La vida familiar de Kiko Rivera e Irene Rosales: dos hijas en común y muchas polémicas


Francisco, hijo mayor del DJ, Ana y Carlota han sido el motor de la pareja durante sus 9 años de matrimonio


Kiko Rivera en la Primera Comunión de su hija Ana© GTRES
Actualizado 27 de agosto de 2025 - 7:30 CEST

No son buenos tiempos ni para Kiko Rivera, de 41 años, ni para Irene Rosales, de 34. El hijo de Isabel Pantoja y su hasta ahora esposa se han separado después de 11 años de relación y 9 de su sonada boda, una inesperada noticia que publica la revista Semana. Una decisión muy meditada, que han tomado de forma cordial y en la que no ha habido terceras personas, como han asegurado al citado medio. El matrimonio había formado un fuerte núcleo familiar en torno a su hogar, ubicado en la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta, y los niños seguirán siendo la prioridad para ellos a partir de ahora.

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Sus tres hijos, Francisco, de 12 años, Ana, de 9, y Carlota, de 7, han sido sin duda alguna el motor de su vida. Kiko e Irene se conocieron en mayo de 2014, él ya era padre de su hijo mayor, fruto de su anterior relación con Jessica Bueno. Dos años después, la pareja daba la bienvenida a su primera niña en común, Ana, que nació en diciembre de 2016. El broche de oro lo puso la pequeña de los tres retoños, que en medio de una complicada situación familiar les devolvió la ilusión a finales de enero de 2018. Así se convertían en familia numerosa

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Durante este tiempo, hemos sido testigos de los diferentes planes y celebraciones, puesto que sus padres nos han hecho cómplices de los grandes momentos que atravesaban a través de sus perfiles públicos. Los mensajes de amor eran frecuentes y el hijo de Isabel Pantoja siempre ha dejado claro que tanto su mujer como sus niños han sido clave para no solo seguir adelante ante las tensiones familiares, sino también en su cambio de vida para dejar atrás los excesos y adicciones. "Hijas, no puedo prometeros estar aquí por el resto de vuestra vida, pero puedo prometeros amaros por el resto de la mía. Entiendo que estéis acostumbrados a verme como Kiko Rivera y lo que mi trabajo conlleva, pero en estos últimos años la vida me ha enseñado con mucha claridad que, ante todo, soy padre", escribía hace tan solo unos meses. 

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Discretos y dejando a los niños siempre ajenos del foco mediático, Irene y Kiko se han enfrentado a todas las complicaciones y adversidades personales o familiares. Siempre como un equipo, pero defendiendo ante todo la privacidad de sus pequeños, sobre todo, en los asuntos más delicados que atañen a su círculo más íntimo. 

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Conflictos familiares

Irene Rosales ha sido una pieza fundamental en una de las polémicas que ha rodeado a su marido, la batalla legal por la herencia de su padre, el recordado 'Paquirri', que supuso una fuerte presión mediática y un gran desgaste emocional al matrimonio, que veía como todos los ojos se centraban en ellos y en su distanciamiento con Isabel Pantoja. Irene siempre ha defendido con uñas y dientes al DJ. Ambos creaban una coraza ante las tensiones y parecían navegar hacia la misma dirección, saliendo airosos y juntos de los ataques. "Eres mi madre y me has dado la vida, pero ella, mi mujer, me la ha salvado  y es la que convive conmigo día a día, y la que aguanta mis malos humores, en los buenos momentos, la madre de mis hijos, ahí muero yo", afirmaba rotundo en televisión mientras se señalaba a su esposa como la causante de las rencillas familiares. 

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Isabel Pantoja, última imagen junto a sus hijos en televisión tras participar en Supervivientes en 2019
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La artista junto a Irene Rosales y Anabel Pantoja durante uno concierto de Kiko en 2018

Actualmente, la familia Pantoja está rota. Mientras que Isabel está centrada en su trabajo, Kiko e Isa se han volcado con sus respectivas familias. La unión de los hermanos también se deterioró con el conflicto familiar, protagonizando varios cruces de acusaciones que parece no tener, al menos de momento, solución. Una de las últimas indirectas que Kiko lanzaba a su madre y hermanos. -cabe recordar que la relación con Francisco Rivera tampoco atraviesa su mejor momento-, fue en la Primera Comunión de Ana, donde, a pesar de la gran felicidad del evento, tuvo un momento en recuerdo de los que no están. "Y aunque puede que en este día tan especial hayas notado algunas ausencias… quiero que sepas algo, mi amor: no importa quién no ha estado hoy. No importa quién no supo entender lo importante que era para ti este momento, quién no apareció o quién eligió no estar", sentenciaba tajante. 

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El momento más crucial se vivió tras el fallecimiento de doña Ana en septiembre de 2021. "Yaya de mi alma, tantos meses sin verte y ahora ya no te veré nunca más. Mi abuela, a la que no dejan que vaya a despedirme por problemas familiares. Órdenes expresas desde Cantora...", escribía desconsolado el cantante. Un acontecimiento que, sin duda, marcó un antes y un después y desde el que nada volvió a ser igual y que vivió una vez más de la mano de su esposa, Irene Rosales.

Los rumores de crisis 

Tras más de once años juntos y nueve de casados, lo suyo no siempre ha sido un camino fácil. Los rumores de crisis e incluso de ruptura siempre les han rodeado, sobre todo, en los momentos de salud más bajos del DJ, quien confesó públicamente sus problemas de adicciones. En 2020, fue el propio Kiko quien le confesó a su mujer que había sido infiel, lejos de despertar la desconfianza posteriormente, Irene se mantuvo firme y unida junto a su pareja, al que perdonó la deslealtad. La exposición pública ha hecho que en más de una ocasión salten de nuevo las alarmas, pero todo ha quedado siempre en dimes y diretes que han superado hasta ahora, cuando se ha confirmado su sorprendente ruptura. 

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La etapa más dura de Kiko Rivera

Fue durante su participación en GH Dúo en 2018, cuando Kiko Rivera hizo la confesión más dura de su vida: admitió su adicción a determinadas sustancias, un problema al que había enfrentado con la ayuda de su mujer. "Irene tiene el cielo ganado. Por mucho que haga o que diga no podré agradecérselo, pero quiero ser la persona perfecta para ella. Si alguien se lo merece en la vida es ella". Kiko profundizó entonces en los detalles de su etapa más oscura, algo que fue dejando atrás, pero que recordaba con cierta inquietud. 

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Con el paso del tiempo, el hijo de Isabel Pantoja y Paquirri ha tenido muy claro que la presencia de su mujer ha sido fundamental para superar ese trance y no ha dudado en agradecérselo con el paso de los años. El paso mes de junio, el popular DJ escribió de su puño y letra una carta para felicitar el cumpleaños a  Irene, donde le confesaba que "fuiste mi salvavidas cuando todo me pesaba demasiado". Y no solo se quedaba ahí, a pesar de que han pasado tan solo dos meses, Kiko escribía estas emocionantes palabras que calaron muy hondo en todos sus seguidores. "Eres la luz que apareció cuando todo lo que me rodeaba era oscuridad. Cuando me sentía perdido, roto, sin rumbo… llegaste tú. Con tu forma de mirar la vida, con tu paciencia, tu ternura y ese amor que no exige nada, pero lo da todo. Me viste en mis peores momentos, cuando ni yo mismo me soportaba, y aun así decidiste quedarte. Decidiste tenderme la mano y decirme, sin decir nada, que podía levantarme, que podía volver a creer, que merecía vivir, amar, y ser amado", concluía. Unas palabras que no hacían presagiar el desenlace de la pareja que parecía torear todos los vaivenes que les rodaban. 

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