Como indica Romero, cada persona es un mundo, y el mismo entrenamiento no vale para todos. “Como para cualquier otro ámbito de la salud, este trabajo debería estar supervisado y dirigido por un profesional que planifique el entrenamiento en función del nivel de entrenamiento, situación de la persona, lesiones y patologías”, sostiene el experto.
Ahora bien, a su entender, si tu entrenador lo considera pertinente en tu caso concreto, puedes combinar ambos entrenamientos, en función de la rutina de trabajo que realices y del estímulo y resultado que estés buscando. “Ambas modalidades de movimiento tienen muchísimos beneficios y si las combinas, aparte de hacer el entrenamiento más divertido, te beneficias de ambas metodologías”, termina.