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Niños

Pautas (que todo padre debería conocer) para comprar una bici adecuada a los niños

¿Cómo saber cuál es la talla de la bici de nuestro hijo? ¿Debemos comprarla de mayor tamaño para que le dure más tiempo?

¿A qué niño no le gusta montar en bici? La gran mayoría disfruta enormemente sobre dos ruedas; se sienten libres y les encanta practicar cada vez que tienen ocasión. Pero, ¿cómo elegir la bicicleta adecuada para nuestro hijo? ¿Qué aspectos debemos tener en cuenta para decantarnos por una u otra? “A menudo, a la hora de afrontar la compra de una bicicleta para niño ponemos por delante la economía; hay que apostar, de entrada, por comprar una bicicleta de calidad”, aconseja Luis Muñoz Campos, directivo de Trek, fabricante de bicis y productos de ciclismo. Por un lado, repercutirá en una mejor experiencia para nuestro hijo y, por otro, a la larga será más económica, puesto que “hay que pensar también con que una bici de calidad dura dos o tres años más que una bici de baja calidad”, de manera que la podrán aprovechar después “los primos, los hermanos, las hermanas…”.

 

Independientemente de que optemos por una bici de buena calidad o por otra más económica, para que los niños aprovechen al máximo este regalo -que les facilitará, además, el adquirir hábitos saludables en una fase crucial del crecimiento-, es necesario contar con ciertos conocimientos básicos. Esto les ayudará a pedalear de manera segura y evitará generar en ellos un sentimiento de frustración si no lo consiguen precisamente por no tener la bici adecuada.

Pautas a seguir para elegir la bici que el niño necesita

  • Asegurarnos de cuál es su talla

Lo primero en lo que nos debemos fijar es en la talla correcta de la bicicleta, aunque no siempre es fácil acertar con ella si los papás y mamás no tienen el conocimiento adecuado. “Todos hemos pasado por esto de mis padres me compraron una bicicleta enorme y la experiencia fue horrible”, comenta Muñoz Campos. “En general, la talla adecuada para un niño depende de la edad y la altura”. En este punto, subraya la importancia de “no comprar una bicicleta que sea demasiado grande pensando que ya crecerá”. Por mucho que creamos que así le sacará más provecho, en realidad puede ser contraproducente, ya que “esto puede dificultar su aprendizaje y afectar negativamente a su confianza”.

“Los niños crecen alrededor de cinco o diez centímetros cada dos años y una bicicleta dura con cada niño alrededor de dos a tres años como mucho. Eso es así; es un hecho que hay que asumirlo. Es muy importante”, recalca. “Igual que no estamos cómodos con un número de zapatos dos tallas por debajo o dos tallas por encima, la bicicleta tiene tres puntos fundamentales de contacto con nosotros: pedales, sillín y manillar; y encima hacemos un ejercicio sobre ello, así que tiene que estar adecuado al tamaño, sea buena o mala la bicicleta”.

  • La bici de pedales: ¿con ruedines o sin ruedines?

Casi todos los que hoy en día son papás o mamás aprendieron a montar en bici cuando eran niños con una de ruedines. Aunque hoy en día cada vez es menos común ver a los pequeños ciclistas con una de ellas, dado el auge de las bicis de balanceo, “son una buena elección para los niños que son demasiado grandes para una bicicleta sin pedales o para aquellos que necesitan un poco más de tiempo para ganar confianza”, nos asegura el experto.

Las bicis de balanceo son una de las más demandadas desde hace unos pocos años. No son más que unas bicis sin pedales (y, por tanto, sin ruedines) destinadas a niños muy pequeños (de entre 2 y 4 años, aproximadamente). Con ellas, van aprendiendo lo más difícil de montar en bicicleta: mantener el equilibrio. Lo hacen a su propio ritmo, sin presión de ningún tipo y de manera totalmente natural. Cuando quieren dar el paso a una bici ‘de mayores’, solo tendrán que aprender lo más sencillo, que es pedalear. Para ello, el adulto le sujetará por la parte de atrás del sillín hasta que el niño haya sido capaz de pedalear y, en menos de lo crees (puede que, incluso, en cuestión de minutos), ¡sepa montar en bici sin ruedines!

  • El peso de la bici

Algo a lo que no siempre se presta atención y que es importante, sobre todo en las primeras salidas sobre dos ruedas, es el peso de la bici. Si pesa demasiado, al niño o a la niña le resultará mucho más difícil manejarla, por lo que hemos de procurar que sea ligera.

con ruedines©GettyImages

 

Otros aspectos a tener en cuenta

  •  Que la bici se ajuste perfectamente al niño

La talla de la bici es, como hemos visto, esencial para que el niño se adapte bien a ella, pero los niños crecen… De ahí que otro aspecto básico sea que la bici se ajuste perfectamente y con facilidad al pequeño. Sobre todo, hay que fijarse en el sillín, que debe estar a tal altura que permita al niño “apoyar los pies en el suelo” estando sentado. Además, “es aconsejable tener las rodillas más flexionadas al pedalear en el caso de las bicicletas con pedales. Esto les aporta más confianza sobre la bicicleta”.

  • Seguridad por encima de todo

Para garantizarnos la seguridad de nuestro hijo ‘a bordo’ de su vehículo, el experto recomienda también “el uso de luces delanteras y traseras en todo momento para aumentar la visibilidad”. Por supuesto, no debería faltar el casco (aunque para los niños no sea obligatorio), a lo que sería aconsejable sumar también protección para rodillas y codos, puesto que “en los primeros intentos, será normal que sucedan varias caídas, pero con práctica y paciencia pronto cogerá el ritmo”.

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