Todas las mujeres pasarán por esta etapa, que llega inevitablemente y sin manual de instrucciones. Y lo que es peor, muchas veces, cargada de silencios. Aunque vamos hablando cada vez más de ella, lo cierto es que la menopausia sigue siendo, para muchas mujeres, una etapa rodeada de dudas, tabús y mitos heredados. ¿Por qué nadie nos contó que los sofocos no son lo único, que el cuerpo cambia pero también la mirada sobre nosotras mismas, que la sexualidad no se apaga y que la salud necesita cuidados distintos? Y no, la menopausia no es el final de nada. Por eso, nos hemos preguntado qué es lo que nos gustaría saber antes de cruzar esa frontera, y le hemos transmitido esa duda a la doctora Desirée Trama Figueras, ginecóloga especialista en menopausia, ginecología regenerativa y envejecimiento saludable de Dexeus Mujer y Dexeus Midlife.
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La menopausia, un tema tabú
Una de las primeras preguntas que le hacemos a la experta es por qué piensa que sigue habiendo tanto tabú en lo que respecta a un tema como la menopausia. “Aunque las mujeres cada vez tenemos más voz y poder en muchos ámbitos, algunos temas de salud femenina siguen siendo poco visibilizados, y la menopausia es uno de ellos. En parte, esto ocurre porque culturalmente se la ha asociado con el final de una etapa ‘positiva’ y el inicio de una ‘etapa de declive’. Históricamente, el papel de la mujer se ha vinculado con la fertilidad, la maternidad y el cuidado, por lo que el fin del ciclo reproductivo se ha interpretado erróneamente como una pérdida de valor o vitalidad”, nos detalla la doctora Trama.
Además, añade un dato importante: “En la actualidad, muchas mujeres sienten la presión de ser “supermujeres”: buenas profesionales, madres, parejas y amigas. Reconocer que estamos atravesando una etapa con síntomas que pueden afectar el rendimiento físico o emocional puede percibirse como una muestra de debilidad, y eso lleva a ocultarlo”. Todo esto contribuye, en su opinión, a que la menopausia siga siendo un tema del que cuesta hablar abiertamente.
¿Cuáles son las principales dudas de las mujeres en consulta sobre esta etapa?
Acostumbrada a tratar con mujeres que ya transitan por esta etapa o están a punto de hacerlo, le preguntamos a la doctora cuáles son las principales dudas de las mujeres en consulta sobre esta etapa. “La mayoría de las dudas giran en torno a los síntomas. Muchas mujeres no presentan los clásicos sofocos o sudoraciones nocturnas, sino otros menos conocidos, como dolores musculares o articulares, palpitaciones, ansiedad, irritabilidad, infecciones urinarias recurrentes, aumento del colesterol, entre otros. De hecho, se han descrito más de 200 síntomas asociados a la transición menopáusica”, nos comenta.
Por eso, nos explica que muchas pacientes consultan después de haber visitado a varios especialistas y hacerse múltiples estudios normales, buscando confirmar si lo que sienten tiene relación con esta etapa.
“Otra duda frecuente es si existe alguna manera de saber cuándo ocurrirá la última menstruación que marca el inicio de la menopausia. La realidad es que no hay forma exacta de predecirlo, ya que las analíticas hormonales son muy variables en esta fase. Una mujer con alteraciones menstruales o ausencia de regla por algunos meses (menos de 12) puede tener valores compatibles con la menopausia y, sin embargo, volver a menstruar tiempo después. Es decir, la menopausia es un diagnóstico clínico retrospectivo, se realiza cuando pasan 12 meses sin menstruación”, nos comenta.
Muchas mujeres no presentan los clásicos sofocos o sudoraciones nocturnas, sino otros menos conocidos, como dolores musculares o articulares, palpitaciones, ansiedad, irritabilidad, infecciones urinarias recurrentes, aumento del colesterol
Cuál es la edad de comienzo
Otra de las grandes dudas que pueden tener las mujeres es a qué edad suele comenzar, así como qué factores pueden adelantarla o retrasarla. “La edad promedio de la menopausia en España es 51 años, aunque puede presentarse entre los 45 y 55 años. Cuando ocurre entre los 40 y 45 se considera menopausia temprana, y después de los 55, menopausia tardía. Si ocurre antes de los 40 años, se denomina insuficiencia ovárica prematura”, nos detalla, y añade los factores que pueden influir tanto en que se adelante como en que se retrase.
Factores que pueden adelantarla:
- Tabaquismo (reduce la función ovárica).
- Estrés crónico.
- Antecedentes familiares de menopausia temprana.
- Cirugías pélvicas o de ovarios.
- Tratamientos como la quimioterapia o radioterapia.
- Bajo peso corporal o trastornos alimentarios
Factores que pueden retrasarla:
- Herencia familiar de menopausia tardía.
- Alimentación saludable y equilibrada.
- Peso corporal adecuado.
- Ejercicio regular y ausencia de hábitos tóxicos.
Primeros síntomas que tenemos que tener en cuenta
Es importante valorar los síntomas que pueden ir indicándonos que estamos entrando en esta etapa. “Tradicionalmente, se consideraba que las alteraciones menstruales (ciclos más irregulares) eran los primeros signos. Sin embargo, algunos autores mencionan que los cambios emocionales, cognitivos o del sueño pueden aparecer incluso antes. Esto ocurre por la fluctuación hormonal que afecta neurotransmisores como la serotonina o la dopamina. Por eso, síntomas como irritabilidad, ansiedad, dificultades para concentrarse o ‘neblina mental’ pueden ser señales tempranas de la transición menopáusica”, nos indica.
El descenso de los estrógenos puede generar alteraciones cognitivas, neblina mental, insomnio, irritabilidad, ansiedad o mayor riesgo de depresión y enfermedades neurodegenerativas
El papel de las hormonas
Sabemos que las hormonas tienen mucho peso en esos cambios que, sin duda, nos afectan. ¿Qué papel juegan los estrógenos en el cuerpo femenino y qué ocurre cuando disminuyen?
“Los estrógenos son hormonas esenciales que actúan en prácticamente todos los sistemas del cuerpo”, nos comenta, detallando cuál es su peso concreto en distintos niveles de nuestra salud.
- Sistema nervioso central: influyen en el estado de ánimo, la memoria y la concentración. Su descenso puede generar alteraciones cognitivas, neblina mental, insomnio, irritabilidad, ansiedad o mayor riesgo de depresión y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
- Sistema genitourinario: mantienen la salud vaginal y urinaria. Cuando bajan los estrógenos aparece sequedad vaginal, dolor en las relaciones sexuales, infecciones recurrentes y pérdida de elasticidad.
- Sistema musculoesquelético: ayudan a conservar la masa muscular y ósea, y tienen efecto antiinflamatorio. Su disminución se asocia a dolores articulares, pérdida de fuerza y mayor riesgo de osteoporosis.
- Sistema cardiovascular: los estrógenos protegen el corazón y los vasos sanguíneos. Su descenso incrementa el riesgo de hipertensión, colesterol elevado y enfermedad coronaria.
- Metabolismo: regulan los niveles de colesterol y glucosa, por lo que su disminución puede contribuir a un aumento de peso y alteraciones metabólicas (mayor riesgo de dislipemias y diabetes tipo 2).
La importancia de los hábitos saludables
Es fundamental, en esta etapa de la vida de la mujer, seguir una serie de hábitos saludables que pueden ayudar a transitar esta etapa con mayor bienestar. Pero tal vez no tenemos muy claros cuáles son. La experta nos los resume en los siguientes:
- Alimentación equilibrada: rica en frutas, verduras, proteínas de calidad, legumbres, cereales integrales y grasas saludables. Reducir azúcares y ultraprocesados.
- Ejercicio físico regular: combinar entrenamiento de fuerza, actividad cardiovascular y ejercicios de flexibilidad. La recomendación es de por lo menos 150 minutos a la semana.
- Descanso adecuado: mantener una buena higiene del sueño y rutinas que favorezcan el descanso.
- Gestión del estrés: practicar técnicas de relajación, meditación o mindfulness.
- Evitar tabaco y exceso de alcohol.
- Suplementación personalizada (vitamina D, calcio, omega 3, magnesio, entre otros) siempre bajo control médico.
“Estos hábitos no solo reducen los síntomas, sino que previenen enfermedades cardiovasculares, óseas y metabólicas”, nos cuenta.
Conviene combinar entrenamiento de fuerza, actividad cardiovascular y ejercicios de flexibilidad. La recomendación es de por lo menos 150 minutos a la semana
¿Qué ideas erróneas siguen circulando sobre la menopausia?
- “Una de las ideas más extendidas es que la menopausia marca el “fin de la feminidad” o de la felicidad. Nada más lejos de la realidad. La menopausia no es el fin, sino una transición natural hacia una nueva etapa de madurez y autoconocimiento”, apunta.
- También explica que se piensa que todas las mujeres van a sufrir síntomas intensos o que los tratamientos hormonales son peligrosos, cuando en realidad, con una adecuada valoración médica, pueden ser muy seguros y mejorar notablemente la calidad de vida.
- “Otro mito frecuente es que ‘ya no vale la pena cuidarse’, cuando justamente en esta etapa es fundamental hacerlo más que nunca”.
La importancia de estar bien informada
Para finalizar, le planteamos a la especialista de Dexeus Midlife qué le diría a una mujer de 40 años que aún no ha pensado en la menopausia. La experta lo tiene claro: “Le diría que la información es poder. Conocer lo que ocurre en esta etapa permite anticiparse, cuidarse y vivirla con tranquilidad. La menopausia no debe vivirse con miedo, sino con preparación. Adoptar hábitos saludables antes de llegar a ella —mantener un peso adecuado, hacer ejercicio, dormir bien, no fumar y gestionar el estrés— ayuda a tener una transición más llevadera y con menos síntomas”.
Cada mujer vive su proceso de manera única, y estar informada le permitirá transitarlo con el mejor estado físico y mental posible.
