Tras nueve años de esfuerzo, superación, aprendizaje y una determinación inquebrantable, la Fundación El Sueño de Vicky da un paso adelante ampliando su patronato. Lo hace con un objetivo claro: seguir creciendo para salvar vidas, financiando proyectos de investigación oncológica pediátrica, que permitan desarrollar tratamientos más eficaces y específicos para la infancia, y que afecten lo menos posible a su desarrollo.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Laura García Marcos, su presidenta y fundadora, creó la entidad tras perder a su hija Vicky —con apenas cinco años— a causa de un tumor cerebral, y desde entonces trabaja con Alexandra Sannwald, directora general de la fundación, para hacer realidad el último deseo que su pequeña dejó grabado en el corazón de quienes la amaban: vencer el cáncer infantil a través de la investigación.
"La vida me quitó una hija, pero me regaló personas maravillosas", nos dice Laura García Marcos, presidenta de esta entidad que fundó hace nueve años, tras el fallecimiento de su pequeña Vicky
Cada año, alrededor de 1.500 niños son diagnosticados con cáncer en España —de ellos, uno de cada tres no supera la enfermedad—. Sin embargo, pese a ser la primera causa de muerte por enfermedad en la infancia, sigue siendo considerada una patología rara. Por ello, fundaciones como El Sueño de Vicky continúan su lucha, y ha sumado a su proyecto a personas muy comprometidas que dan voz a su causa, como Mayte García Salóm, "coach" y exmujer del exfutbolista Santiago Cañizares, o Linda Scaperotto, esposa del empresario Abel Matutes Jr.
A ellas se han unido dos personas que aportan una visión estratégica, y que ayudarán a crear alianzas y campañas: Cristina Barbosa, experta en marketing y comunicación —al frente de Superstruct Growth— y Paula Millán, abogada y empresaria. También la chef Cuchy Pérez, hija de Florentino Pérez, quien se suma como presidenta de honor, con una implicación discreta, pero constante, desde los inicios del proyecto: "Hago todo lo que puedo y cuanto puedo por la fundación", nos explica.
El respaldo científico viene de la mano de un comité médico, formado por los doctores Álvaro Lassaletta, oncólogo pediátrico y director de la Unidad de Tumores Cerebrales del Hospital Niño Jesús; José Hinojosa, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital San Juan de Dios de Barcelona; y Rocío García Marcos, especialista en Radiofísica Hospitalaria en el Hospital Gregorio Marañón y tía de Vicky, que garantizarán que los recursos se destinen a proyectos con verdadero potencial clínico.
"Al principio, no fue fácil. En cada niño veía a mi hija reviviendo su historia, pero el apoyo que podía ofrecer a sus familias me llenaba de fuerza. Esa tristeza se convirtió en mi motor. La muerte de Vicky es hoy esperanza para muchos otros niños", nos explica Laura, con serenidad. "La vida me quitó una hija, pero me regaló personas maravillosas", comenta, mientras nos muestra emocionada una lámpara en forma de estrella, diseñada por Raquel Oliva, embajadora de la fundación, que se vende "online" con fines benéficos.
En la sesión de fotos que acompaña este reportaje, Laura aparece rodeada de las nuevas patronas de la fundación, amigas y compañeras de lucha, a las que observa con gratitud y orgullo. "Laura está tan comprometida que, si hace falta, coge un autobús, en lugar de un avión, para ahorrar y poder destinar más dinero a la causa", nos apunta Cristina.
Amor a primera vista
Para Mayte García Salóm, su unión con Laura fue "un amor a primera vista". "Entendemos la vida desde el mismo lugar. Ser patrona de la fundación ha sido el mejor regalo que me ha hecho", nos confiesa. Su vínculo comenzó en 2018, cuando Laura le escribió por redes sociales, tras enterarse de la muerte de su hijo Santi, fruto de su matrimonio con Santiago Cañizares.
Ambas madres se unieron en el duelo más profundo, pero decidieron que su mensaje al mundo no sería desde el dolor, sino desde la esperanza. "Es fundamental que el cáncer infantil deje de ser un tema tabú", insiste Mayte. "Durante años se ha evitado hablar de él, pero existía. Gracias a Dios, y a fundaciones como esta, porque apenas llegan fondos públicos, podemos salvar vidas o, al menos, ayudar a que los niños tengan acceso a los tratamientos que necesitan".
Su fuerza, nos asegura, nace de la experiencia: "Cuando ves a tantos padres sufrir, a tantos niños morir… solo puedes pensar que esto tiene que parar. Eso es lo que me da fuerzas. Sigo en contacto con hospitales, con familias, y veo cada día la gravedad del problema. Incluso los propios médicos nos piden que sigamos ayudando".
Año tras año, Laura y Alexandra han logrado recaudar más de 600.000 euros anuales, destinados íntegramente al Hospital Niño Jesús y al CIMA (Centro de Investigación Médica Aplicada), con la esperanza de que, un día no muy lejano, esta enfermedad deje de borrar sonrisas. "Porque los niños con cáncer no necesitan milagros, necesitan investigación".