mujer con dolor de espalda en la cama© Getty Images

¿Sientes un dolor agudo en la parte baja de la espalda? Esta podría ser la razón según un doctor

Hablamos con el doctor Iñigo López Díez, especialista en Urología, sobre la litiasis renal, las temidas piedras en el riñón que pueden ocasionar los dolorosos cólicos nefríticos


20 de junio de 2025 - 11:21 CEST

Quien ha tenido un cólico nefrítico sabe bien que es una situación médica muy desagradable. Las culpables son las pequeñas piedras que pueden formarse en nuestros riñones sin previo aviso: pequeñas, silenciosas y, en muchos casos, extremadamente dolorosas. El nombre médico de este problema de salud es litiasis renal. ¿Qué la causa realmente? ¿Cómo podemos prevenirla y evitar sus dolorosos episodios? Sobre todo ello hemos hablado con el doctor Iñigo López Díez, médico del equipo de Urología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela

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¿Qué es la litiasis renal y cuáles son sus causas principales?

Se trata de la formación de masas sólidas compuestas por cristales que se agrupan en el sistema urinario. Estos cálculos varían en tamaño y composición, y suelen formarse en los riñones, aunque pueden desplazarse por las vías urinarias.

En cuanto a las causas, las principales podrían ser una concentración elevada de minerales como calcio, oxalato o ácido úrico en la orina, lo que favorece la cristalización. No obstante, también influyen factores como infecciones urinarias, alteraciones metabólicas, antecedentes familiares y ciertos medicamentos o suplementos mal regulados.

¿Cuáles son los factores de riesgo más comunes para desarrollar litiasis renal?

Los más importantes serían el bajo consumo de líquidos, una dieta rica en sodio, proteínas animales y oxalato, así como el sedentarismo. Estos hábitos favorecen la concentración de sustancias formadoras de cálculos en la orina.

Asimismo, también se encuentran antecedentes familiares de litiasis renal, enfermedades como la obesidad, el síndrome metabólico o el hiperparatiroidismo, y ciertas condiciones médicas que afectan la absorción intestinal, como la enfermedad de Crohn o la cirugía bariátrica.

El bajo consumo de líquidos, una dieta rica en sodio, proteínas animales y oxalato, así como el sedentarismo, son factores de riesgo para desarrollar litiasis renal

¿Qué síntomas suelen presentar los pacientes con cálculos renales?

El más característico es el dolor agudo en la parte baja de la espalda o en un costado, conocido como cólico nefrítico, que puede irradiarse hacia la ingle o el abdomen inferior. Cabe mencionar que este dolor suele aparecer de forma repentina y fluctuar en intensidad.

Por otro lado, es frecuente la presencia de sangre en la orina (hematuria), náuseas, vómitos y una necesidad urgente o frecuente de orinar. Cuando los cálculos bloquean el flujo urinario, se originan fiebre y escalofríos, lo cual indica una posible infección urinaria asociada.

¿Cómo se diagnostica la litiasis renal de manera efectiva?

El diagnóstico se inicia con la evaluación clínica del paciente, que comienza con una revisión de los síntomas y antecedentes personales. A menudo se realiza un análisis de orina para detectar sangre, cristales o signos de infección.

En este punto, las pruebas de imagen son fundamentales: la ecografía renal permite identificar cálculos de mayor tamaño, aunque la tomografía computarizada (TAC) sin contraste es la técnica más sensible para visualizar piedras pequeñas y localizarlas con precisión en las vías urinarias.

mujer haciéndose una ecografía en el médico© Getty Images

¿Qué papel juega la dieta en la formación de cálculos renales?

Es primordial, pues ciertos alimentos aumentan la excreción de sustancias que forman cristales. Por ejemplo, un consumo elevado de proteínas animales incrementa el ácido úrico, mientras que el exceso de sodio favorece la eliminación de calcio en la orina.

Asimismo, alimentos ricos en oxalato como las espinacas, el chocolate y las nueces contribuyen a la formación de cálculos de oxalato cálcico. 

Por último, una dieta inadecuada puede alterar el equilibrio urinario e incrementar el riesgo de litiasis, especialmente en personas predispuestas.

¿Qué tratamientos están disponibles para eliminar o disolver los cálculos renales?

Lo cierto es que depende del tamaño, localización y tipo del cálculo. En muchos casos, si las piedras son pequeñas, se opta por el manejo conservador: hidratación abundante, analgésicos y medicamentos que relajen las vías urinarias para facilitar su expulsión natural.

Cuando los cálculos son grandes o no se expulsan espontáneamente, pueden requerirse tratamientos como la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC), que fragmenta las piedras, o procedimientos endoscópicos como la ureteroscopia y la nefrolitotomía percutánea para su extracción directa.

Cuando los cálculos superan los 10 mm de diámetro, causan obstrucción persistente, infecciones recurrentes o dolor incontrolable es necesario recurrir a soluciones quirúrgicas

¿Cuándo es necesario recurrir a procedimientos quirúrgicos para tratar la litiasis renal?

Cuando los cálculos superan los 10 mm de diámetro, causan obstrucción persistente, infecciones recurrentes o dolor incontrolable. También se recurre a cirugía si hay fallo en los tratamientos conservadores o complicaciones asociadas.

Entre las técnicas quirúrgicas más utilizadas están la ureteroscopia, que permite acceder al cálculo a través de la uretra con un endoscopio, y la nefrolitotomía percutánea, recomendada en casos de cálculos grandes o múltiples situados en el riñón. 

La cirugía abierta es muy poco frecuente hoy en día.

¿Qué complicaciones pueden surgir si no se trata la litiasis renal a tiempo?

La obstrucción prolongada del flujo urinario puede derivar en infecciones graves, como la pielonefritis, y en casos extremos, sepsis. Por otra parte, los cálculos pueden dañar progresivamente el tejido renal, afectando su función de forma irreversible.

Si los cálculos se alojan en ambos uréteres o en un paciente con un solo riñón funcional, puede producirse una insuficiencia renal aguda. También son posibles complicaciones como hematuria intensa o formación de estenosis en las vías urinarias por inflamación crónica.

¿Cómo influye la hidratación en la prevención de los cálculos renales?

Al mantener una buena hidratación se diluye la orina, reduciendo así la concentración de minerales formadores de cálculos como el calcio, el oxalato o el ácido úrico. De esta manera, se dificulta la cristalización y la formación de nuevas piedras renales.

Bajo esta perspectiva, se recomienda beber al menos 2 a 2,5 litros de agua al día, ajustando la cantidad en función del clima, la actividad física y las necesidades individuales. Una orina clara y abundante es un buen indicador de una hidratación adecuada para prevenir la litiasis.

Los episodios repetidos de litiasis potencian el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica a largo plazo

¿Qué relación existe entre la litiasis renal y otras enfermedades renales?

Por ejemplo, puede favorecer infecciones urinarias recurrentes que, a su vez, dañan el parénquima renal con el tiempo. Por su parte, en patologías como la acidosis tubular renal, la hipercalciuria idiopática o la cistinuria, la formación de cálculos es una manifestación frecuente. 

En último lugar, los episodios repetidos de litiasis potencian el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica a largo plazo.

¿Es posible prevenir la recurrencia de cálculos renales en pacientes que ya los han tenido?

Sí, siempre y cuando se lleven a cabo cambios sostenidos en el estilo de vida y una monitorización médica adecuada. Es fundamental realizar un estudio metabólico del paciente para identificar el tipo de cálculo y adaptar las recomendaciones específicas.

Además de mantener una hidratación óptima, se pueden prescribir dietas personalizadas y fármacos como diuréticos tiazídicos o alopurinol, según el tipo de litiasis. 

En definitiva, el seguimiento periódico con análisis de orina e imagen permite actuar precozmente ante signos de recurrencia.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.