Dabiz Muñoz ha vuelto a felicitar a Cristina Pedroche con una declaración de amor. "Amor eterno e infinito, del verdadero, del puro. Eres absolutamente increíble. Felices 27 Rubia", ha bromeado el chef junto a una foto en la que la abraza por detrás y le da un beso en la mejilla. Cristina Pedroche cumple 37 y no los 27, a lo que se refiere el cocinero en su publicación y que es precisamente la edad que ella tenía cuando se enamoraron. La pareja se conoció en diciembre de 2014 y este año celebrarán su undécimo aniversario como pareja.
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Este año la presentadora sí está dispuesta a celebrar su cumpleaños, a diferencia del anterior, en el que aseguraba que no era el día más idóneo para compartir publicaciones debido a la catástrofe de la DANA “Ese día no me encontraba muy bien, sentía que no había motivos para soplar las velas”, revelaba, aunque en días posteriores manifestó que tanto su marido como su hija la obligaron a hacerlo.
Hoy, 30 de octubre, Cristina Pedroche soplará las velas de su tarta y en las horas previas ha lanzado una reflexión sobre cumplir años siendo mamá. "En unas horas será mi cumpleaños. Siempre me ha encantado celebrarlo, pero desde que soy madre siento que muchas cosas han cambiado. Algunas para bien, casi todas, y otras a las que todavía me estoy acostumbrando. No digo que sean malas, pero sí distintas", comienza un escrito, que ha generado mucho interés entre sus lectores.
"La publicación podría terminar aquí, pero, como siempre se me critica, haga lo que haga, y además va a ser “mi día” dejadme que me explique un poco más", continúa. Cristina Pedroche reflexiona sobre cómo, en muchos momentos del día, se siente "un poco invisible": "En muchos momentos del día no soy Cristina, ni la Pedro, ni la Pedroche, soy la mamá de Isai y de Laia. Y está muy bien esta nueva identidad", dice le llena, pero a veces siente que ni ella misma se ve reflejada.
Su cumpleaños ya no es tan especial para ella como lo son ahora los cumpleaños de sus hijo: "Cuando lo veía desde fuera, antes de tener hijos, pensaba: qué pena esas madres que se olvidan de ellas, como si ya no fueran valiosas, como si sus preferencias no fueran relevantes ya, ni sus decisiones, como si ya no tuvieran voz. Y es que yo misma en ocasiones me veo así. Ya no pienso en qué me apetece, lo más “mío” que hago es trabajar, entrenar o leer cuando ellos están dormidos. Muchas veces termino el día exhausta, sobreviviendo. Cuando me meto en la cama y todo está en silencio me ataca la culpa, porque llego a todo, o a casi todo, pero de aquella manera".
"Me doy cuenta de que es imposible hacerlo todo perfecto y pienso si ellos lo notarán. Me pongo el listón muy alto y soy muy dura conmigo misma", admite. Sin embargo, cuando mira a sus hijos, se siente reconfortada: "Les veo sanos, preciosos, siempre riendo, siempre felices. Entiendo que algo bien estaré haciendo, ¿no?". Por eso, para ella, mañana, su cumpleaños, "no será un día especial para ponerme en el centro, pero intentaré hacerlo al menos cuando sople las velas". Aun así, traslada que su prioridad siempre será que sus hijos estén bien y sean felices. Finalmente admite con humor: "No sé si me habréis entendido, porque no me entiendo ni yo muchas veces", antes de compartir su reflexión honesta y sincera, a pesar de haber dudado en darle a "publicar".
