Sin embargo, ahora es ella la que hace un guiño nostálgico a esta fecha tan señalada y publica en sus redes sociales un curioso montaje dividido en dos fotos, una de cuando era niña y otra en el día de su boda. Estas imágenes guardan, al menos, dos décadas de diferencia entre sí, pero les une el hilo conductor de su vestido de novia. Same but different (igual pero diferente), rezaba el título de la imagen. Una evidencia que se reafirma en esta comparativa: una pequeña Eugenia de York vestida de novia, con un vestido de manga larga y un ramo de flores blancas. Al lado, su 'yo' actual luciendo el ya icónico diseño de Peter Pilotto aquella mañana de octubre de 2018.
Este montaje ha inundado de comentarios la publicación, reafirmando el asombroso parecido entre ambas 'Eugenias'. 'La misma sonrisa, el mismo brillo en los ojos...", comentaban, "¡incluso el peinado es casi idéntico!", exclamaba otro. La única diferencia que les separa es su tocado: de niña se uso una corona de flores blancas y de adulta, la imponente tiara Greville Emerald Kokoshnik, con esmeraldas, platino y diamantes. Además, de pequeña se imaginó llevando un velo de tul prendido del tocado, algo que a sus 28 años rechazó, alejándose de los cánones más tradicionales e imponiendo un nuevo modelo de novia moderna dentro de las rígidas normas de la Casa Real británica. A pesar de que en ambas fotografías llevan un diseño de manga larga, la Eugenia actual apostó por un escote en 'v', tanto en la parte delantera como posterior, para mostrar con orgullo la cicatriz que tiene en la espalda, fruto de una operación de escoliosis. Además, ha llamado la atención la elección del ramo, un diseño, en ambos casos, de flores blancas y en forma de cascada.