Atapuerca es famosa por ser uno de los yacimientos arqueológicos y paleontológicos más importantes del mundo para el estudio de la evolución humana. Situado en Ibeas de Juarros (Burgos), este pasado fin de semana ha recibido la visita de las Infantas Elena y Cristina y del actor Antonio Resines y de su esposa Ana Pérez-Lorente. Allí han podido conocer las labores de la Fundación Atapuerca, así como su Centro de Investigación Emiliano Aguirre, que alberga el laboratorio Reina Sofía y el Museo de la Evolución Humana (MEH) en Burgos.
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Durante esta expedición, en la que han estado acompañados por directivos de la Fundación, también han visitado un restaurante de la zona, ya famoso por recibir a otras personalidades que han visitado Atapuerca con anterioridad, como Alberto de Mónaco o la propia reina emérita Doña Sofía. Se trata de Los Claveles, en la localidad de Ibeas de Juarros, que ha dejado testimonio de tan ilustres comensales en sus redes sociales.
La olla podrida con alubias rojas de Ibeas
La mujer de Resines y las infantas son amigas desde la infancia, ya que coincidieron en el Colegio Santa María del Camino de Madrid. Seguro que dieron buena cuenta de los platos más emblemáticos de este establecimiento burgalense en el que no faltan la morcilla, la olla podrida, las mollejas de lechal, las chuletillas de lechazo y, por supuesto, las alubias rojas de Ibeas.
Los orígenes de la familia de Los Claveles, como indican en su página web: "se pierden en las generaciones de la Comarca de los Juarros, territorio que abarca una parte de la sierra de Atapuerca y el río Arlanzón, en las proximidades de Burgos en dirección a Logroño. El 12 de octubre de 1962 abre por primera vez “Los Claveles”. Esta primera etapa está marcada por una cocina tradicional y de proximidad, utilizando el producto estrella de la comarca: la alubia roja de Ibeas, ingrediente fundamental en toda auténtica olla podrida... que sigue siendo uno de nuestros principales platos y el punto de partida de nuestra cocina actual".
Tan insignes comensales es más que probable que hayan probado la receta más emblemática de este restaurante, que en 2008 dieron un aire nuevo a su negocio pero "sin perder la esencia de nuestra filosofía (las cosas bien hechas) un producto excelente como punto de partida y un sabor tradicional" Además. Añadieron 'La Ventana', "nuestra cara B, nuestra versión más desenfadada. En este espacio podrás disfrutar de una cuidada oferta gastronómica basada en pinchos, tapas y elaborados cócteles".
Un restaurante en el que predomina el sabor de la tradición
Actualmente, es la tercera generación de la familia quien regenta “La Cocina de los Claveles” y “La Ventana”, con la misma filosofía que es rendir homenaje al sabor de la tradición, pero sin renunciar a nuevos horizontes. José Pablo Ruiperez, basándose en los orígenes, elabora nuevas propuestas, con técnicas actualizadas y platos -entre los que quizás se decantaron las infantas y Antonio Resines- como las albóndigas de pato en salsa teriyaki, el rabo guisado en deconstrucción con setas de temporada y patata panadera, el capricho de lechazo tostado sobre salsa de cerveza negra, udón con verduras maceradas en vinagre de manzana y atún seco o las natillas de foie, brunoise de boletus y ralladura de trufa.
