"Siempre que contamos nuestra historia empezamos con un “no recordamos el día en el que nos conocimos”, y así es. Nuestras madres son de Santa Ana, un pueblo de Cáceres cercano a Trujillo. Fernando ha vivido siempre en Madrid y yo durante mi infancia y adolescencia en Huelva.
Cuando llegaban las vacaciones, íbamos a visitar a nuestros abuelos, con lo que hemos coincidido siempre durante esas fechas e igual que nosotros, nuestros amigos. Hemos formado parte del mismo grupo desde que éramos pequeños. A pesar de los cuatro años que nos separan, Fernando y yo siempre fuimos muy buenos amigos, hasta que llegó un verano en el que ambos estábamos en la universidad, en el que empezamos a vernos de forma distinta. Y por miedo a perder esa amistad, no fue hasta unos meses más tarde cuando empezamos a salir. Yo ya estaba en Tarragona estudiando medicina y él en Madrid, con lo que los siguientes seis años los pasamos a distancia. Luego hice el MIR y me mudé a Madrid".
- Detalles del rito de la velación nupcial que debes conocer si te casas por la iglesia