Cómo adaptarte mejor al cambio de hora invernal y, de paso, llevar una vida más saludable

Lejos de una conversación superflua de ascensor, el cambio de hora genera reacciones apasionadas en muchas personas que se posicionan enérgicamente a favor o en contra de esta medida instaurada en España allá por 1974 para fomentar el ahorro energético. Este 29 de noviembre de madrugada tiene lugar el de este invierno, lo que se traduce en que a las tres de la mañana volverán a ser las dos: disfrutamos de una hora más este día y desde entonces nos despertaremos con algo más luz por las mañanas. Lo curioso y a pesar del extra de descanso es que en algún caso provoca el efecto contrario: trastoca los ritmos circadianos. ¿La solución? Hacer ejercicio, apuntarse al ayuno intermitente siempre con supervisión de un experto y otros trucos que funcionan como un auténtico ritual de belleza. 

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1. Cenar antes

Hacer la última comida del día un par de horas antes de meterse en la cama es un seguro contra las digestiones pesadas que recomiendan todos los expertos sin importar el momento del año. Aunque inciden especialmente en sus beneficios cuando el sueño se ve comprometido y más si te afecta más que a otros. Aparte de descansar mejor, cenar antes también favorece un peso ideal. Biri Murias, directora de Biri Murias Advanced Beauty Site y nutricionista, va más allá: "Soy muy partidaria del ayuno intermitente, siempre en determinados casos y supervisado en todo momento por un especialista. El tipo de ayuno que más me gusta es el de no cenar porque cuando hay un exceso de grasa abdominal se obtienen muy buenos resultados. Esto, unido a tratamientos corporales específicos de abdomen da unos resultados muy buenos y rápidos". 

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2. Recetas ligeras 

Aunque no solo la hora afecta a la calidad del sueño, para reconciliarte con el cambio y llevar además un estilo de vida muy saludable, los que más saben de nutrición aconsejan las cenas ligeras. Como la Dra. María José Crispín, médica nutricionista de Clínica Menorca, quien propone algunas ideas con las que también se pierde definitivamente el posible sobrepeso veraniego: "Ensalada de vegetales y huevo cocido; brócoli salteado y caballa a la plancha (vale en conserva) con zanahoria rallada y limón; ensalada de canónigos, rúcula, queso de Burgos, nueces y mejillones; bonito en escabeche y una ensalada; patatas y verduras al vapor y pescado (plancha o papillote); pescado al horno y ensalada de tomate con queso 0% grasa; y alcachofas con revuelto de ajetes". Siete opciones para todos los días de la semana con las que cuidarse y dormir bien. 

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3. Hacer deporte

Otro consejo para conciliar el sueño es mantener un estilo de vida activo y, mientras que los expertos no recomiendan practicar ejercicio por la noche para evitar problemas de insomnio, cuando se entrena en un momento prudencial la calidad del descanso mejora. En concreto, son dos horas las que hay que esperar entre salir del gimnasio y meterse en la cama según un estudio científico, aunque las rutinas deben ser moderadas por la tarde, ya que las intensas actúan como estimulantes y no ayudan a nuestro propósito. Por último, ni que decir tiene que hacer deporte es uno de los hábitos saludables por excelencia con los que sentirte mejor por dentro y por fuera. 

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4. Evitar los dispositivos electrónicos

A pocas les pilla de nuevas eso de que coger el móvil antes de dormir y meterse en una espiral de reels es una mala idea. Los expertos coinciden en que hay que evitarlo a toda costa siempre, aunque más aún en momentos críticos para el descanso como lo es el cambio de hora. Otra razón para desterrar los dispositivos del dormitorio es que se ha demostrado que la luz azul acelera el envejecimiento, también favoerece la sequedad en la piel e incluso provoca irritaciones, por no mencionar que cuando se visualizan pantallas por la noche y con las bombillas apagadas, se empeora la visión y también la intensidad de las líneas de expresión de los contornos de la mirada: como las patas de gallo o las verticales de la zona del ceño. 

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5. Darse una ducha caliente

Igual que se baña a los bebés con agua caliente para tranquilizarlos y que duerman mejor por la noche, los expertos también prescriben una buena ducha o un baño con vapor como ritual relajante en la edad adulta. Eso sí, para los días en los que "toca pelo", hay que tener siempre la paciencia de secárselo por completo antes de acostarse, pues lo contrario es un error inmenso según el hair designer Juandiegoteo: "Si haces esto puedes provocar la aparición de hongos. Es mejor que dejes que se seque al aire, te hagas una trenza relajada y te vayas a dormir. Tu melena te lo agradecerá".

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6. Tomarse una infusión

Como el par de horas es indispensable para descancar, si el apetito amenaza con regresar pasada la cena las infusiones funcionan como aliadas eficaces para mantenerlo a raya. Lo mejor es que las celebrities conocen las mejores y recientemente recopilábamos algunas de ellas: desde la que Jaydy Michel se prepara para romper el ayuno a primera hora a base de jengibre, piña, limón o canela; hasta la de cardo mariano con la que Margot Robbie y todo el elenco de Barbie perfeccionaron la textura de su piel para meterse en la piel de las muñecas de Mattel. 

7. Meditar

Elsa Pataky asegura que de entre todos los elementos que forman parte de su estilo de vida saludable, es la meditación y el yoga los que la han transformado de verdad. Aunque al principio cuesta implementar la costumbre de centrarse en el tiempo presente y regalarse unos minutos libres de preocupaciones o estrés, la práctica hace al maestro  y al dominar la técnica se consigue dormir mejor, liberar la ansiedad, aumentar la autoestima, estimular la memoria, favorecer la concentración e incluso tratar cuadros depresivos. 

8. Practicar el 'grounding'

En la misma línea de reservar unos minutos diarios para meditar está la tendencia del grounding, que consiste en caminar descalzo sobre arena, hierba o cualquier superficie que conecte al individuo con la naturaleza. El objetivo es darse un respiro de asfalto, de preocupaciones y del ritmo frenético del día a día para reconectar con lo esencial y parece que la costumbre también favorece el descanso, mejora el estado de ánimo, reequilibra los niveles de energía e incluso evita los cambios de humor.