Noviembre llega cargado de emociones, cansancio y necesidad de introspección. Según Catalina Hoffmann, experta en estimulación cognitiva y entrenamiento cerebral con más de 20 años de experiencia, este mes activa nuestro sistema nervioso y pone a prueba el equilibrio mental. Sin embargo, para la también creadora del método Neurofitness, también puede ser una oportunidad para reconectar con uno mismo desde la calma y la gratitud.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Noviembre: más tensión y menos confianza en uno mismo
El cierre del año invita a la introspección, pero no todos se sienten preparados para conversar consigo mismos. Según Catalina Hoffmann, muchas personas temen enfrentarse a emociones dolorosas o recuerdos incómodos, aunque ese diálogo interno es esencial para el crecimiento personal. Recomienda comenzar poco a poco, en un entorno tranquilo y acogedor, dedicando unos minutos al día a conectar con los propios pensamientos. La escritura manual, añade, puede ser una herramienta poderosa para liberar y ordenar emociones, favoreciendo así un mayor equilibrio mental.
Noviembre, explica Hoffmann, es uno de los meses más intensos emocionalmente: se combina la presión por cerrar objetivos con la reducción de luz y energía provocada por el cambio estacional. Esto alimenta el llamado síndrome de fin de año, una mezcla de cansancio, autocrítica y comparación con los demás que puede afectar al estado de ánimo. Por eso, la experta insiste en transformar ese balance negativo en un ejercicio de autocompasión y autoconocimiento: "Escucharnos sin juicio es el mejor entrenamiento para el cerebro y el corazón".
Uno de los meses más intensos del año
Preguntada por la razón por la que en noviembre nos sentimos más cansados que el resto del año y si tiene esto algo que ver con nuestro sistema nervioso simpático, Catalina nos cuenta que sí, tiene mucho que ver. "Durante esta época del año se acumulan demandas emocionales, laborales, sociales y económicas, que activan constantemente el sistema nervioso simpático y producen picos de estrés, elevando los niveles de cortisol", argumenta.
"Además, al disfrutar de menos horas de sol, nuestro ánimo tiende a decaer y solemos descansar peor, ya que la producción de serotonina está muy influenciada por la luz, y el hecho de que anochezca tan pronto hace que nos expongamos demasiadas horas a luz artificial", agrega.
Lo mejor de las relaciones sociales en los últimos meses del año
Desde la neurociencia, no existe un mes universalmente más intenso para el cerebro, pero Catalina Hoffmann señala que noviembre y diciembre suelen concentrar una gran carga emocional y cognitiva. En este periodo confluyen la presión por cerrar proyectos laborales, cumplir metas pendientes y afrontar los compromisos sociales y familiares propios de las fiestas.
A ello se suma el balance mental que hacemos del año, lo que obliga al cerebro a procesar simultáneamente emociones, recuerdos y decisiones, generando una sobrecarga difícil de gestionar si no se regula adecuadamente el descanso y la atención plena.
Hoffmann también destaca el papel de las relaciones sociales como un potente estímulo cognitivo. Interactuar con otras personas activa múltiples áreas del cerebro: mejora la empatía, la memoria, el lenguaje y la capacidad de adaptación. Sin embargo, aclara que no todas las interacciones producen el mismo efecto positivo. La calidad de los vínculos, la frecuencia del contacto y el grado de implicación emocional son los factores que realmente fortalecen nuestras reservas cognitivas y contribuyen a mantener un cerebro más sano y resiliente.
Consejos prácticos para sobrellevar mejor el mes de noviembre
Hay varias cosas que nos pueden ayudar según nuestra experta. Por un lado, meditar es siempre una gran herramienta, que nos ayudará a volver a la calma cuando sintamos que la situación empieza a superarnos.
También resulta muy útil escuchar música binaural, que estimula la producción de los neurotransmisores responsables del bienestar y la tranquilidad. Además, es muy importante practicar la gratitud.
Para ello, podemos integrar el hábito de comenzar y terminar el día escribiendo tres cosas por las que sentimos agradecimiento, intentando evitar que se repitan. Al principio, este ejercicio puede costar, pero a medida que acostumbramos a nuestro cerebro a pensar en positivo, saldrá de manera más fluida y nos ayudará a cambiar la perspectiva durante todo el día. Otras recomendaciones son:
- Dedicarse tiempo a uno mismo, aunque sean 5 minutos al día. En estos meses en los que vamos a estar pendientes de nuestras responsabilidades con otros (en el trabajo, en la familia y con amigos), ser nuestra prioridad durante unos instantes puede marcar mucho la diferencia y ayudar a reducir nuestro estrés.
- Recurrir a la escritura manual. Emplea papel y boli para practicar el agradecimiento, expresar tus emociones y organizar tus tareas. De esta manera, pondrás en marcha áreas del cerebro que no se activan cuando tecleamos en el ordenador y tendrás una visión más clara de lo que es realmente importante.
- Delegar. Esta palabra parece un imposible para muchas personas, que sienten que deben encargarse de todo. Pero tenemos que ser conscientes de que no somos las únicas personas en el planeta capaces de hacer cosas y de que es mejor algo hecho por otros si el no hacerlo nosotros nos produce paz mental. Delegar no significa que no seas capaz de hacerlo, sino que eres lo suficientemente inteligente como para entender que ninguna tarea es más importante que tu salud.
Este noviembre será distinto. Más positivo. Más amable. Más sereno. Y sin que te des cuenta, llegará diciembre y el año nuevo y desde la calma todos tus objetivos se irán cumpliendo. Pon en práctica los consejos de Catalina y verás como todo se resuelve y avanza.
