Lo primero de todo, por si hay quien aún no lo haya descubierto, queremos saber qué es el miso, y por qué se ha convertido en un alimento popular también en Occidente. “El miso es un alimento fermentado típico de la gastronomía japonesa que se comercializa en forma de ‘pasta’, la cual se emplea principalmente para la preparación de caldos y sopas con beneficios nutricionales. Son las típicas sopas que encontramos en los restaurantes asiáticos”, nos detalla Almudena Trigo, farmacéutica y nutricionista (@almutrigo__).
La experta nos detalla que se elabora a partir de semillas de soja (u otro tipo de cereal) y sal marina, que se somete a fermentación con el hongo koji.
“Es muy importante comprarla sin pasteurizar, pues es la forma en la que mantendremos todo su valor como probiótico”, apunta, y nos confirma que podemos diferenciar diferentes tipos:
- Miso blanco ('Shiro miso'): de sabor suave y fermentación más corta (máximo 1 año). Se elabora a partir de arroz blanco
- Miso rojo ('Aka miso'): de sabor medio y fermentación media (2 años). También se elabora a partir de arroz blanco.
- Miso negro: de sabor intenso y con larga fermentación (3 años)
- 'Hatchomiso': el de sabor más concentrado y el más rico en proteínas, ya que se elabora a partir de soja
¿Por qué se ha convertido en tendencia? La especialista nos cuenta que ha ganado más popularidad debido a la globalización y la posibilidad de acercarnos a los beneficios nutricionales que nos aportan otras culturas y por la importancia de mejorar nuestra microbiota intestinal a través de la alimentación.
Lee también: ¿Sabes en qué consiste un estudio de la microbiota intestinal y por qué es interesante hacérselo?