Este verano se ha cumplido un año de la muerte del padre y la hermana de Carla Goyanes. La hija de Cari Lapique ha retomado sus compromisos sociales y, pese a que, como dice, "estará cojeando unos días por una pequeña lesión en el pie que al final ha sido más de lo que parecía", ha asistido al último evento de Uber Eats en el Museo Thyssen-Bornemisza. En su paso por el photocall, Carla ha reconocido que ha sido "un verano de altibajos" pero que ha intentado estar "superpositiva y alegre". "Tenemos muchos niños pequeños, son nuestra razón para vivir y se merecen que estemos bien", ha explicado.
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Carla perdió a su padre, Carlos Goyanes, y a su hermana, Caritina Goyanes, en agosto de 2024. Él tenía 79 años y falleció en su casa de Marbella mientras dormía, de forma repentina, por un infarto. Caritina, de 46 años, murió también por un infarto fulminante mientras descansaba en su domicilio. "Cuando pasan estas cosas llega un punto en el que dices 'o te hundes o para adelante' y tienes que ir para adelante porque hay muchas cosas bonitas por las que luchar", ha dicho Carla a los medios. "Tenemos unos niños maravillosos que no se merecen que su madre se venga abajo", ha declarado.
Superar una pérdida dolorosa como ella no es sencillo. Paola Rivera es una reputada psicóloga especialista en Psicooncología, Cuidados Paliativos y Neuropsicología Cognitiva. Ella nos ha brindado algunos consejos para hacer frente a una situación como la de Carla.
Consejos para afrontar una pérdida dolorosa
Lo primero que hay que comprender, según Paola, es que "cuando atravesamos una pérdida dolorosa, más que "superar el duelo", lo que necesitamos es aprender a convivir con la ausencia y darle un lugar en nuestra vida". Aunque la psicología nos ofrece herramientas, para la experta "lo más importante es dar permiso a lo humano: sentir, llorar, enojarse, agradecer, incluso reír cuando la memoria trae algo bello". Paola admite que "no hay recetas universales, pero sí caminos que suelen aliviar". Así, te será útil:
- Nombrar lo que duele: el silencio prolongado nos aísla; poner palabras al dolor, ya sea hablando, escribiendo o compartiendo con alguien de confianza, ayuda a darle forma a lo que sentimos.
- Sostener pequeños rituales: una vela, una foto, una carta, un paseo especial… son formas de seguir vinculados sin negar la ausencia.
- Aceptar la montaña rusa emocional: el duelo no es lineal, hay días de aparente calma y otros de tormenta. Poder aceptar ese vaivén sin juzgarse es parte del proceso de sanación.
- Cuidarse en lo cotidiano: dormir, alimentarse bien, caminar, pedir ayuda… lo básico cobra un valor inmenso cuando la mente y el corazón están agotados.
- Abrirse al acompañamiento: a veces necesitamos profesionales, otras basta un amigo que escuche en silencio. Nadie debería atravesar el dolor en soledad absoluta.
Todos estos gestos son fundamentales para prevenir lo que los profesionales llaman "duelo complicado", que puede aparecer incluso años después de la pérdida, cuando parecía que todo estaba superado. "Prevenir un duelo complicado significa dar al dolor un cauce sano desde el inicio", dice la experta.
Los emotivos mensajes de Carla a su padre y su hermana
Carla dejó dos emotivos mensajes en redes el año pasado para su padre y su hermana. "Papá, no te haces una idea de lo que te vamos a echar de menos", le escribía a él. "Eres el mejor padre y abuelo que se puede tener. Ahora mismo soy incapaz de imaginarme una vida sin ti", decían las líneas sucesivas. "Te has ido disfrutando de las vacaciones con tu familia y en paz (...) Te queremos y nunca te vamos a olvidar. Gracias por todo lo que me has dado a mí y a mis hijos. Descansa en Paz", terminaba.
A su hermana, le decía: "No tengo palabras" es la frase que más me han repetido estos días. Yo tampoco, pero este es mi pequeño homenaje para ti que eras única (...) Te has ido demasiado pronto y llena de planes e ilusiones. Nos faltaba mucho por hacer".
"Todavía no me creo que no vayamos a hablar más, ni abrazarnos, ni consolarnos, ni disfrutar más de la vida juntas con nuestros hijos", reflexionaba Carla en su escrito. "Ten por seguro que voy a ser muy fuerte y voy a cuidar a tus hijos todo lo que me dejen como si fueran míos. Los verás crecer desde el cielo y vas a estar muy orgullosa de ellos", le prometía también.
Según nuestra psicóloga experta, "el acompañamiento en duelo no busca borrar el sufrimiento, sino ofrecer un espacio seguro donde la persona pueda expresar lo que siente sin miedo a ser juzgada". Carla ha reconocido que ir a terapia este tiempo la ha ayudado mucho. "Soy muy obediente", ha dicho. Para Paola es un paso importante. Porque, como ella misma dice: "el duelo no se trata de olvidar, sino de transformar la relación con quien ya no está", y esto no siempre se ve con claridad desde la soledad.