Dicen que las obras capitales de la historia del arte suelen nacer de almas torturadas, de genios en crisis con sus luchas y claroscuros. Pero también es muy común eso de que “el rostro es el espejo del alma”... Pues bien, efectivamente, con Rocco Ritchie, el “enfant terri­ble” del expresionismo —e hijo de Madonna, la gran reina del pop—, tenemos un problema. O la excepción que confirma la regla. Porque es un genio y porque su rostro, a todas luces, es la viva imagen de la felicidad. En mayúsculas y cuerpo 146. O del enamoramiento más cándido y profundo, porque, si a ustedes alguien, alguna vez, les han mirado como Rocco contempla a su chica, dense por afortunados.

Ella es española. Hasta hace un mes escaso, los medios británicos se hacían cruces identificando a la joven rubia con quien se estaba viendo más de lo habitual al nuevo “gurú” de la escena artística londinense y, también, fruto del matrimonio entre la de Vogue y el direc­tor de El club de la lucha, Guy Ritchie. ¡HOLA! aclaró el enigma. Ella es Olivia Montjardín, estudiante de Moda en Saint Martins, hija de la interiorista Bárbara Maldonado y pertenece a la llamada “Generación Z” de la ‘jet’ de nuestro país, junto a sus amigas Victoria de Marichalar, Amina Martínez de Irujo y Martina Figo. Ambos, hoy, se han convertido en una de las parejas más cool de la ciudad. Pero no solo hacen vida social, también están presentes en acontecimientos familiares “íntimos”, como la fiesta que organizó la mamá de Rocco, con todos sus hermanos, para celebrar el inicio de su gira The Celebration Tour . Exacto, Madonna ya conoce a Olivia y tiene su aprobación como pareja perfecta para su “ojito derecho”.