Seguro que te ha pasado alguna vez. Estás a punto de acudir a una cita importante, enfrentarte a una entrevista de trabajo, hablar en público o corres contrarreloj para no llegar tarde y, de repente, aparece ese dolor incómodo en la barriga. Un nudo en el estómago, retortijones, ganas de ir al baño o incluso náuseas. No es casualidad ni una exageración: es el cuerpo reaccionando a los nervios.
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Los dolores de barriga antes de un evento relevante son una de las manifestaciones físicas más habituales de la ansiedad anticipatoria. Para entender por qué ocurren, conviene mirar al interior del organismo. El médico José Luis López González (www.drlopezotorrino.com), explica que "cuando una persona está nerviosa el estómago puede doler porque los nervios hacen que el músculo liso del estómago se contraiga y supra como espasmos y eso produce dolor".
No todas las personas reaccionan igual
Según el doctor, se trata de una respuesta involuntaria del sistema digestivo ante una situación percibida como estresante. Y, aunque el síntoma es muy común, no afecta a todo el mundo de la misma forma. Hay quienes nunca sienten molestias digestivas cuando están nerviosos y quienes, en cambio, las padecen de manera recurrente.
Esta diferencia tiene que ver con la sensibilidad individual del sistema digestivo y con la forma en la que cada persona procesa el estrés y las emociones. De este modo, y solo en algunos casos, el estómago se convierte en el principal canal de expresión de la ansiedad.
El estómago también siente: la conexión cerebro-intestino
Desde el punto de vista médico, la explicación va mucho más allá. El aparato digestivo mantiene una relación directa y constante con el cerebro. De hecho, el tracto gastrointestinal es especialmente sensible a emociones como la tristeza, el enfado o la ansiedad y el estrés, capaces de desencadenar síntomas físicos reales.
Esta conexión se explica porque el sistema digestivo cuenta con un entramado nervioso propio, conocido como sistema nervioso entérico. Y, aquí interviene un dato curioso: está formado por capas de neuronas que recorren todo el tubo intestinal y que se comunican de manera permanente con el sistema nervioso central a través del eje cerebro-intestino.
Esta conexión entre el órgano principal de la cabeza, y el intestino es estrecha. Cuando el cerebro detecta tensión emocional, el mensaje llega al intestino, y éste responde con espasmos, cambios en el tránsito o dolor.
¿Cómo se manifiesta el dolor de barriga por nervios?
Esta molestia estomacal puede expresarse de muchas maneras y niveles. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la falta de apetito o las náuseas, los cólicos y gases, la diarrea o el estreñimiento, la indigestión, la acidez, la hinchazón o la distensión abdominal.
También son habituales sensaciones difíciles de describir pero muy reconocibles, que pueden ir desde la presión en la boca del estómago o el cosquilleo, pasando por el hormigueo, la sensación de vacío o esos "nervios en el estómago" que aparecen justo antes de una situación importante.
Una vez que este mecanismo se activa, el margen de control es limitado. Tal y como aclara el especialista, "no hay manera de evitarlo". El cuerpo actúa antes de que la razón pueda intervenir.
¿Se puede prevenir o aliviar?
En cuanto a la prevención, el doctor José Luis López señala que, si intuimos que puede pasar, o ya conocemos tanto a nuestro cuerpo que sabemos en qué situaciones puede aparecer, podemos tratar de relajarnos con técnicas de mindfulness, practicando ejercicio para distraernos del acontecimiento que está por llegar, o realizando alguna actividad que nos despeje la mente.
Si, en cambio, aún a pesar de poner en práctica estas recomendaciones el dolor aparece a menudo, podríamos recurrir a terapia para tratar de entender, y gestionar algún posible trauma o preocupación que nos lleva a sentirnos tan mal ante un determinado suceso o encuentro.
Además, y siempre bajo prescripción médica, el médico comenta que "se podría evitar tomando una medicación para los nervios que sea ansiolítica. Sin embargo, tratar la ansiedad de base puede ayudar en determinados perfiles, aunque no elimina por completo la respuesta digestiva".
Cuando el dolor ya está presente, la actuación se centra en relajar el músculo del estómago. En este sentido, el especialista indica que “la manera de aliviar el dolor solamente se podría hacer con una Buscapina que es un espasmolítico del músculo liso”, un fármaco utilizado para reducir los espasmos responsables del dolor.
Ese malestar abdominal previo a una cita, una reunión o un momento clave no es una debilidad. Es una señal de que el cuerpo reacciona con intensidad ante aquello que importa. Escuchar estas señales permite comprender mejor la relación entre emociones y salud, y entender que, muchas veces, el estómago no se queja sin motivo: simplemente traduce lo que los nervios no saben expresar con palabras.
