El parto es, ya de por sí, un momento traumático para el bebé, quien se ve forzado al abandono del útero materno, donde ha crecido calentito y con total protección hacia el mundo exterior. Sin embargo, para quien no tiene que serlo es para la madre que, después de nueve meses de espera, quiere vivir y disfrutar de este proceso . Si además ve que su bebé sufre un poco menos, mucho mejor. Por este motivo en concreto, los protocolos médicos se han venido suavizando o, al menos, flexibilizando , para tratar de evitar situaciones que puedan suponer estrés para el recién nacido o para la madre. De ahí que, en la actualidad, se venga solicitando de la madre lo que se conoce como un Plan de parto.

Este documento (una especie de acuerdo entre el equipo médico y la paciente) alivia mucho, por ejemplo, a las madres que tienen que dar a luz a su primer hijo, que desconocen el proceso y se ven algo intimidadas por algunos procedimientos o técnicas que pueden darse durante el alumbramiento. Y también para las mujeres que ya han tenido hijos, pues muchas son las que aseguran haberse sentido un sujeto pasivo en el parto , que está siendo manipulado para facilitar el nacimiento pero que ni se les explica ni se les da otras opciones.

“Muchas son las mujeres que han comentado su rechazo a dinámicas de parto en las que no se les ha tenido en cuenta y en las que se las ha sometido, por ejemplo, al rasurado del vello púbico o a la administración de un enema para limpiar el intestino cuando ambos procedimientos están desaconsejados”, nos dice Mercedes Pérez, abogada de DS Legal y especialista en este tema. De ahí que ese Plan de parto y nacimiento se haya convertido en una herramienta fundamental para la futura mamá.

¿Qué es un plan de parto?

Un Plan de parto y nacimiento es un documento, nos explica la abogada, “que recoge el sentir de la mujer embarazada y que trata de dar voz a la mujer en este momento tan especial de su vida, para que pueda conectar con los profesionales que le van a atender en el alumbramiento”. En él la mujer expresa sus preferencias, necesidades, deseos y expectativas sobre el proceso del parto y el nacimiento.

Ahora bien, en ningún momento se puede poner en riesgo la salud de la madre o del hijo. Por ello, siempre “debe encontrarse dentro de los límites médicamente reconocidos”. El centro y el equipo médico, por su parte, deberá intentar seguirlo dentro de los medios posibles con los que cuente y “siempre que no aparezca una circunstancia inesperada que ponga en riesgo la salud de ninguno de ellos”.

Contenido de un plan de parto

El contenido de un Plan de parto tiene, como aspectos más relevantes los relativos al propio momento del alumbramiento, sobre todo, el tratamiento y manejo del dolor , pues “es un factor que puede modificar la propia dinámica del parto”, nos explica la experta. En este caso, hablamos de la administración o no de la anestesia epidural o de otro tipo de anestesias. Sin embargo, también recoge:

• La decisión o no de una monitorización del feto mediante distintas aparatologías que puede precisar que la mujer esté unida a ella de forma externa con correas a un monitor vía abdominal. Se puede elegir una monitorización continua o intermitente (que te permite conservar cierta libertad de movimientos).
• Si quieres conservar esa libertad de movimiento y determinar qué posturas son para tí más cómodas.
• El acompañamiento en el quirófano y la privacidad en la habitación una vez ha nacido el niño.
• La posibilidad de que la madre sea quien realice las primeras atenciones de higiene.
• La realización o no de una episiotomía.
• El tiempo de espera para el corte del cordón umbilical o si se desea donarlo o que sea el acompañante quien lo corte.
• El contacto piel con piel inmediatamente después de que nazca tu bebé.
• El inicio inmediato de la lactancia.

En cuanto a las circunstancias que rodean a la madre, pero no necesariamente al equipo médico, hay otra serie de circunstancias que también puede incluirse como la elección de la ropa que llevarás (si quieres que te la proporcione el hospital o tú misma), si necesitas o quieres una música que te ayude a relajarte o algún tipo de elemento que te ayude a estar más cómoda.

Todo ello supone, nos dice la experta, “que la madre no pueda elegir un parto a la carta (no consiste en ésto), pero sí facilitarle la expresión de algunos deseos para mejorar su experiencia, pudiendo ayudar al equipo médico, mejorar la dinámica del parto y que éste sea un recuerdo feliz para los padres”.

¿Cuándo tengo que cumplimentar el plan de parto y dónde solicitarlo?

El Plan de parto es un documento legal, por lo que debe ser cumplimentado antes de la entrada a quirófano y, además, firmado por ambas partes, pues se concibe, a su vez, como parte de un consentimiento informado (como cuando acudes al hospital a realizarte cualquier prueba). De esta forma:

1. Tenemos por un lado el Plan de parto, en el que la mujer expresa sus preferencias y que es optativo, es decir, la madre es quien decide rellenarlo y entregarlo, pero puede no hacerlo. En este caso, es la propia mujer quien lo redacta y lo entrega en el hospital con el tiempo necesario para que el ginecólogo pueda revisarlo.
2. Por otro, el Consentimiento informado, que sí es obligatoria su firma y entrega, con el que la madre afirma conocer los riesgos del parto y haber sido informada sobre la naturaleza y finalidad de la intervención.

Este primer documento (el segundo se rellena a la hora de ingresar en el hospital), se recomienda elaborarlo entre las semanas 28 y 32 del embarazo, para que, como hemos dicho, se tenga el tiempo suficiente de planearlo con tranquilidad y elegir de una manera consciente e informada todos los aspectos relativos al parto, así como consultar con el médico todas las dudas que se nos presenten.

Una vez cumplimentado, puede entregarse al equipo de matronas y de obstetras que van a atenderte, pero también en el propio hospital, quien lo incorporará a tu historia clínica. Incluso, puedes llevarlo contigo el mismo día que te ingresen. El propio Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad recoge un documento de guía en su página web que puedes descargar y rellenar.

Si hay riesgo, el plan de parto ha de ser modificado

Por último, hay que destacar que si se produjera cualquier complicación durante el parto, nos dice la experta, “será el ginecólogo que lo dirige quien modifique, en ese mismo momento, cualquier aspecto, teniendo en cuenta siempre las circunstancias clínicas de cada caso e informando a la madre, de quien deberá obtener su consentimiento”. Si ésta no lo otorgase y el facultativo considera que es un caso de emergencia o de peligro de vida, la última palabra la tendría él mismo.