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Antes que Fuschia Kate Sumner, fue Jennifer Coolidge en White Lotus. Y ella lo hacía recordando a otra rubia de carácter, Monica Vitti en L’avventura. Y la romana a su vez, como si fuera Claudia Cardinale en Il Gattopardo: escondiéndose del sol de agosto bajo balcones de piedra y "teste di moro" con geranios y albahaca, pero sin miriñaque. Ahora bien, ninguna de ellas ha protagonizado una verdadera boda "all’italiana" como la hija de Sting en sus calles. Perdón, rectificamos, "alla siciliana".
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Y sin ficción por el medio. Porque si de todos es sabida la afición de los ingleses por Italia, en general, lo de la familia del cantante de Every Breath You Take es "tela", en particular. Tanto, como que su hijo pequeño se llama Giacomo... Sea como fuere, Noto, la capital del barroco, le ha servido de escenario para dar el "sí, quiero" a la hija mayor del vocalista de The Police. Y como en Cinema Paradiso o Il Magnifico Cornuto, no le faltó ni banda de música, ni un alcalde con una cinta "tricolore" atada a la cintura. Tres días de celebraciones, con los que rubricar el amor de Fuschia por el director creativo Max Wright.
Una fiesta que comenzó con una preboda, en la que participó todo el pueblo y en la que hubo hasta una representación en el Teatro Comunale. Que siguió con un enlace civil, en el ayuntamiento de este enclave Patrimonio de la Humanidad, y con un banquete en la idílica villa Dimora delle Balze donde, en 2018 y entre olivos, viñas y ruinas de la Magna Grecia, Chiara Ferragni se desposó con Fedez. Y que culminó con una gran barbacoa en la playa, cerca de Taormina, y un castillo de fuegos artificiales, con el que se iluminó el cielo y recortó el perfil del Etna. Ya saben, ese volcán que te recuerda que todavía ruge porque siempre humea.