Es posible que, alguna vez, se te haya pasado por la cabeza disfrutar de unas vacaciones separada de tu pareja, sin que esto sea un síntoma de que tu relación no va bien. O puede ser que sí, que haya ciertas fisuras que te gustaría reparar, pero que necesitas hacerlo tomando cierta distancia. En cualquier caso, una separación temporal puede ser muy positiva para ambos.
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Puede ayudarte a romper dinámicas tóxicas
La psicóloga Lara Ferreiro afirma que no es extraño que uno necesite alejarse para descubrir qué quiere y qué no. Un break temporal también ayuda a romper dinámicas tóxicas, como reproches o discusiones. "Este descanso puede resetear el vínculo y calmar las aguas", sostiene. Además, "activa el deseo, ya que al echar de menos se reavivan las ganas y se estimulan hormonas sexuales como, por ejemplo, la testosterona". Esto puede avivar la pasión y, por ende, mejorar la relación.
Favorece la comunicación
Pasar un tiempo a solas —reflexiona la experta en psicología— permite, asimismo, reconectar con nuestro yo interior, fomenta la independencia emocional, reduce la presión y favorece la comunicación. Todo ello se traduce en un bienestar individual y de pareja. De hecho, es parecido al fenómeno del sleep divorce o "divorcio del sueño", en el que las parejas duermen en camas o habitaciones separadas. Y esto, en la mayoría de las ocasiones, aumenta la calidad del sueño.
Ayuda a vencer miedos
Esta es, precisamente, otra de las ventajas más importantes que comparte la psicóloga: el marital sabbatical summer, como se le conoce en el mundo anglosajón, es bueno para la salud mental, ya que invita a trabajar los miedos, por ejemplo, a estar solo o a no saber hacer actividades por uno mismo. Si hay un patrón de dependencia o adicción emocional, estas vacaciones ayudan a salir de la zona de confort e impulsan tanto el crecimiento personal como la autonomía.
Tomarse un descanso invita a la reflexión, al autocuidado y a luchar contra dinámicas tóxicas, como la dependencia emocional
Establecen el rumbo de la relación
Hay más motivos para decidir tomarnos unas vacaciones a nuestro aire. Esta iniciativa puede ser determinante para la continuidad de la relación. La experta en terapia de pareja indica que "pueden servir para reflexionar hacia dónde se dirige la relación y qué se ha de mejorar". Incluso darnos cuenta de que la convivencia es mucho más positiva de lo que creíamos. "Recuerdo el caso de una mujer que se fue a un retiro de yoga en Bali. Al hablar con otras mujeres, se dio cuenta de que su pareja era una maravilla y volvió con muchas más ganas".
¿Síntoma de que algo no marcha bien en la pareja
Aunque hemos hablado fundamentalmente de los beneficios, la pregunta es inevitable: quien quiere disfrutar de unas vacaciones por separado ¿es que está pensando en romper? No necesariamente. "Es cierto que lo hacen parejas que están en crisis. Pero cada vez veo más personas felices en su relación que deciden pasar unos días por separado como método de autocuidado", apunta Ferreiro.
Y matiza: "Son parejas independientes, con grupos de amigos distintos, que se respetan mucho y valoran estos espacios como una forma de volver con más ganas". Así que si lo estás pensando, no tengas reparo en plantearlo. Eso sí, si finalmente lo lleváis a cabo, que sea siempre de mutuo acuerdo.
Una buena idea es llevar un diario de tus vacaciones. Apunta cómo te sientes cada día. Luego, si quieres, puedes compartirlo con tu pareja. Es una forma muy terapéutica de comunicarse
Consejos de experta
La psicóloga Lara Ferreiro nos da tres consejos para que las vacaciones por separado sean, de verdad, una oportunidad para crecer en nuestras relaciones de pareja:
1. Pactad las reglas
"Para que estas vacaciones por separado funcionen y sean una buena experiencia para ambos, es conveniente que se pacten algunas reglas. Por ejemplo, cuánto durarán, si vais a tener algún tipo de contacto o si habrá límites claros en lo que se puede compartir. También es importante que lo veáis como una oportunidad para ambos".
2. Negocia
"Si tu pareja se lo toma como un mal plan porque tiene miedo, hay que ayudarle a entender que no se trata de un castigo, sino de una herramienta emocional para gestionar la relación, ver hacia dónde va e, incluso, salvarla si se intuyen problemas. Si no hay acuerdo, se pueden contemplar alternativas intermedias: fines de semana por separado, vacaciones con amigos o con la familia, o días sueltos de espacio".
3. Disfruta al máximo
"Las vacaciones por separado son una excelente oportunidad para entregarte de lleno a lo que de verdad te gusta. Aprovecha este tiempo valioso para tachar cosas pendientes de tu lista y hacer aquello que te llena de verdad. Desconecta del móvil tanto como puedas, lee, descansa, piensa, reflexiona… Y vuelve con una mentalidad constructiva: comparte lo que has vivido y lo que te gustaría construir a partir de este momento".
¿Te conviene pasar las vacaciones separada de tu pareja?
Las vacaciones por separado son muy positivas cuando se necesita espacio o se quiere aclarar sentimientos. También, si se tienen inquietudes diferentes. Pero no son recomendables cuando se usan como forma de evasión, como excusa para ser infiel o para mostrar indiferencia. Tampoco si se viven con ansiedad o con ambigüedad. Y, sobre todo, no debe hacerse como una huida del conflicto sin trabajar nada. Si es así, no resulta constructivo.