Por qué el frío polar te ayudará a desinflamar las bolsas bajo los ojos

Descubre lo que las bajas temperaturas pueden hacer por tu mirada y por la firmeza de tu piel

Por Mariana Chacón

Si el año pasado la mirada se convirtió en el centro de atención indiscutible de todo el rostro - incluso los tratamientos estéticos más demandados se centraban en embellecer el rasgo que siempre queda al descubierto bajo la mascarilla sanitaria -, este 2021 nada ha cambiado. Entre los protocolos que triunfarán en los próximos meses, aquellos diseñados para difuminar ojeras o rejuvenecer el contorno de los ojos viven un auténtico boom y los expertos predicen que serán muchas las que apostarán por pequeños retoques con los que eliminar la 'expresión de cansancio'. Si tu problema es este último y buscas una solución para que parezca que duermes suficiente a diario (aunque no sea así), aliarte con el frío polar podría ser lo que necesitabas para deshichar las bolsas de debajo de los ojos. Descubre el truco con el que los profesionales logran un efecto tensor en la piel y descongestionan la mirada al mismo tiempo. 

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El poder del hielo

Tras la nieve que ha dejado el temporal 'Filomena', los expertos revelan algunas de las ventajas que el frío polar consigue sobre el rostro. Las bolsas en concreto son unas de las grandes beneficiadas por las bajas temperaturas y es que el hielo podría convertirse en tu mejor baza para deshincharlas. "Regenera, descongestiona y desinflama la zona de la bolsa o las zonas que acumulan más líquido. Con el paso del tiempo, hay algunas ojeras que toman forma de bolsa, se van arrugando y no son nada bonitas", expone la maquilladora profesional Cristina Lobato, quien aprovecha un recurso natural para combatir el problema: "El hielo es un buen aliado para este tipo de inflamaciones. Envolver algunos cubitos en un paño suave y aplicarlo bajo los ojos durante aproximadamente 15 minutos hará que desaparezcan". Un truco que conoce a la perfección Irina Shayk, pues la rusa ha asegurado en varias ocasiones que siempre que viaja y nota la cara algo hinchada, masajea un cubito de hielo sobre la barbilla, los contornos del rostro y los ojos. 

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Contra los poros dilatados

Y para aquellas que buscan un remedio natural que funcione como una auténtica prebase alisadora antes de pasar al maquillaje, las temperaturas invernales (o en este caso el hielo) vuelven a convertirse en el centro de un ritual helado: "La piel se vuelve más tersa con el hielo, ya que consigue que se cierren los poros dilatados al contraerse con el frío. Así, evitaremos que aparezcan nuevas arrugas y líneas de expresión, hidrataremos y tonificaremos" asegura la maquilladora profesional. 

'Efecto buena cara'

Además de para mejorar las bolsas de los ojos y los poros abiertos, el hielo sirve para reavivar el tono del cutis, un paso previo que Cristina Lobato también pone en práctica: "El frío, al contacto con la piel, activa la circulación sanguínea, lo que con el tiempo ayuda a rejuvenecerla. Una mala circulación se produce cuando las venas se inflaman y la sangre no puede circular libremente. Aplicar frío en la cara ayuda a deshinchar las venas y purifica el rostro. De esta forma conseguirás un aspecto jovial y sano".

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Los inconvenientes del frío extremo

Aunque aplicado de forma tópica sobre los ojos y el rostro, el hielo proporciona beneficios respaldados por los profesionales, estos también avisan de los efectos colaterales de la ola de frío polar: "La piel del rostro es la más expuesta y por lo tanto la más sensible, y dentro del rostro hay que prestar especial atención a los labios y al contorno de los ojos", asegura la farmacéutica Rocío Escalante. ¿El error del que la mayoría es culpable? Exponerse a un calor intenso cuando se llega a un lugar resguardado, uno de los enemigos número uno para la salud del cutis según la especialista: "Cuando llegamos de la calle congelados, es muy tentador poner las manos en la calefacción, pero debemos evitarlo porque ese contraste de temperaturas es muy dañino para la piel. De igual manera, tampoco conviene abusar de duchas largas con agua muy caliente, porque también pueden provocar deshidratación cutánea. Es mejor ducharse con agua tibia". 

La importancia del protector solar

Por último, si bien es cierto que los expertos no dejan de repetir que la protección solar es un cuidado no solo para el verano sino que hay que repetir los 365 días del año, cuando nieva y hace mucho frío el gesto adquiere una importancia especial, sí, incluso más que en julio o agosto: "Mientras la arena sólo refleja un 15% de la radiación solar, sobre la nieve el porcentaje puede llegar al 85%", revela Sonia Márquez, directora de comunicación de Laboratorios + Farma Dorsch. Además, "la nieve crea un efecto espejo que refleja el 80% de los rayos ultravioletas y la acción del frío y el viento sobre la piel la resecan fácilmente volviéndola más frágil y susceptible de sufrir quemaduras. Protegerse de forma adecuada no es una opción sino una obligación", concluye la experta, quien recomienda la Hidratante Antiedad Mate 50+ de la marca.