El dolor abdominal es un problema con el que conviven muchas personas. Y puede surgirte esta pregunta: ¿Serán solo gases haciendo de las suyas o el cuerpo intenta decirte algo más serio? Lo cierto es que no todo malestar en la barriga es motivo de alarma. Por eso es importante saber diferenciar cuándo simplemente se trata de esta molesta sensación, que te hace sentir hinchada. Para aclararlo, hemos contado con la ayuda del doctor Pedro Mora, Jefe de Servicio de Aparato Digestivo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (www.cmed.es).
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¿Cuáles son los síntomas más comunes que indican que el dolor abdominal está relacionado con gases?
Los síntomas fundamentales que provocan los gases son el dolor y la hinchazón abdominal. La ausencia de otros síntomas que sugieran que la causa del dolor es por alguna enfermedad (sangre en las deposiciones, pérdida de apetito o de peso, anemia, y diarrea persistente), refrenda la sospecha de que la causa del dolor sea por los gases.
¿Qué características tiene el dolor causado por gases en comparación con otros tipos de dolor abdominal?
Los síntomas de dolor abdominal y distensión son comunes tanto a los causados por gases como por muchas de las enfermedades del intestino, por eso es importante su diferenciación, realizando las pruebas necesarias.
En ocasiones el dolor se presenta de forma difusa por todo el abdomen, pero otras veces el dolor se acumula arriba y ambos lados del abdomen,
¿En qué zonas del abdomen suele manifestarse el dolor por acumulación de gases?
En ocasiones de forma difusa por todo el abdomen, pero en otras ocasiones el dolor se acumula arriba y ambos lados del abdomen, ya que el gas sube a los ángulos hepático y el esplénico del colon, que son lo que están más altos.
¿Qué factores desencadenan la acumulación de gases en el sistema digestivo?
Fundamentalmente son el estrés, el comer deprisa y el tipo de alimentos que se ingieran.
¿Cómo influye la dieta en la aparición de gases y el dolor abdominal asociado?
La dieta tiene mucha influencia en la generación de gases en el intestino. Una dieta equilibrada ayuda a evitar la formación de gases, como veremos mas adelante al hablar de las medidas para prevenir la acumulación de gases.
¿Qué papel juega la intolerancia a ciertos alimentos, como la lactosa o el gluten, en la formación de gases?
Todas estas alteraciones producen bien por falta de absorción, bien por fermentación de los alimentos, la producción de gases, y son causas que hay que descartar cuando se estudia a un paciente con problemas de gases.
¿Es normal sentir hinchazón abdominal junto con el dolor por gases?
Sí, es normal. Los gases distienden el abdomen y dilatan el intestino, y esto es lo que puede provocar malestar o dolor.
Cuando el dolor es provocado por un cuadro agudo como la apendicitis, el cólico billar o una obstrucción intestinal, el dolor es más intenso y persistente.
¿Qué diferencia existe entre el dolor por gases y el dolor causado por problemas más graves, como apendicitis o cálculos biliares?
Cuando el dolor es provocado por un cuadro agudo como la apendicitis, el cólico billar o una obstrucción intestinal, el dolor es más intenso y persistente. En la apendicitis el dolor va aumentando progresivamente y, además, se focaliza en el cuadrante inferior derecho. En un cuadro de obstrucción o en un cólico biliar, el dolor es discontinuo, se incrementa con el intento de eliminar el cálculo o sobrepasar la obstrucción, intercalado con periodos de relajación intestinal en el que se alivia el dolor.
¿Qué pruebas o evaluaciones se pueden realizar para confirmar que el dolor abdominal está relacionado con gases?
Las pruebas son muy variadas y deben ser solicitadas o no, según la valoración y el criterio de su médico, orientadas a excluir enfermedades subyacentes.
Entre ellas están: analítica de sangre (general y con determinaciones especificas de enfermedades como la celiaquía), estudio de heces, test de sobrecrecimiento bacteriano, test de intolerancias a lactosa y fructosa, ecografía abdominal, gastroscopia, colonoscopia y TC de abdomen.
Todo el tracto gastrointestinal está controlado por el sistema nervioso, y los cuadros de ansiedad, estrés o depresión producen síntomas digestivos
¿Cómo afectan el estrés o la ansiedad a la formación de gases y al dolor abdominal?
Afectan de forma muy importante, todo el tracto gastrointestinal está controlado por el sistema nervioso, y cuadros de ansiedad, estrés o depresión producen síntomas digestivos. De hecho, muchos pacientes se benefician de psicofármacos.
¿Qué remedios o tratamientos son más efectivos para aliviar el dolor causado por gases?
Son varios grupos, en ocasiones van combinados:
- Extractos naturales de hinojo, anís, manzanilla, melisa, menta, celidonia o regaliz.
- Enzimas digestivas, que ayudan a la digestión.
- Sustancias para disolver gases, como la simeticona, o la dimeticona.
- Medicamentos que actúan sobre la motilidad del tubo digestivo y aceleran la movilización de gases (cleboprida, domperidona, cinitaprida, o levosulpirida).
- En casos muy seleccionados, se pueden administrar psicofármacos, que tienen un efecto neuromodulador sobre el tubo digestivo.
¿Qué hábitos diarios pueden ayudar a prevenir la acumulación de gases y el dolor abdominal?
- Tomarse su tiempo para comer. Hacerlo despacio y masticando bien.
- Evitar periodos prolongados de ayuno y las comidas copiosas.
- Realizar actividad física, según las posibilidades de cada uno. El ejercicio favorece el movimiento intestinal y el procesamiento de gases.
- Evitar el tabaco.
- Evitar bebidas con gas y edulcorantes artificiales.
- Seleccionar los productos frescos y no los procesados, muy condimentados o grasientos.
- En la dieta no existe una fórmula mágica, existen listas de alimentos flatulentos, pero que no deben eliminarse de forma generalizada, pues constituyen la base de la alimentación y son beneficiosos por muchos motivos, y su eliminación podría provocar un problema carencial.
Cada persona tiene sus peculiaridades. Identifique aquellos alimentos que le sientan mal y aquéllos que le “funcionan”, y adáptelos dentro de una dieta equilibrada y variada. El apoyo de un nutricionista le puede ayudar notablemente a ello.