Es increíble lo rápido que evolucionan y cambian los bebés en sus primeros meses de vida. Si tu pequeño ha cumplido ya los dos meses, verás cómo habrá conseguido hacer muchas cosas nuevas en comparación al mes pasado. Lo verás más grande, comenzará a emitir sus primeros sonidos, las primeras expresiones que tanta ilusión hacen a los papás… “Desde el nacimiento hasta los tres meses, el bebé experimenta un ritmo de crecimiento muy acelerado. Lo habitual es que, al empezar el segundo mes, su peso haya aumentado ya entre 560 y 1000 gramos”, explica la Dra. Diana Álvarez Guash, pediatra y conocida en redes sociales por su canal de Youtube e Instagram @doctoradipediatra.

Los hitos del bebé en su segundo mes

Sus movimientos

Tal y como explica la doctora, en este segundo mes veremos como el bebé comienza a progresar para alcanzar algunos de los hitos que implica su desarrollo. Uno de los grandes avances es que cuando pongas al bebé boca abajo, él apoyará sus bracitos para intentar levantar la cabeza. Por eso, es importante que dediques todos los días un tiempo a ponerle boca abajo y que así, vaya ejercitando los músculos de la espalda. Un buen momento para hacer esto es antes o después del cambio del pañal, cuando lo tengas tumbado en el cambiador o en una mantita de juegos en el suelo.

Los movimientos del bebé poco a poco se irán ampliando y verás como se mueve mucho más que hace un mes, pero: “A los dos meses el bebé todavía no se puede desplazar por sí solo. Lo que observaremos es que hace movimientos simétricos con sus extremidades, y que intenta levantar la cabeza cuando lo ponemos boca abajo. A esta edad, la mayoría de bebés todavía no son capaces de darse la vuelta. De todos modos, mi consejo es que las familias no se confíen y que no dejen al bebé solo en el cambiador pensando que no se va a mover. No lo hacen hasta que lo hacen, y un momento de despiste puede acabar en un accidente”, aconseja la pediatra y añade: “Veréis como poco a poco irá cogiendo fuerza con el cuello para sostener su cabeza, aunque a esta edad todavía es normal que no lo consigan”.

Su evolución visual y auditiva

Ya reconocerá los estímulos visuales y auditivos y ¡le encantan! Seguirá objetos con sus ojos y reaccionará a los ruidos fuertes. Le gustará que le muestres sus juguetes de colores, con sonidos, canciones… A ello responderán con expresiones como ‘uh’, ‘ah’ y comenzarán a dibujar una mueca en su cara para sonreírte. “Durante el segundo mes de vida, suele empezar la sonrisa social. También empiezan a seguirnos con la mirada, primero en vertical y luego en horizontal, aunque algunos bebés no lo hacen hasta llegar a los tres meses”, detalla la pediatra y nos explica que: “La vista, todavía no está desarrollada plenamente, pero sí son capaces de identificar a sus cuidadores de cerca. En cuanto al oído, reaccionan a los sonidos, pero todavía no son capaces de orientarse hacia ellos. El tacto es también un sentido muy importante en esta etapa para que el bebé se relacione con su entorno, por lo que es importante no ponerle manoplas para no privarlo de este sentido”, aconseja.

El contacto constante

Los bebés en este mes necesitan a su madre o padre muy cerca de ellos. Precisan sentir su olor, su voz y estar en contacto casi permanente. Algo que se vuelve un poco complicado para los cuidadores por la demanda que exigen los bebés, pero una buena solución es el porteo ergonómico. “A esa edad, a parte de su alimento (leche materna o de fórmula), el bebé necesita todavía muchos brazos. Recordemos que lleva 9 meses dentro de su madre, y tan solo unas pocas semanas en el mundo exterior. Así que todavía necesita sentir el calor y la cercanía de sus cuidadores, y no hay nada de malo en ello. Las mochilas de porteo suelen gustar mucho tanto a los bebés como a las familias, ya que permiten darles este contacto dejando los brazos de los cuidadores libres para hacer otras cosas”, recomienda.

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Posibles cólicos del lactante

El llanto es algo inherente a los bebés y es que es la única forma de comunicarse que tienen. Ya serás capaz de diferenciar su llanto cuando tiene hambre, tiene el pañal sucio o simplemente quiera brazos, pero existe un tipo de llanto más especial, agudo y desesperado, que se suele asociar a los cólicos del lactante. Pueden comenzar a manifestarse a partir del mes y medio y se pueden alargar hasta los tres o cuatro meses. Suelen ocurrir por las tardes-noches y durar unas 2 o 3 horas. Los masajes, el porteo y cogerle en brazos en determinadas posturas puede ayudarle a calmarlos, pero lo más adecuado es que si se dan varios episodios seguidos lo consultes con tu pediatra o acudas a un profesional que os ayude a aliviarlos.

Pasear les calmará

Los expertos también recomiendan dar paseos diarios con el bebé desde el primer día, ya sea en el carrito o porteándolo. Es muy saludable caminar por zonas verdes, disfrutar del sol y del buen tiempo, en su caso, y respirar algo de aire fresco os cargará de energía tanto al bebé como a los papás. Eso sí, llévalo bien protegido tanto del sol como del frío.

Crisis de lactancia

Si la lactancia materna va bien, “conviene saber que hacia las seis semanas suele aparecer una crisis. Eso consiste en un periodo en el que el bebé pide tomas de forma constante para aumentar la producción de leche de la madre. Suele durar aproximadamente una semana hasta que esta se adapta a sus necesidades, y normalmente no es necesario ofrecer ningún suplemento de biberón si se trata de una lactancia materna exclusiva”, advierte la doctora. Esto también puede suceder en bebés que se alimenten de leche de fórmula. Los papás tendrán que calmarles con cariño, mimos y que siempre os sientan cerca.

Cómo deben dormir

Hay que tener en cuenta que el bebé debe dormir siempre boca arriba, sin almohada y sin ningún objeto en la cuna. ¡Fuera mantas, peluches, sábanas…! Esto es así debido al riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante, que se produce entre los 2 y 6 meses de edad, y se aconseja que duerma de esta forma al menos hasta los 12 meses. Si duerme en vuestra cama, hay que tener en cuenta las mismas indicaciones y hacerlo cuando los padres no hayan tomado alcohol o fumado. También es conveniente saber que “el sueño del bebé en esta etapa es todavía muy inmaduro. Necesitan de media unas 16 horas de sueño al día, que reparten en varias siestas a lo largo de este”, nos dice la Dra. Álvarez.