amigos, profesores y familiares”.
  • Adaptabilidad: “muestra capacidad para adaptarse a cambios en su entorno y nuevas situaciones, ya que se siente seguro”.