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A sus 37 años, Carmen Jordá ha superado barreras y fijado nuevas metas. Tras finalizar el año pasado su carrera como piloto de Fórmula 1, Carmen trabaja ahora como consultora de Tom Cruise para un misterioso proyecto. Gracias a su faceta deportiva, también ha conocido a Brad Pitt, mientras el actor rodaba F1.
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La película con Javier Bardem. Se filmó en los grandes premios de la temporada anterior y Brad participó en carreras reales, nos cuenta Carmen. En muchas carreras que estuve, vi a Brad en medio del “paddock”. Por eso, en la película, hay cameos de Toto Wolff, Lawrence Stroll, Carlos Sainz, Fernando Alonso, Max Verstappen, Lewis Hamilton… Cuando el personaje de Brad se encuentra a Fernando Alonso en el “paddock” y le saluda, nos dice.
—¿Llegaste a hablar con Brad?
—Sí. Es supersimpático, superabierto. Tiene una energía muy buena. Le vi en Austin, Silverstone y México. A Bardem no, porque no rodó allí.
—¿Le dijiste que eras piloto?
—Él sabía que yo era piloto. Me dijo: "¡Qué bueno que haya más chicas! Enhorabuena por lo que has logrado". Brad se conoce a todos los pilotos porque le gustan las carreras.
—¿Cómo reaccionaste cuando Brad Pitt te dijo que te conocía?
—Me quedé un poco cortada y no supe qué responder. Le di la enhorabuena también por todas sus películas y por estar en este proyecto, en la Fórmula 1 (ríe). Todas las escenas son reales. Brad empezó a hacer las pruebas del testing team con Fórmula 3 y los tiempos fueron increíbles.
—También trabajas con Tom Cruise como consultora.
—Sí, sí. Estamos explorando un proyecto que ojalá vea pronto la luz. No me dejan hablar mucho, pero sería increíble que saliera adelante.
—¿Cuándo te llamó su equipo?
—En noviembre. Mis agentes me citaron en Inglaterra, en los estudios de Misión imposible. Obviamente, no lo dudé. Me dijeron que fuera allí y conociera al equipo. Estuve un par de días y me contaron el proyecto.
—¿Ana de Armas está en él?
—No, ella no tiene nada que ver.
"Un lado muy humano"
—¿Cómo es Tom en persona?
—Muy profesional. Sabe muy bien lo que quiere de su equipo y tiene un lado muy humano. Siempre se preocupa de que todo el mundo esté bien. Es una gran persona.
—¿Tom sabía de tu trabajo?
—Sí. Le conocí en mi primer día en el estudio y sabía perfectamente de mí. Me preguntó varias cosas: cómo empecé, por qué… Le conté que mi padre era piloto. También que, con ocho años, me corté el pelo como un chico para poder encajar. Le llamó mucho la atención. Pero sí, él sabía toda mi historia y mi lucha, así que también fue un orgullo.
—Entiendo que el proyecto está relacionado con las carreras. ¿Tendrás alguna aparición en la película?
—No me tires de la lengua (ríe).
—Compartir pantalla con Tom…
—¡Eso sería la bomba!
"Cuando conocí a Brad Pitt, él sabía que yo era piloto. Me dijo: '¡Qué bueno que haya más chicas en las carreras! Enhorabuena por lo que has logrado'”
—Ya has trabajado como actriz en un videoclip del DJ Hardwell.
—Me encantó. El vídeo tiene 40 millones de reproducciones en YouTube y ganó un premio en Cannes.
—Cada vez estás más metida en el mundo de la interpretación.
—No lo he buscado, pero sí se está dando así.… Y ¿por qué no? Ya hice un documental hace tres años.
—¿Tienes más proyectos a la vista?
—Sí. Voy a filmar en Los Ángeles otro documental. Y estoy viendo opciones para crear mi equipo femenino.
—También estás escribiendo un libro.
—Es un libro de dibujos. La editorial es de Estados Unidos y busca historias para que los niños vean que es posible lo que desean. Es mi historia desde pequeña y cuando me cortaba el pelo para ir a los circuitos. A los 15, me di cuenta de que podía ser una chica y correr… Luché por mi sueño, sin que nadie me parara por ser mujer.
—Tu físico ¿te ha condicionado en tu carrera?
—Muchas veces, me han subestimado por mi físico. Ser mujer y encajar en ciertos cánones de belleza puede jugar en contra. Al principio, tuve que demostrar el doble para que me tomaran en serio, pero, luego, entendí que no tenía que elegir entre ser fuerte y femenina.
—Con tanto trabajo y tanto viaje, no sé si tienes tiempo para el amor. A lo mejor, ni te apetece.
—Sí me apetece. Viajo mucho, sí, pero el amor no entiende ni de horarios ni de distancias. Cuando llega la persona adecuada, haces hueco, aunque venga mal. Desde el año pasado, estoy soltera y ahora estoy enfocada en mis proyectos, pero tengo ganas de compartir todo con alguien que vibre en mi misma frecuencia.