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Han pasado las semanas y ya es la hora. Toca recuperar la forma física, especialmente en nuestras piernas, para volver a correr. El confinamiento durante la crisis sanitaria mundial de la COVID 19 ha alejado tanto a corredores expertos como a aficionados de las pistas, los parques... donde solían practicar running. Durante un largo período no pudieron ejercitarse, y como si de unas largas vacaciones se tratara, la forma física perdida se notará especialmente en los primeros días de una nueva rutina de actividades físicas. Es normal que durante estos meses el estilo de vida haya pasado a ser algo más sedentario, por lo que seguir unas pautas a la hora de volver a enfundarse las zapatillas de correr permitirá que la transición sea más suave y cómoda, para que en un breve tiempo todo vuelva a la normalidad.

 

Va a ser difícil tanto a nivel mental como físicamente, ya que el cuerpo se habrá adaptado a una nueva situación. Paciencia, esfuerzo e ir paso a paso serán las claves que nos permitan llegar al objetivo alcanzado previamente en pocas semanas. Lo peor de volver a los entrenamientos sería forzar el inicio y provocar una lesión que nos deje más tiempo sin actividad física. Así que el descanso, la hidratación y la alimentación juegan un esencial papel en el deporte, pero son aún más importantes si se retoma el ejercicio tras un parón de varias semanas.

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El descanso, imprescindible

Aunque no lo parezca, el cuerpo se acostumbra con rapidez a sus nuevos contextos. El estilo de vida más sedentario que se ha llevado, en general, durante estas semanas provoca que los músculos no estén en su mejor momento. Por ello es importante aumentar el descanso, que tiene que ser imprescindible para evitar lesiones o cansancio demasiado duro. Esto incluye tanto las horas de sueño, siempre ocho recomendables, como los días intermitentes entre descanso y sesión de ejercicios. Dependiendo de tu actividad física anterior tendrás que equilibrar esta balanza, si salías a correr tres días con uno solo de descanso, puedes aumentar un día de descanso durante las dos primeras semanas.

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Estirar y calentar es lo más importante

Aunque pueda parecer extraño, en el reencuentro con las sesiones de running es mucho más importante el propio calentamiento y los estiramientos que las carreras en sí. Siempre es recomendable acompañar estas medidas con cualquier actividad física, pero después de una temporada sin practicar deporte se hacen indispensables para protegerse ante cualquier tipo de posible lesión. Muscularmente estaremos más fríos de lo habitual, por lo que doblar el calentamiento habitual permitirá sentirnos más cómodos a la hora de correr. Los estiramientos posteriores, también los iniciales según el modelo de entrenamiento, mejorarán y recuperarán la elasticidad de los músculos de las piernas, que en pocos días retomarán su capacidad previa.

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Poner objetivos razonables

Es imposible mantener los mismos tiempos y distancias que antes del 'parón'. Ir poco a poco es la única opción viable para recuperar, cuanto antes posible, la óptima forma física que se tenía. Por ello, optar por objetivos razonables durante las primeras dos semanas nos permitirá fortalecer nuestros músculos, evitando además desafortunadas lesiones. Distancias más cortas, senderos más fáciles y olvidarse del tiempo en estos primeros pasos es la mejor opción.

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No dejar de lado el resto del cuerpo

Las piernas no son las únicas partes del cuerpo que habrán sufrido una pérdida de fuerza durante esta fase más sedentaria de lo habitual. La espalda o la zona abdominal son elementos esenciales para desarrollar una buena forma física que permita sacar lo mejor de nosotros en el running. Sesiones específicas para potenciar nuestra musculatura tanto en el tren inferior como superior mejorará el rendimiento deportivo. Obsesionarse solo con fortalecer las piernas puede ser contraproducente, hay que pensar en global.

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Paciencia y fuerza mental

Como todo deporte, el running se basa tanto en la fortaleza física como en la mental. La sensación de fracaso y culpabilidad aparecerá, en menor o mayor grado, al ver que no estamos en nuestro mejor momento al regresar a correr. Sin embargo, es necesario recordar que se debe a circunstancias excepcionales y ajenas. La fuerza mental permitirá un mejor desarrollo tanto físico como emocional. Es normal sentirse débil físicamente en las primeras sesiones, pero es momento de ser conscientes del cambio que durará muy poco con constancia y tranquilidad.

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Otros deportes ayudan

Aunque todavía el deporte esté limitado por la fase de desconfinamiento en la que se encuentre tu residencia, poco a poco se podrán ir practicando distintas modalidades. El running es una de las más populares y completas, pero combinarlo con otras será beneficioso para los objetivos declarados. El ciclismo es una práctica cardiovascular que también incide especialmente en los músculos de las piernas. Una opción que permitirá dar un cambio a nuestros entrenamientos.

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Motivación y gestión del estado físico

Con ganas, energía y constancia, recuperar el estado físico idóneo no llevará mucho tiempo si se había alcanzado antes del parón. Tener motivación suficiente para pasar los malos ratos de las dos primeras semanas permitirá hacerlo sin preocupaciones ni malos sensaciones. Una vez se vaya alcanzando la forma física deseada, habrá que gestionar los entrenamientos hasta convertirlos en los habituales y así volver a la normalidad.

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