Una vivienda ‘arty’ y de estilo clásico en un antiguo palacio de Getxo
Una decoración retro con algunas piezas, cuadros y esculturas de hoy
La interiorista Raquel González (www.raquelgonzalezinteriorismo.com) ha llevado a cabo el trabajo de esta vivienda situada en el emblemático Palacio Eguzkialde, de Getxo (Bilbao), que considera que “no es cualquier proyecto, es El Proyecto -enfatiza-, y la envidia de cualquier interiorista del norte de España”.
La construcción, también conocida como ‘la casa de la alcaldesa’, fue edificada en 1918 y está situada en el exclusivo barrio residencial de Neguri, además, los vecinos de estas residencias tienen acceso a la piscina comunitaria colindante, que vemos sobre estas líneas. La vivienda centenaria, de 200 metros², ocupa una planta completa del palacio.
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Encuentro de épocas
Reformar un edificio protegido siempre entraña alguna dificultad extra, Raquel reconoce que “cualquier modificación había que consultarla con Patrimonio, pero esto fue un trabajo que realizó el estudio Marín y León Arquitectos (www.mylarquitectos.com)”.
De la terraza destaca el contraste entre un mobiliario de líneas modernas con la fachada de piedra y su rica ornamentación original. El pavimento que combina un hormigón cementoso con unos listones porcelánicos en forma de cuadrícula de acabado madera, también son protagonistas.
El comedor de exterior se equipa con piezas de estilo actual de la firma Kettal, mientras que la lámpara de pie y los apliques son de la marca francesa Roger Pradier y se adquirieron en Luz Bilbao.
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Acogedor salón al aire libre
Esta completa terraza resulta muy tranquila al tener vistas a la piscina. Junto al comedor al aire libre se halla este estiloso salón con muebles, de nuevo, de Kettal, que colabora con prestigiosos diseñadores. A mano izquierda el sofá es el modelo Cala, ideado por Doshi Levien, y de frente, en líneas más rectas, Bitta, creación de Rodolfo Dordoni; ambos combinan el aluminio con cuerda de poliéster azul y cojines. La elección del color no es azarosa, pues quiere recordar al mar del que tiene vistas.
El toque natural lo ofrecen los árboles en maceta, adquiridos en Viveros Fadura.
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Reforma en clave energética
Accedemos a los interiores, donde nadie diría con el material con el que se partió. Gonzalo Blanco Cabañes, jefe de obra en Construcciones José Martín, especifica que antes de la reforma el piso se encontraba en un estado deplorable, pues se había iniciado una rehabilitación interior con anterioridad, pero se abandonó, siendo habitado posteriormente por okupas que ocasionaron desperfectos. El estado de abandono redundó en daños por humedades.
Ahora, la reforma que ha comandado sigue los estándares de las passivhaus tanto en aislamiento como en hermeticidad, para lograr gran confort al tiempo que ahorros en consumos energéticos. Así, se instaló un sistema de ventilación de doble flujo con recuperador de calor y la producción de energía tanto para agua caliente sanitaria (ACS) como calefacción y refrigeración es por aerotermia, una renovable que aprovecha el aire del exterior. Por último, la climatización es por suelo radiante refrescante. De este modo, el piso no usa combustibles fósiles.
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Carácter social
El salón tiene varias funciones: rincón para descansar, leer y recibir a amigos y también un bar donde preparar bebidas a los invitados (dicha barra se encontró en la tienda de antigüedades Décadas). Los asientos seleccionados por la interiorista son de diseño y se trata de piezas retro, por ejemplo, el sofá danés de Hans Verner es de la década de los 50', las butacas frente a ellas son el modelo Lady, de Marco Zanuso para Arflex, mientras que las sillas con estructura metálica son Pan Am, diseño de Gastone Rinaldi de los años 70’.
La nota de color la ponen las obras pictóricas (las situadas junto al sofá las firma el venezolano nacido en Italia Aristide Stornelli), que aportan un estilo arty muy particular a la vivienda.
Unas molduras decoran las paredes así como el techo, perimetrado con un baquetón que potencia el estilo clásico del espacio, al que se suman las cortinas de líneas tradicionales.
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Sofisticación ‘art déco’
Esteticista, el comedor contiguo cuenta con otra pintura protagonista, una pieza colorista que inyecta mucho optimismo, en este caso obra de María Aztiria.
El mobiliario es art déco, realzando la exquisitez de este espacio luminoso y acogedor. En concreto el aparador danés de la lujosa madera de palisandro es de los 50’ y la mesa en teca de los 60’, adquiridos en Décadas, al igual que las sillas tapizadas. Para dar una pincelada desenfadada se instala una lámpara de pie icónica y colosal, la famosa Tolomeo de Artemide, creada en los 80’ por Michele De Lucchi y Giancarlo Fassina. Desde Raquel González Interiorismo señalan que “en toda la vivienda se prescinde de las lámparas de techo suspendidas, apostando en su lugar por decorativos modelos de pie y de sobremesa, de líneas muy actuales, que contrarrestan el estilo clásico predominante”.
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Destellos de gran estilo
La vivienda está dividida entre la zona de día, que acabamos de visitar, y la de noche. En el corazón se encuentra el recibidor y la cocina.
La entrada es ya toda una declaración de intenciones, gracias a la selección de piezas y a la introducción de nuevo de elementos de arte, como la escultura de Maite Carranza, situada en una lujosa consola de latón.
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Cocina con mucha capacidad de almacenaje
La cocina se distribuye con un mobiliario hecho a medida en forma de ‘U’, que rentabiliza así al máximo el espacio, unos armarios encargados a la firma Santos. En el centro se sitúa un office cuya mesa sirve de apoyo durante la preparación, además, llama la atención la aplicación de papel pintado azul en formas geométricas del editor Gastón y Daniela, el modelo Trellis, que simula un azulejo.
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Un aseo con personalidad
En el aseo de cortesía, que no está conectado al exterior, trae la naturaleza al espacio mediante un arrimadero y un rodapié marmoleados, el espejo en forma de sol (de Décadas) y, en especial, gracias al estampado vegetal del papel (de la firma Cole & Son).
Asimismo destacable es el lavamanos que parece más bien una escultura, con sus contundentes formas cilíndricas y gran volumen.
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Estiloso despacho
Esta es una estancia de usos polivalentes que tanto puede servir de habitación de invitados como de despacho. En la zona de la oficina en casa se instala una librería hecha a medida con espacios abiertos y cerrados y un escritorio de fibras naturales que aligera visualmente la envergadura de la estantería. La pieza es un diseño de Louis Sognot de los años 50’, una pieza adquirida en Décadas, al igual que la lámpara de sobremesa verde.
Decoran la librería unos globos terráqueos y una escultura de Le Patio Bilbao y unas cajas realizadas artesanalmente, de Agnes Bloom.
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Una invitación al relax
En el extremo opuesto al salón y al comedor, se ha situado la suite que cuenta con dormitorio, vestidor y baño completo. La habitación está en una ubicación privilegiada pues también recibe muchísima luz natural gracias a los ventanales con accesos a terrazas. Aparte, para que no haya trabas y los rayos solares se multipliquen, Raquel abrió una ventana interior que conecta esta estancia con el vestidor.
En un piso arty, tampoco aquí podían faltar cuadros (en concreto la obra abstracta es de María Aztiria). Respecto a las cromáticas, el predominio del verde propicia el descanso, pero se aportan notas vitalistas con el amarillo mostaza en pequeñas dosis.
En blanco y negro
El mobiliario del baño de la suite lo ha diseñado la interiorista, recordando a la tradición: el bajolavabo en negro con pomos de Formani y el armario, con frentes de cristal y en tela de gallinero. Para seguir esa línea clásica, el revestimiento de todo el baño es un elegante mármol.
“Los propietarios están muy contentos con el resultado. Y se sienten muy cómodos en su nuevo hogar recién reformado”, afirma la artífice del proyecto de interiorismo, quien confiesa que esta vivienda de hoy en día en un emblemático palacio lleno de historia tiene un ‘rollazo’ que le fascina, tanto, que se vendría a vivir aquí con los ojos cerrados.
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