Mamá con depresión posparto©AdobeStock

Posparto

¿Cómo ha afectado la pandemia en los casos de depresión posparto?

Las consultas psicológicas sobre maternidad aumentaron tras el confinamiento. Nos preguntamos concretamente, ¿cómo ha afectado la COVID-19 a la depresión posparto? y ¿qué hacer para intentar prevenir una situación así?

El desconcierto, el miedo y el desconocimiento se apoderó de nosotros cuando la pandemia llegó a nuestras vidas. En el caso de las embarazadas todavía más, si cabe, ya que el estado de vulnerabilidad de las mujeres en esta etapa de su vida es mucho mayor. Según un estudio realizado por ifeel, meses después del confinamiento, las consultas psicológicas relacionadas con la maternidad se multiplicaron por siete mientras. La crianza, los problemas en los procesos de reproducción asistida y la depresión posparto, fueron tres de las causas más comunes para acudir a un psicólogo.

Si seguimos analizando datos publicados en referencia al aumento de la depresión posparto tras la pandemia, encontramos un informe realizado por la Universidad de Alberta en Canadá. La muestra del estudió concluyó que el porcentaje de mujeres que sufrían depresión posparto, ascendió al 40,7%, frente al 15% de antes del aislamiento social. Y las mujeres que presentaban síntomas de ansiedad incrementó de un 29%, antes de la pandemia, a un 72% después.


Cómo nos ha afectado el confinamiento

El confinamiento, además de afectar especialmente a las mujeres en estado de gestación, fue un duro golpe a nivel psicológico para la mayoría de la población. El psicólogo de ifeel Rafael San Román, relativiza y nos explica: “A muchas personas les ha venido bien, al menos en ciertos momentos desde que comenzó la pandemia. Aunque haya sido un desafío para la convivencia, el ocio o el trabajo, también han ganado en tiempo y en calidad de vida y han podido experimentar (aunque sea en condiciones un tanto artificiosas o provisionales) un nuevo estilo de vida del que se pueden rescatar muchas cosas para el momento presente y el futuro”. Para otras personas, especialmente aquellas sometidas a estresores derivados de la convivencia, el trabajo, la crianza de los hijos, los problemas de salud, pérdidas significativas... el bienestar psicológico habrá estado más a prueba y se habrá desgastado más, pero eso no quiere decir que no pueda remontar”.

Cómo aliviar las preocupaciones de un embarazo en tiempos de pandemia

Hoy en día, después de haber pasado momentos realmente críticos a causa de la COVID-19, ¿qué podemos decirles a aquellas embarazadas que les preocupa esta situación? El experto es muy claro: “Las invitaría a acompañar sus preocupaciones de las siguientes ideas: la situación de la pandemia no es ahora tan grave como lo ha sido en otros momentos desde su comienzo; durante toda la pandemia ha habido numerosos embarazos y partos y no me consta que hayan sido más problemáticos en términos médicos que los embarazos y partos previos a la pandemia; deben informarse con su médico sobre qué medidas de protección deben tomar (concretamente respecto a la vacunación) y confiar en sus indicaciones profesionales”.

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Cómo afrontar una depresión posparto

Una depresión posparto puede presentarse poco después del parto (unos tres meses) o hasta un año más tarde de haber dado a luz. Aunque las causas son inciertas, su origen se atribuye a la descompensación de los niveles hormonales, los cambios físicos que sufre la mujer, los cambios en las relaciones sociales (que todavía se han visto más acentuados por el aislamiento y las medidas de distancia de seguridad a causa del coronavirus) la falta de sueño, sentirse mala madre… “Si hablamos en términos serios, clínicos, en cuanto a ‘depresión’, evidentemente con una ayuda profesional especializada que explore los motivos que la han podido desencadenar, las circunstancias en que tiene que vivir la mujer, sus recursos personales, para determinar el pronóstico y las pautas a aplicar”, dice el psicólogo.

Pero existen otros casos en los que la ansiedad que presenta la madre puede ser menos profunda e intensa: “Si de lo que hablamos es de lo estresante o decepcionante que puede resultar el primer periodo posterior al parto para algunas mujeres, pero sin llegar a generar un verdadero problema de salud que influya en el bienestar de la madre y del bebé, entonces el enfoque es más suave, y debe incluir ‘simplemente’ el escuchar a la madre, empatizar con ella, fijarnos en ella y en sus necesidades (no solo en las del bebé, por mucho protagonismo que acapare), naturalizar sus emociones y pensamientos, autorizarla a que los exprese y normalice…”, nos indica el experto y añade: “Lo que yo sugeriría a esa mujer es que se autorice a sí misma su decepción, su estrés, su miedo, su desgaste físico y psicológico, su falta de ilusión o motivación exultante con la maternidad, y que, desde ahí, se permita compartirlo con su entorno. Esto favorece que ese entorno esté al tanto de la realidad que está viviendo esa mujer y pueda generar una actitud protectora y preventiva, en lugar de estar todos poniendo buena cara en una especie de conspiración del silencio, o de idealización de la maternidad, y luego llevarnos una sorpresa desagradable”, asegura.


Consejos para prevenir una posible depresión posparto

El psicólogo nos da los siguientes consejos para intentar prevenir una situación así:

  • Es importante informarse sobre qué es la depresión en general, qué es la depresión postparto en particular, a cuántas mujeres afecta de verdad, qué se sabe que las ayuda…
  • Por otro lado, aunque no hará milagros, es importante sostener las riendas de la idealización de la maternidad: ilusionarse está bien, pero recordando que la maternidad es difícil y especialmente estresante durante las primeras semanas, en las que las dudas sobre la crianza, los desencuentros entre los miembros de la pareja (si la hay), la intensa fatiga física, hacen que el posparto pueda hacerse cuesta arriba.
  • Pedir apoyo, dejarse ayudar, expresarse, comunicarse, cuidar la comunicación con la pareja, preguntar dudas, resituar a las personas que, desde la buena intención, están desconectadas de cómo estás viviendo realmente la maternidad…

Y para concluir, Rafael San Román nos propone la siguiente reflexión: “A veces, metemos tanto miedo a las mujeres con lo que les va a ocurrir en ciertos momentos de su vida que se hace necesario racionalizar un poco las cosas para no cargar innecesariamente las tintas, ni pasarlo mal antes de tiempo. También para saber distinguir las reacciones naturales de los síntomas realmente preocupantes, cuando toca vivir un momento crítico, sea previsible o no. Ocurre mucho con la menopausia, que genera muchas fantasías ‘negras’ (pesimistas, catastrofistas) sobre cómo será experimentarla, y el posparto podría también ser otro ejemplo. Lo que no quiere decir, obviamente, que no exista la depresión postparto”.

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