María Escario, periodista, sobre su nueva vida tras el ictus y el cáncer: "Aprendiendo a vivir despacio"


La comunicadora, que sufrió un ictus a los 52 años, comparte su nueva forma de vivir. Los neurólogos detallan cómo prevenir esta enfermedad.


María Escario en los premios Concha García Campoy en 2018© Getty Images
3 de noviembre de 2025 - 18:00 CET

La periodista María Escario, que tiene ahora 65 años, y cumplirá 66 el próximo 18 de diciembre, sufrió un ictus en febrero de 2012, es decir, a los 52 años (y fue diagnosticada de cáncer de mama 10 años más tarde). Siempre ha querido sensibilizar acerca de este problema y ha hecho muchas declaraciones públicas gracias a las que sabemos que la pilló en un photocall y que fue como si un bate de béisbol golpeara su nuca

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María Escario en Barcelona en 2013

La comunicadora también ha dicho que coincidió con un momento de mucho trabajo, al que siempre se ha considerado adicta, y por eso, actualmente, la biografía de su cuenta privada de Instagram reza lo siguiente: "Periodista. Soltando amarras de una larguísima vida laboral y aprendiendo a vivir despacio. RTVE en el escudo de la camiseta y siempre en el corazón". 

El caso de María nos hace tomar consciencia de un problema real y de la necesidad de cuidarnos para evitar que suceda. Parece lejano pero, según la Sociedad Española de Neurología, alrededor de 120.000 personas sufren cada año un ictus en España, de las cuales aproximadamente 25.000 fallecen. Y eso no es todo: a nivel mundial, se estima que una de cada seis personas padecerá un ictus a lo largo de su vida. 

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María Escario en Barcelona en 2013

¿Qué es el ictus y cómo se detecta?

El ictus, también conocido como ataque cerebrovascular, se produce cuando el flujo sanguíneo al cerebro se interrumpe de forma brusca por un trombo cerebral, o bien por un sangrado debido a la rotura de una arteria o vena

Su detección y tratamiento precoz son trascendentales, ya que cada minuto sin atención médica puede suponer la pérdida irreversible de millones de neuronas. En este contexto, la educación en prevención y el reconocimiento de sus signos de alerta se han convertido en fundamentales para mitigar su impacto.

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María Escario en 2017

Los síntomas del ictus, según los expertos

"El ictus no siempre da señales previas, y cuando lo hace, pueden ser leves y transitorias", explica el doctor Víctor Gómez Mayordomo, jefe de servicio de neurología del Hospital Blua Sanitas Valdebebas y codirector del Instituto de Neurociencias del mismo centro. El experto pone algunos ejemplos: una pérdida momentánea de visión, dificultad para articular palabras o un hormigueo en la mitad del cuerpo son avisos comunes de un ataque isquémico transitorio, que puede ser un anticipo de un ictus más grave

En caso de reconocer estas señales, según el doctor, no se deben administrar medicamentos ni intentar trasladar al paciente por cuenta propia, sino llamar al 112 para garantizar una atención inmediata en una unidad especializada

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María Escario en 2018

Hábitos que pueden disminuir el riesgo de ictus

La prevención sigue siendo el arma más poderosa. Bajo esta perspectiva, los expertos de Sanitas destacan varios hábitos que pueden disminuir el riesgo de ictus:

Controlar la tensión arterial con regularidad

La hipertensión arterial es uno de los factores de riesgo más importantes de ictus, y muchas veces no provoca síntomas. Por ello, es recomendable medirse la presión regularmente, consumir bajas cantidades de sal y seguir las pautas médicas en caso de tratamiento antihipertensivo. 

Seguir una alimentación que cuide las arterias

Adoptar una dieta rica en aceite de oliva virgen extra, frutas, verduras y legumbres aporta antioxidantes y grasas saludables que mantienen los vasos sanguíneos flexibles. 

Por otro lado, es aconsejable sustituir carnes procesadas por pescado azul y rebajar el consumo de azúcar a fin de mejorar la circulación y prevenir la acumulación de placas que obstruyen el flujo cerebral. En este sentido, la dieta mediterránea supone un modelo ideal para prevenir esta enfermedad.

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María Escario en 2012

Realizar ejercicio físico moderado

La actividad física equilibra la presión arterial y el control del azúcar en sangre, dos de los grandes enemigos del cerebro. En este sentido, caminar rápido, nadar o montar en bicicleta de forma regular estimula la oxigenación cerebral y la función cardíaca. 

De hecho, 150 minutos semanales de actividad aeróbica o de fuerza son sugeribles para disminuir la probabilidad de sufrir un ictus.

Controlar el ritmo cardíaco y el colesterol

La fibrilación auricular, un tipo de arritmia frecuente en adultos, puede generar pequeños coágulos que viajan al cerebro. Un simple electrocardiograma permite detectarla a tiempo y tratarla con fármacos anticoagulantes. 

Del mismo modo, mantener los niveles de colesterol LDL controlados evita el estrechamiento de las arterias cerebrales.

Reconocer los síntomas de forma precisa

El protocolo F.A.S.T. (Face, Arm, Speech, Time) resume los pasos para identificar un ictus como pueden ser comprobar si hay desviación facial, la pérdida de fuerza en un brazo o dificultad para hablar y actuar rápidamente llamando al 112.

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María Escario, Alfredo Urdaci y la reina Letizia en RTVE en 2003

"Lo más importante es entender que el ictus no es un episodio aislado, sino un marcador de salud vascular. Una vez que ocurre, debemos revisar todos los factores de riesgo, tales como la tensión, el colesterol, el peso, el ritmo cardíaco y el estilo de vida. Solo así podemos eludir recaídas y conservar un bienestar físico y mental a largo plazo", concluye el doctor Gómez Mayordomo.

La buena noticia es que, además de la prevención, se ha avanzado mucho en diagnóstico. "Gracias a los algoritmos de la IA podemos acelerar el diagnóstico y, por tanto, hacer una intervención más rápida. Esta herramienta supone, por tanto, un gran apoyo para el trabajo del personal sanitario, reduciendo las complicaciones y mejorando la calidad de vida de los pacientes afectados por esta enfermedad. No obstante, es importante tener en cuenta que se trata de herramientas de colaboración y nunca sustitutivos de una persona real. Con ello lograremos una atención mejorada y todavía más personalizada", indica Elena Luengo, directora de Innovación de Cigna Healthcare en España.

A pesar de esto, cada uno, a título individual, debe poner de su parte y priorizar la salud cada día con pequeños gestos que a  la larga, como confirman los expertos, marcan la diferencia.

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