Pese a que el calor nos ha dado un respiro, el verano y las altas temperaturas volverán la próxima semana para poner a prueba nuestra resistencia al calor. La subida de la luz y el trabajo en casa, con ordenadores y otros aparatos enciendidos, pueden convertir las horas más calurosas del día en una auténtica tortura.
Como nos explica Reme Navarro, de Mi Farma, En primer lugar, evitar las duchas de agua excesivamente fría. Esto hace que se active nuestro organismo con el fin de que aumente la temperatura y no pierda calor. Puede resultar contraproducente si se quiere evitar las consecuencias de las altas temperaturas.
Asimismo, explica la farmacéutica, el cuerpo humano es una fuente de calor y debemos evitar utilizar ropa muy oscura, ya que puede dificultar la transpiración del cuerpo humano. Por ello, se recomienda utilizar ropa transpirable y de colores claros durante esta época.
Para evitar la deshidratación, será fundamental beber agua de manera regular y hacer comidas ligeras donde priman los alimentos ricos en agua.
No se debe abusar de las bebidas con cafeína, azucaradas o el alcohol. Asimismo, incorporar un poco de picante en nuestra dieta puede ayudar a regular la sudoración.
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Mantente bien hidratada
Según la recomendación de los expertos, se deben beber unos dos litros de agua al día en adultos para la buena hidratación en temporadas calurosas. La hidratación es especialmente importante en el caso de los niños y las personas mayores, puesto que se muestran más delicados ante las altas temperaturas. En su caso, también se recomienda la ingesta de bebidas isotónicas para la recuperación de las sales minerales, recuerda el Dr. Ferran L. Tognetta, director médico de e-health de DKV Seguros.
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